En unos días, el Ministerio de Sanidad hará público un plan de fomento del uso de medicamentos biosimilares y genéricos. Un documento muy esperado por el sector, que aspira a que España avance en la eliminación de las barreras a este tipo de fármacos equivalentes (que se desarrollan una vez expirada la patente) ya que que suponen tanto un ahorro económico - de hasta un 80% en el caso de los genéricos y un 60% en los biosimilares - como una oportunidad clínica al aumentar las posibilidades de tratamiento de una enfermedad (arsenal terapéutico).

A diferencia de los genéricos, los medicamentos biosimilares son un negocio incipiente en España y su importancia radica en que afectan a terapias innovadoras y de elevado coste. Hablamos, por ejemplo, de anticuerpos monoclonales para tratar el cáncer o la esclerosis múltiple. Apenas cuentan con 10 años en el mercado y son aún muy desconocidos, no solo por la población general sino incluso por los propios profesionales sanitarios.

En cuanto a su volumen de penetración en el mercado, España va a la zaga de Europa tanto en medicamentos genéricos - representan el 40% frente al 55% de la UE- como en biosimilares - 30 frente al 50% del volumen-.

Falta conocimiento pero falta también regulación, puesto que la pérdida de patentes de medicamentos biológicos genera un negocio aún por regular en términos de sustitución, trazabilidad o intercambiabilidad. Es decir, quién decidirá si se prescribe un biosimilar o un biológico, si se podrán intercambiar para alguien que ya utilizaba el tratamiento o cómo se vigilará que no surgen incidencias. "Nosotros pensamos que cada tratamiento deberá ajustarse paciente por paciente, es una responsabilidad ética", ha advertido José Luis Baquero, director y coordinador científico del Foro Español del Paciente.

Baquero ha participado en la presentación este jueves de la Guía de Medicamentos Biosimilares para Pacientes 2019 elaborada por Biosim, que agrupa a los fabricantes. Una guía que pretende explicar el mecanismo de estos fármacos e infundir confianza sobre su seguridad y eficacia. "Al ser mucho más baratos que los de referencia, un enfermo puede preguntarse por qué a él le van a tratar con ellos, por eso es importante dar a conocer que son igual de seguros y efectivos. Pero tenemos un largo camino por delante. Nos va a costar explicarlos a la sociedad para que tengan la credibilidad que hoy tienen los genéricos", ha confesado Juan Manuel Ortiz, presidente de la Asociación General de Pacientes.

En esta presentación ha participado también María Luisa García-Vaquero, subdirectora Adjunta de Calidad de Medicamentos y Productos Sanitarios del Ministerio de Sanidad, quien ha anunciado que la semana que viene estará ya disponible al público un plan gubernamental para el fomento de uso de genéricos y biosimilares, una estrategia con acciones directas que se pondrá en común con las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial de Salud.

"Queremos fomentar el uso de estos medicamentos y que se reduzcan sus barreras de entrada, y todo ello lo haremos en base a objetivos y líneas de acción específicas", ha dicho la representante del Ministerio, algo parca en la concrección del plan. Lo que sí ha confirmado García-Vaquero es que el plan pretende reducir los tiempos en los que un biosimilar o genérico están disponibles en el mercado, que impulsará incentivos a la industria para que desarrolle este tipo de fármacos y que buscará la evolución hacia la prescripción por principio activo también en los biosimilares, algo que, no obstante, ha reconocido que "irá despacio".

El plan también incluirá actividades formativas e informativas dirigidas a la ciudadanía y a los profesionales. "Esta es una prioridad que ya se está trabajando en distintos programas", ha asegurado la representante del Ministerio, que no ha concretado acerca de la inversión de este plan, "que aún debe ponerse en común con las comunidades autónomas, no está en esa fase".

La próxima semana se conocerán todos los detalles de un plan que pretende también incentivar a la industria. En España, 17 compañías farmacéuticas de alrededor del centenar existentes han apostado por los biosimilares. "Desarrollar un biosimilar es, en tiempo, inversión y requisitos a nivel de investigación y pruebas, más parecido a desarrollar un fármaco original que un genérico", afirma Joaquín Rodrigo, presidente de Biosim. Rodrigo incide en que "los medicamentos biológicos suponen un 25% del gasto sanitario y la mitad de todo el gasto farmacológico sanitario, por lo que su potencial es enorme".