Muchos lo consideran un mito o, cuanto menos, algo desorbitado, pero la realidad es que el mercurio en el pescado existe y es un riesgo real contra la salud. Este elemento contamina el agua y va a parar al pescado o el marisco, haciendo que pueda llegar a convertirse en perjudicial para la salud. Por ello, es importante resaltar qué pescados son más susceptibles de contar con mercurio, siendo los grandes, por norma general, más peligrosos que los pequeños. 

La recomendación que llega por parte de la OCU, que a su vez informa de los datos y advertencias de la Agencia de Seguridad Alimentaria (AESAN), es de variar el tipo de pescado, ya que se alerta de la presencia en diferentes tipos de mercurio, un metal que puede llegar a ser de alto contenido tóxico. Si bien todas las personas pueden resultar intoxicadas con el mercurio, los grupos de población vulnerables, caso de las mujeres embarazadas, ancianos o niños, son los que deben estar más atentos para no comer este tipo de alimentos 'infectados'. 

La OCU informa también de que el Sistema de Alertas Europeas de Seguridad Alimentaria, conocido como RASFF, notificó a las autoridades del Gobierno de España de la presencia de niveles de mercurio que son superiores al límite legal, en unas rodajas de pez espada congelado, dejando patente el problema que hay y el riesgo de que estos alimentos puedan llegar al mercado. 

Si buscamos una dieta equilibrada, el pescado resulta un alimento imprescindible, ya que ayuda, entre otras muchas cosas, al buen crecimiento, el desarrollo embrionario o la salud cardiovascular. Sin embargo, las proteínas que aportan los pescados pasan a un segundo plano si pueden estar contaminados con mercurio, convirtiéndoles en peligrosos por encima de nutritivos y recomendables. 

Los pescados que tienen más mercurio

Para solucionar el problema del mercurio, una de las claves está en la variedad de los pescados que ingerimos, y en el hecho de que, a modo de precaución, los colectivos más vulnerables, como los niños, abuelos o madres embarazadas, eviten el consumo de algunos pescados concretos. 

La OCU ha realizado un estudio en el que se mide la cantidad de mercurio encontrada en los pescados y mariscos más consumidos, en un análisis realizado en 100 productos, en su mayoría frescos, pero también algunos en lata o congelados. 

En su mayoría, estos productos presentan bajos niveles de mercurio, destacando cefalópodos, como pulpo o calamares, crustáceos, caso de langostinos o especies de pescado como el salmón o el lenguado, además de bivalvos como mejillones o almejas. Todos ellos son bajos en mercurio, mientras que los de nivel alto que nos harán permanecer en alerta son el pez espada, el atún rojo o los tiburones tintorera y marrajo. Es decir, los pescados más grandes y depredadores, son los que mayor mercurio suelen tener. 

Cuántos pescados con mercurio se puede comer

El mercurio hay que evitarlo a toda costa, pero teniendo en cuenta que, en ocasiones, es imposible obtener un certificado que asegure al 100% la limpieza antes de ingerir la pieza, se recomienda ingerir, si se puede, los pescados que tienen menores casos de contaminación con mercurio, que son los peces pequeños y no predadores. 

Por ello, la OCU recomienda en el caso de adultos sanos, combinar la ingesta de atún rojo o pez espada con, en mayor porcentaje, el de la dorada, la trucha o el salmón. Por su parte, la población de mayor riesgo de contaminación no debería ingerir pescados grandes.