La Guardia Urbana de Barcelona ha tenido que cerrar el acceso a cinco de las playas de la capital catalana ante una afluencia masiva de bañistas después de comer, han informado a Efe fuentes municipales.

Aunque esta mañana el número de bañistas ha sido menor que el de un sábado habitual de verano, esta tarde la afluencia ha obligado a que los agentes cerrarán a las 17:30 horas las playas de la Mar Bella, Bogatell, Barceloneta, Sant Sebastià y Nova Icaria.

Los agentes han impedido el acceso a más personas porque no se podían mantener las distancias de seguridad hasta que con la caída de la tarde las playas se han ido despejando.

Por la noche es habitual que cientos de jóvenes aprovechen las playas de Barcelona para celebrar reuniones y hacer botellón, aunque el Ayuntamiento de la ciudad no ha informado de si, con las nuevas normas restrictivas para contener los contagios de coronavirus, prohibirá el acceso a las playas en esas horas.

Primer día de restricciones

Barcelona y doce municipios de su entorno han vivido este sábado el primer día de restricciones anti-COVID anunciadas ayer por el Govern, con la amenaza de un confinamiento domiciliario si no mejoran los datos de la pandemia, que en las últimas 24 horas ha sumado 1.226 nuevos contagios y tres fallecidos más en toda Cataluña.

Si bien el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha afirmado que no se puede hablar aún de una segunda ola de coronavirus a pesar de que en Barcelona y su área metropolitana existe ya transmisión comunitaria, el director de la Unidad de Seguimiento de la COVID-19 en Cataluña, el epidemiólogo Jacobo Mendioroz, no descarta que antes de 15 días se tenga que decretar el confinamiento domiciliario si no se mitiga la transmisión comunitaria.

Tras entrar hoy en vigor las medidas restrictivas y el consejo de no salir de casa para 2,8 millones de catalanes que viven en 13 municipios de la primera corona metropolitana y en las comarcas leridanas del Segrià y de la Noguera, "el siguiente paso es el confinamiento domiciliario. Podría ser antes de 15 días", ha dicho.

Los alcaldes metropolitanos, con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a la cabeza, se han reunido con el presidente catalán, Quim Torra, para clarificar la gestión de los rebotes por parte de la Generalitat y aclarar dudas sobre las medidas restrictivas, y han reclamado que el Govern no tome medidas "incoherentes" ni "contradictorias" en la gestión de estos brotes.

A pesar del malestar de los municipios por la gestión "errática" de la Generalitat, los alcaldes se han comprometido a mantener una "lealtad institucional" que esperan recíproca por parte del Govern, y han reclamado mayores recursos para poder aplicar sobre el territorio las medidas de contención que corresponden a los ayuntamientos.

En esta línea, Torra ha reconocido que "es absolutamente imprescindible" ir alineados con los ayuntamientos para hacer frente a esta crisis, y ha propuesto la puesta en marcha esta misma tarde de un Plan de Protección Civil (Procicat) específico para la región metropolitana.

Mientras tanto, en las últimas 24 horas las funerarias han contabilizado tres nuevos fallecimientos por la COVID-19 que elevan a 12.636 las víctimas mortales desde el inicio de la pandemia en Cataluña, donde en un día han aumentado hasta 57 las personas ingresadas en la UCI por esta enfermedad, seis más que ayer.

También en las últimas 24 horas se han detectado 1.226 nuevos positivos, de los que 133 corresponden a la comarca leridana del Segrià, 349 a la ciudad de Barcelona y 894 a toda el área metropolitana, un 73% del total de contagios, según datos de Salud.

A pesar de las recomendaciones de no salir de casa, el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) ha informado de que entre las 15.00 horas de ayer y las 15.00 de hoy han abandonado Barcelona y su área de influencia un total de 416.646 vehículos, solo un 7,8 % menos que en el pasado fin de semana, cuando aún no se habían hecho efectivos los consejos del Govern.

Los Mossos no han impedido el movimiento hacia las segundas residencias o zonas vacaciones, tal y como informó ayer el conseller de Interior, Miquel Buch.

También se ha notado poco el descenso de ciudadanos en las calles y centros comerciales y en las playas de Barcelona. De hecho, Ada Colau ha señalado que quizá Barcelona y todos los municipios metropolitanos con costa deberían plantearse conjuntamente reducir el aforo de las playas.