La salud mental se ha convertido en un motivo de preocupación mundial, y el psiquiatra estadounidense Daniel Amen, da una respuesta sencilla, accesible y que todo el mundo puede implementar; su propuesta se ha vuelto viral en las las redes sociales. Todo esto se justifica por su simplicidad y por ofrecer resultados sin necesidad de recurrir a tratamientos caros y a rutinas complejas. Con apenas cuatro hábitos sencillos que se pueden incluir en el día a día asegura la capacidad para acabar con la ansiedad y la recuperación de la calma mental de una forma perdurable.

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Frenar la ansiedad de forma natural

Amen argumenta que el primer paso para disminuir la ansiedad es el de dejar de eludir las situaciones que la provocan. De hecho, si se evita un contexto en el que se siente miedo o nerviosismo, se le da al cerebro la orden de seguir huyendo y esto refuerza el círculo vicioso de la ansiedad. En vez de eso, si nos mantenemos en la situación que provoca la ansiedad y actuamos con firmeza, la mente va aprendiendo que es posible aceptar ese malestar inmediato y que, con el tiempo, va a ir disminuyendo. En efecto, seguir el curso de la exposición a una situación que provoca ansiedad es equivalente a fortalecer nuestra resiliencia emocional y a recuperar el control desde nuestro interior.

Respirar para calmar la mente

El segundo hábito que recomienda este profesional se fundamenta en la respiración consciente, un recurso muy fácil y a coste 0. Su técnica, la "15-second breath", consiste en inhalar durante cuatro segundos, aguantar la respiración un segundo y medio y luego expulsarla durante ocho segundos. Este ciclo hay que repetirlo durante dos minutos, tres veces al día, lo que causa una sensación de calma casi inmediata. Amen asegura que esta práctica, mantenida y regular, puede ayudar a conseguir un estado de relajación profunda y aliviar la falta de concentración sin recurrir a la medicación.

La ansiedad y el poder de los pensamientos

El tercero de los consejos del psiquiatra incide en observar, en preguntárselo todo, las ideas negativas. Cuando surgen las emociones tristes, de inquietud o del miedo, se deben anotar por escrito, reflexionando sobre la posibilidad de que esas ideas sean reflejo de la realidad o simples interpretaciones. Este ejercicio de conciencia propia permite distanciarse del pensamiento automático e ir sustituyéndolo por una valoración más objetiva del momento y más serena. Una herramienta cognitiva simple, pero con una profundísima importancia para la estabilidad emocional.

Eliminar los pensamientos negativos

El último término de la metodología de Amen introduce el concepto denominado “matar las ANTs” (es decir, Automatic Negative Thoughts). Se trata de realizar una detección de los pensamientos automáticos que aparecen después de cualquier contratiempo y sustituirlos por interpretaciones más constructivas. Este proceso de reeducación mental provoca que el cerebro reaccione de otra forma ante el estrés, con el resultado de una disminución notable de la ansiedad al mismo tiempo que genera un incremento del bienestar.

Una rutina simple para una vida más tranquila

Los consejos propuestos por Daniel Amen refuerzan una idea clara y precisa: tratar de la ansiedad no solamente implica gastar dinero, sino que requiere un compromiso con hábitos mentales positivos. Enfrentar los miedos, respirar conscientemente, pensar sobre los pensamientos y erradicar las pautas de comportamiento indeseadas son pequeñas acciones que juntas traerán grandes efectos.

Un enfoque accesible para todos

Su propuesta, basada en la práctica cotidiana y el autoconocimiento, ha llegado a inspirar a miles de ciudadanos alrededor del mundo. En un contexto en el que existen tratamientos para la ansiedad que pueden ser prohibitivos para algunos, el método que propone es una herramienta que podría ayudar a conseguir un objetivo más natural y realista, y que sea eficaz. Con dedicación y perseverancia aprenderse estos cuatro pasos puede llegar a ser una herramienta potente con el que la persona podría recuperar su equilibrio mental e incluso alcanzar una vida más sosegada.

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