1. Aceptar la situación. Lo primero de todo, afirma Margarita Montes, psicóloga del centro de Psicología Álava Reyes  de Madrid., es aceptar que esto es una crisis vital importante, tanto de estilo y forma de vida, como de nuestra propia autoimagen: cambia el estado civil. Y que por tanto, habrá momentos malos. Según explica la psicóloga, hay que aceptar que un divorcio es duro porque será un cambio total en nuestra vida que afectará a todas las áreas. Que habrá que vivir un duelo. Y que será normal este periodo de cambios. Que habrá meses y momentos complicados, pero a que la vez habrá también momentos de alivio, ya que se deja algo atrás que no funcionaba. Hay que aceptar la situación como una crisis que hay que pasar.
  2. Leer sobre separaciones y divorcios. Otro consejo que expone Montes que puede ayudar en este proceso de cambio es leer libros sobe separaciones y divorcios. “Porque así la persona se va dando cuenta de que muchas de las cosas que le está pasando, en realidad le pasan a (casi) todo el mundo que haya o esté pasando por una ruptura. De modo que, en esta sentido, hay una especie de tranquilidad personal”. Se van entendiendo muchas cosas.
  3. Dejarse apoyar por la gente que te quiere. Es importante no aislarse. “Hay gente se aísla en casa porque le da vergüenza salir, ya que socialmente ha roto un esquema o parece que ha fracasado en su vida. Pero es importante arroparse de los familiares, de los amigos y de los seres queridos. Se necesita más que nunca ese apoyo”. Eso no quiere decir, que haya días en que la persona quiera estar sola porque necesita recolocarse, pensar y tener también esos momentos de soledad e intimidad. Pero nunca aislarse. Es importante contar, más que nunca, con el apoyo de los tuyos”, concluye Montes.