La relación entre la cantidad de sudor generado durante la práctica de ejercicio, ya sea correr o caminar, y adelgazar es un tema que ha generado cierta creencia popular. Muchas personas asocian el sudor con el éxito en el proceso de adelgazamiento, pensando que aquellos que sudan en mayor medida son los que logran perder más kilos. Sin embargo, es fundamental desmentir esta idea y comprender cómo influye realmente el sudor en el objetivo de quemar grasa y adelgazar.

Para Lindsay Baker, científica del Gatorade Sports Science Institute, la cantidad de sudor no tiene indica si el ejercicio realizado ha tenido efecto o no.

Cuando nos embarcamos en una sesión de ejercicio, es común experimentar un aumento en la sudoración, un fenómeno completamente normal y necesario para la regulación de la temperatura corporal. Factores como la genética, el metabolismo, la edad, el sexo, el peso, el nivel de hidratación y las condiciones ambientales, incluida la vestimenta utilizada, determinan la cantidad de sudor que una persona produce. Es importante comprender que la sudoración no es indicativa de la pérdida de peso en sí misma.

Aunque pueda parecer lógico asociar el sudor con la quema de grasa y, por ende, con la pérdida de peso, esta relación es más compleja de lo que parece. El sudor es una herramienta fisiológica destinada a regular la temperatura corporal.

Relación entre el sudor y adelgazar

Contrario a la creencia popular, sudar más no garantiza una mayor quema de grasa ni implica una pérdida de peso más significativa. Más del 80% de la grasa eliminada del cuerpo se debe al dióxido de carbono expulsado al exhalar durante la actividad física. Por lo tanto, centrarse exclusivamente en sudar no es un enfoque efectivo para alcanzar el objetivo de adelgazar. La pérdida de peso exitosa implica una combinación de factores, como el entrenamiento adecuado, el gasto calórico, una dieta específica y otros elementos.

Por tanto, se debe desterrar el mito de que sudar más conduce a una mayor quema de grasa y, por tanto, a un adelgazamiento más efectivo. Además, es esencial comprender que el sudor excesivo durante una sesión de ejercicio, ya sea debido al calor ambiental o a la vestimenta utilizada, puede resultar en una deshidratación perjudicial para la salud.

Cómo quemar grasa para adelgazar

Si el objetivo es quemar grasa y adelgazar, es crucial enfocarse en otros aspectos más relevantes que el sudor. La elección entre correr y caminar también despierta interés, y diversos estudios indican que correr es más efectivo para la pérdida de peso, con un gasto energético aproximadamente un 30% mayor en comparación con caminar la misma distancia. Además, la intensidad y el ritmo del ejercicio son determinantes, ya que el consumo energético aumenta con la velocidad, tanto al caminar como al correr.

El balance energético, es decir, lograr un déficit calórico al ingerir menos calorías de las que se queman, es fundamental para la pérdida de peso. El ejercicio físico se convierte en parte de la solución, pero debe complementarse adecuadamente con una dieta equilibrada.

La constancia y la dedicación al tiempo dedicado a la actividad física son también aspectos esenciales, siguiendo las recomendaciones de instituciones como la Organización Mundial de la Salud de al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado o vigoroso.

Por tanto, la cantidad de sudor no debe ser el indicador principal al perseguir metas de adelgazamiento. En lugar de enfocarse en sudar más, es crucial adoptar un enfoque holístico que incluya una combinación adecuada de ejercicio, dieta y hábitos saludables para lograr resultados sostenibles y beneficios para la salud en general.