La cebolla es uno de los ingredientes más polivalentes que se utilizan en la cocina, pero al mismo tiempo es un alimento que recoge una gran cantidad de propiedades que repercuten directamente en la salud; a pesar de que todas ellas pertenezcan a la misma especie, no es lo mismo utilizar la cebolla blanca que una morada. Cada tipo de cebolla proporciona matices de sabor, diferentes texturas, y beneficios nutricionales específicos que hacen que sean elegidas según la receta.

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Diferencias entre la cebolla morada y la cebolla blanca

La primera diferencia salta a la vista, la cebolla morada resplandece por su color rojizo o violáceo gracias a la presencia de las antocianinas, pigmentos de carácter natural que también pueden encontrarse en frutas como las uvas, en las cerezas o en las berenjenas, lo que además de hacerla más atractiva, refuerza su valor de alimento antioxidante y le otorga el matiz más concentrado; por el contrario, la cebolla blanca presenta su forma más clara, un sabor más delicado y una textura crujiente que la convierten en una buena opción para guisos, sopas, caldos y salsas caseras.

Usos y aplicaciones en recetas

La cebolla blanca se utiliza en caldos, sopas y platos calientes donde, por cierto, su dulzor se incrementa al cocinarla lenta y pausadamente. La cebolla morada, en cambio, se presenta cruda para mantener de esta manera su fuerza y frescura en ensaladas, tacos, ceviches, hamburguesas o encurtidos caseros. Ambas son esenciales en la cocina, pero la elección de una u otra depende de un requerimiento más sensible, delicado o bien de un sabor más fuerte.

Propiedades de la cebolla morada

La cebolla morada incluye alicina, un compuesto sulfuroso cuya función consiste en proteger a la planta delante de los insectos e ir generando beneficios muy importantes en el organismo humano; este compuesto favorece la circulación sanguínea, regula algunos procesos inflamatorios y también actúa como un antibacteriano natural. Su riqueza en antocianinas potencia el sistema inmunitario y mantiene la lucha contra el estrés oxidativo que promueve el envejecimiento celular.

Vitaminas y minerales básicos

Esta variedad es una importante fuente de vitamina C, de las vitaminas del tipo B, del ácido fólico y de minerales como el potasio, el calcio y el magnesio. La ingesta frecuente de este tipo de cebolla va proporcionando al organismo unos nutrientes que fortalecen el sistema nervioso y colaboran en el metabolismo energético. La condición de ir introduciendo la cebolla morada en la dieta diaria va proporcionalmente a incluir un impulso de antioxidantes y micronutrientes que redundan en bienestar general, en una mejor digestión y en una prevención de enfermedades relacionadas con la oxidación celular.

Contraindicaciones de la cebolla

A pesar de sus ventajas, las cebollas moradas como las cebollas blancas pueden causar malestar estomacal en personas sensibles; tomar una gran cantidad de cebolla puede dar lugar a presentar acidez, acumulación de gases, reflujo o una sensación de pesadez después de las comidas. Por este motivo, resulta interesante reducir la cantidad de cebolla en aquellas personas que presentan problemas digestivos recurrentes o enfermedades gástricas pasadas.

Las recomendaciones en situaciones concretas

En situaciones puntuales, como por ejemplo antes de la cirugía, es preferible reducir la ingesta, ya que la cebolla morada tiende a retrasar la coagulación. Resulta también interesante ser conscientes de que su olor puede permanecer en las prendas o en las manos, incluso después de un lavado. En las personas alérgicas, el contacto o la toma de cebolla puede dar lugar a una aparición de las reacciones de la inflamación, de un picor o de la urticaria, por este motivo resulta importante siempre tomarse muy en serio cualquier síntoma que se pueda presentar y buscar asistencia médica.

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