Dos nuevos estudios recién publicados en Blood Advances apuntalan la relación entre el grupo sanguíneo y la predisposición a enfermar por Covid y a sufrir complicaciones cuando se padece la infección. Estas nuevas investigaciones, sobre pacientes de Dinamarca y Canadá, añaden nuevas evidencias a hipótesis que ya se habían planteado en estudios anteriores: que las personas del grupo 0 tienen menor riesgo de infección y complicaciones si enferman por coronavirus y que las del grupo A y AB tienen un mayor riesgo de sufrir la enfermedad de forma grave.

Las nuevas investigaciones confirman la publicada en junio en New England Journal of Medicine en la que participaron varios centros españoles y en donde se analizó la clave genética que está detrás de esta relación entre el tipo de sangre y el coronavirus. "El estudio analizó el genoma de cerca de 2.000 personas y encontró una variación en los cromosomas 3 y 9 que se relacionaba con la predisposición a la enfermedad", explica Javier Anguita, jefe de Sección en el Servicio de Hematología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y miembro de la Asociación Madrileña de Hematología y Hemoterapia.

El cromosoma 3 está relacionado con la fabricación de defensas y en el cromosoma 9 están algunos genes que determinan el grupo sanguíneo. "Los hematólogos llevamos décadas analizando la relación entre el grupo sanguíneo y las infecciones y ya se habían mostrado evidencias en otras enfermedades como la malaria", explica Anguita.

Una de las hipótesis que se manejan en torno al porqué de la protección del tipo 0 "está en los anticuerpos naturales que quienes tienen este grupo sanguíneo generan contra las proteínas del grupo A y B que podrían tener algún tipo de defensa contra el virus", según el hematólogo del Gregorio Marañón.

Efectivamente hay "una explicación fisiopatológica de la relación con la protección del grupo 0 y que tiene que ver con el anclaje del virus", explica Cristina Arbona, hematóloga de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia y directora del Centro de Transfusiones de la Comunidad Valenciana, que se muestra más escéptica en la evidencia sobre la relación del tipo de sangre y la gravedad. "En cuanto a la propensión a la gravedad con el grupo A o AB hay evidencias contradictorias y hablamos de estudios siempre sesgados, porque analizan pacientes ya hospitalizados, no población general. Son necesarios más estudios, pero en cualquier caso esta información es importante a nivel epidemiológico o en los estudios para conocer la enfermedad, pero no en el tratamiento del paciente".

En la misma dirección se muestra Anguita, que plantea que "la evidencia disponible aún no permite utilizar el grupo sanguíneo como un factor determinante a la hora de definir el tratamiento del paciente o tomar una determinada decisión", explica Anguita.

Tanto Arbona como Anguita advierten, además, que ninguna de estas evidencias son motivo para sentirse preocupado o protegido frente a la enfermedad: "Esto no significa que alguien del grupo 0 no vaya a enfermar o que si tenemos el grupo A vayamos a sufrir la enfermedad de forma grave, es una cuestión estadística".

"Ninguno de estos datos debe alterar el mensaje a la población, que es el de tomar todas las medidas de prevención con independencia del grupo sanguíneo", afirma Arbona.

De momento, comenta Anguita, "en muchos estudios donde se analiza pacientes de Covid se tiene en cuenta su grupo sanguíneo para ir avanzando en el conocimiento de esta relación".