"La cuarentena en cierto modo nos ha protegido de la radiación solar, pero la situación de estrés nos ha generado múltiples problemas". Así lo manifiesta la doctora Raquel Novo, jefe de servicio de dermatología de los hospitales HM Montepríncipe y HM Puerta del Sur: "Los acnés y las rosáceas se han agravado, ahora empezamos a ver muchas consultas por caída de pelo, las dermatitis de las manos por exceso de lavado...", a lo que se añade un déficit de vitamina D en el organismo.

Esta vitamina es liposoluble y el cuerpo de los humanos utiliza la piel como fuente principal para conseguirla. Según la experta, la luz solar, en concreto los rayos UVB "es imprescindible, no solo para regular nuestros ciclos de sueño-vigilia, y actuar como reguladora de diferentes funciones del organismo, sino para sintetizar en la piel vitamina D, que ayuda a que el calcio se fije a los huesos".

Sin embargo, los médicos, y con especial énfasis, los dermatólogos y farmacéuticos, han llevado a cabo una campaña informativa y de prevención, para evitar que la irresponsabilidad durante la exposición solar tenga trágicas consecuencias en la salud. Los farmacéuticos explican que esta actividad, después de tantas semanas en casa "tiene que realizarse de manera gradual y progresiva. Se debería comenzar por unos 5 minutos los primeros días, y llegar a los 15 o 20 minutos como mucho".

Estos consideran que este periodo de preparación "es primordial si queremos evitar quemaduras", pero que hay que olvidar usar un protector solar de calidad y evitar las horas de mayor incidencia del sol. La doctora Novo, por otra parte, ha explicado cuáles son los problemas posteriores de una toma de sol: "La primera consecuencia es la quemadura de primer grado, es decir, cuando la piel se enrojece. En ese momento ya hay daño celular".

La dermatóloga especifica que "aunque se cure en pocos días, el recuerdo de esa quemadura hará que en unos años la piel manifieste esos daños en forma de manchas, queratósis, o diferentes tipos de cáncer de piel, entre ellos el melanoma". En este caso, "las personas más desprotegidas son los niños, y las personas con la piel más clara u ojos claros. Son quienes se queman con más facilidad, porque tienen poca melanina", aclara la doctora.

En lo referido al tipo de 'loción', Nova sostiene que "lo realmente importante es el FPS, es decir, el factor de protección solar" e incide en que "menos de 15 no se considera protección". Más allá de esto, elegir entre cremas, lociones, sprays, aguas o brumas "no es lo determinante, sino que únicamente se fabrican diferentes texturas para que cada uno pueda elegir la que le gusta". Y es que, existen protectores más líquidos para el pelo, más densos para pieles secas o sin aceite para las pieles acneicas.

La recomendación de los expertos, según Raquel Nova es "utilizar los de FPS elevado, un 30 en pieles morenas y un 50 en las claras, porque hay que contar con que entre sudor, baños o toalla no se llega a alcanzar ese índice elevado". Asimismo, Rocío Escalante, licenciada en Farmacia y especialista en Cosmética pretenden concienciar a los ciudadanos para usar otro tipo de método preventivo: "La protección tópica es innegociable, pero, además, también puedes utilizar protección solar oral".

Para la farmacéutica es "un complemento ideal a las cremas solares", porque "proporciona una protección más completa". Por su parte, Nova afirma que la recomienda pero "no como sustitutiva de las cremas, sino como un “plus” que aumenta la resistencia celular al daño producido por la radiación solar".

Este tipo de método es más recomendable en determinados grupos de personas que cuentan con algún problema añadido como "pieles atópicas y con otras alteraciones dermatológicas como rosácea, vitíligo o psoriasis", e incluso en deportistas, ya que "el sudor hace que la crema solar vaya perdiendo eficacia, quedando así la piel más desprotegida frente al sol".