Los primeros resultados del proyecto medioambiental Life+Respira, impulsado por la Universidad de Navarra, confirman que quienes circulan en bicicleta por la misma vía que los coches respiran un aire mucho más contaminado que quienes se mueven por el carril bici o por las aceras.
Según las mediciones del proyecto, dirigido a mejorar la calidad del aire que respiran peatones y ciclistas urbanos en Pamplona, un ciclista que se separe solo un metro y medio de distancia de la calzada respira alrededor de un 30% menos de hollín, uno de los principales contaminantes que produce el tráfico a motor.
Para Jesús Miguel Santamaría, coordinador de Life+Respira, “estos datos, aunque todavía son provisionales, indican que el nivel de algunos contaminantes en un carril bici podría ser la mitad que en el centro de la calzada. Y esto apunta hacia la conveniencia de separar el tráfico de coches y bicicletas”.
Los registros también han confirmado que la vegetación urbana reduce notablemente la contaminación, de modo que los parques y jardines actúan como pulmones que limpian el aire de la ciudad. Por ejemplo, los setos que separan la calzada del carril bici reducen en un 7-21% la presencia de los principales contaminantes.
Otros resultados indican que la contaminación en Pamplona varía mucho en función de la climatología, la zona de la ciudad y la hora del día. Según Arturo Ariño, investigador de Life+Respira y profesor de Ciencias Ambientales, “para el conjunto de la ciudad, los índices que se registran son generalmente normales excepto en puntos “calientes”, como cruces con semáforos o zonas resguardadas del viento”.
Para mostrar estas variaciones, los investigadores del proyecto han desarrollado, mediante un modelo matemático, un mapa animado de Pamplona que permite ver cómo cambia la contaminación en la ciudad a lo largo del día. El modelo muestra que las máximas concentraciones de contaminantes se registran en coincidencia con los picos de tráfico (horario laboral). Asimismo, las grandes avenidas, tales como la del Ejército, Baja Navarra, Sancho el Fuerte, de Navarra, Pío XII, Marcelo Celayeta o Zaragoza, son las más contaminadas, al soportar una mayor densidad de tráfico.
40.000 km y 5 millones de datos
Life+Respira es un proyecto de ciencia ciudadana financiado por el programa Life+ de la Unión Europea, que se desarrolla en Pamplona, a modo de experiencia piloto y que posteriormente podrá ser replicado en otras ciudades europeas. A lo largo de dos años, 200 voluntarios han participado en esta investigación, transportando en sus bicicletas unos analizadores cuyas mediciones se han ido transmitiendo a una gran base de datos que se depositará en la infraestructura europea EUDAT para uso público.
En total, los voluntarios han recorrido más de 40.000 km y han aportado más de 50 millones de datos, con los que se podrá estudiar la contaminación urbana con una precisión muy superior a la alcanzada hasta ahora. Junto con la Universidad de Navarra, participan en el estudio el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), la empresa pública Gestión Ambiental de Navarra (GAN-NIK) y Pavimentos de Tudela, este último como cofinanciador. Colaboran además el Ayuntamiento de Pamplona, la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona; así como la empresa Oraintxe y la Asociación de Medios de Transporte Saludable (AMTS), que prestan apoyo para la caracterización de la movilidad ciclista y para la recogida de datos.
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