España hasta hace nada era uno de los pocos países europeos que seguía utilizando sólo las escayolas tradicionales en caso de traumatismo, una técnica que tiene más de 160 años, y también muchas limitaciones e incomodidades, especialmente para los niños que no paran quietos, y menos en verano, que con el calor sólo quieren jugar con la bici, el patinete, o estar en la piscina o en el mar, aumentándose así el riesgo de fracturas.

Pero poco a poco en nuestro país se va introduciendo el empleo de los yesos waterproof, unos dispositivos médicos que facilitan una pronta recuperación y en mejores condiciones que las que ofrecen los convencionales, ya que están fabricados a partir de un material que permite mojarlos y sumergirlos en agua.

Los yesos waterproof facilitan la recuperación y pueden sumergirse en el agua

Así lo celebra el cirujano ortopédico infantil del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla, el doctor José Lirola, pionero en su utilización en nuestro país, tras importar esta novedosa técnica de inmovilización después de realizar una estancia en el Boston Children’s Hospital de Estados Unidos.

Según destaca, estas escayolas sumergibles han supuesto una "revolución en la Traumatología" porque minimizan las limitaciones que conlleva el empleo de la escayola tradicional: "La inmovilización con yeso es el procedimiento más frecuentemente utilizado en toda la Traumatología, y es usado tanto para mantener la reducción de una fractura hasta que consolide el hueso, como para no permitir el movimiento de una articulación después de una cirugía".

Por otro lado, el cirujano Ortopédico Infantil señala que con los materiales tradicionales (la venda de algodón y el yeso), la recomendación fundamental es no mojarlos. "Pero cuando se mojan de forma accidental deben ser cambiados por otros, ya que el yeso se rompe y el algodón mantiene la humedad mucho tiempo, provocando así la maceración de la piel y el disconfort en el paciente", advierte el especialista.

Por eso, los pacientes con inmovilizaciones tampoco pueden tener una higiene adecuada, ni disfrutar del agua en verano, ya sea en piscinas, ríos, parques acuáticos o bien en la playa, según señala Lirola.

Aquí el experto recuerda que en el caso de que se necesite acudir a la consulta bien porque se haya estropeado el yeso convencional, o bien porque de inicio se crea que existe una fractura, hoy por hoy todos los centros sanitarios cuentan con circuitos limpios de coronavirus, y en el caso concreto del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, éste cuenta con la certificación Applus+ Protocolo Seguro frente al COVID-19.

"Este centro hospitalario cumple con los estándares más exigentes de desinfección en esta pandemia, por lo que los pacientes no tienen por qué tener miedo al contagio si vienen a la consulta", remarca Lirola.

Así con todo, el equipo de Cirugía Ortopédica Infantil de Quirónsalud Sagrado Corazón-IHP-Orthopediátrica, dirigido por el Dr. David Farrington, fue el primer equipo de Traumatología español en emplear esta innovadora técnica de yesos sumergibles, "tan revolucionarios que a los cinco minutos de su colocación ya se puede mojar y con los que, incluso, se puede nadar en el mar o en la piscina". Otra de sus ventajas, según resalta es que, a diferencia de la escayola tradicional, la piel ni sufre, ni tiene mal olor, como sí sucede con los yesos tradicionales.

Las fracturas más frecuentes son las del radio, húmero, tibia, clavícula y fémur

En cuarto lugar, el cirujano ortopédico infantil ensalza que estos yesos waterproof permiten al paciente poder bañarse a diario, ya sea en casa, en la playa o en la piscina. Asimismo, indica que son muy ligeros, reducen a menos de la mitad el peso del yeso tradicional, a la par que son "divertidos" porque los pequeños pueden elegir el color entre una gran variedad de ellos.

En esta línea, el experto de Quirónsalud Sagrado Corazón remarca que en el caso de que se produzca picor al llevar la escayola, algo súper frecuente con las escayolas tradicionales y que se suele resolver metiendo una regla o algo alargado para rascarse, en el caso de los yesos sumergibles esta situación se puede aliviar con el roce del agua. “Sí, es posible quitar el picor metiendo la escayola bajo el grifo. Además, no aparecen en la radiografía, lo que facilita al traumatólogo una mejor visión de los huesos fracturados”, destaca el especialista.

Las lesiones más frecuentes

En concreto, el doctor Lirola comenta que los traumatismos óseos más numerosos se producen en las extremidades, tanto superiores como inferiores, siendo los más frecuentes, y de mayor a menor incidencia, las fracturas de radio, húmero, tibia, clavícula y fémur.

"Estos traumatismos causan un gran malestar en los niños y en sus padres, dado que pueden condicionar de gran manera el disfrute del periodo vacacional, más ahora que estamos en verano", señala el cirujano ortopédico infantil.

Precisamente, una de las 'ventajas' que ofrece la población infantil cuando se produce una fractura es que su tejido óseo presenta unas características especiales que lo diferencian del adulto, según señala el traumatólogo, ya que su respuesta al traumatismo es diferente y esto hace que existan unas fracturas específicas en los niños.

"Los huesos tienen mayor elasticidad y son más resistentes a los traumatismos. Además, permiten una reducción más sencilla de la fractura -cuando existe desplazamiento- y una más rápida consolidación", sostiene el doctor Lirola.

Este tipo de yesos son los que utilizan en los más prestigiosos hospitales pediátricos en EEUU. Así desde la Fundación Neumors norteamericana señalan que "después del baño en el mar es conveniente enjuagarlo con agua limpia. Y en caso de que el niño vaya a irse a la cama pronto tras el baño o ducha, es recomendable secarlo con un secador de pelo con aire tibio", sentencia la institución.