El aumento de la esperanza de vida en España ha traído consigo una mayor cantidad de casos de fractura de cadera por fragilidad. A pesar de la experiencia en el manejo ortogeriátrico de estos pacientes, este tipo de lesiones siguen representando un problema de salud, por lo que es necesario identificar y actuar sobre los factores de riesgo modificables para ayudar a recuperar la independencia de estos pacientes.

El doctor Óscar Pérez Simanca, del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario La Luz en Madrid, destaca en este sentido que para lograr una mejor y más rápida recuperación de estos pacientes se ha establecido en su centro hospitalario protocolo de tratamiento quirúrgico precoz de las fracturas de cadera, pionero en su campo, para una recuperación más rápida del paciente.

Según el traumatólogo, alrededor del 8% de los pacientes fallecen a los 30 días, el 20% fallece en el primer año, y la tasa de mortalidad en estos pacientes es casi el doble, comparados con pacientes de la misma edad, pero sin fractura; siendo los problemas cardiovasculares y respiratorios los principales causantes de defunción tras el primer mes de la fractura.

Acelerar la cirugía lo antes posible

"Los pacientes con fracturas de cadera requieren en la mayor parte de los casos de un ingreso hospitalario y de un tratamiento quirúrgico; siendo intervenidos alrededor del 97% de los pacientes. No obstante, la mala noticia es que suelen producirse alteraciones funcionales después de la lesión", señala el doctor Pérez Simanca.

Este protocolo de tratamiento quirúrgico precoz consiste, tal y como detalla, engloba un manejo multidisciplinar de los pacientes, siendo estos valorados junto con el servicio de Medicina Interna, para controlar cualquier patología general asociada que pueda retrasar la cirugía y, por tanto, la recuperación funcional del paciente en el posoperatorio.

"Así, los pacientes son operados en las primeras 48 horas del ingreso, y siempre que no exista contraindicación para la cirugía. A esta valoración conjunta, y al tratamiento quirúrgico precoz, se añade también el manejo del paciente en la planta de hospitalización por parte del equipo de Fisioterapia. Con esto se consiguen minimizar las complicaciones posoperatorias, y una mejor recuperación funcional, que resulta en una disminución de la estancia media de todos estos pacientes”, detalla este especialista de Quirónsalud.

Por qué hay cada vez más fracturas de cadera

La osteoporosis es un trastorno generalizado del esqueleto caracterizado por una reducción de la densidad ósea que produce una alteración de la resistencia y calidad del hueso y aumenta el riesgo de sufrir fracturas. Este tipo de fracturas se denominan ‘fracturas por fragilidad’ o ‘fracturas osteoporóticas’.

Como indica el doctor Óscar Pérez Simanca, del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario La Luz, en este grupo de fracturas se encuentran las de fémur proximal o fracturas de cadera, que suponen un “problema de salud importante”, debido a la morbimortalidad y a la dependencia funcional que se produce después de la lesión en este colectivo, tal y como hemos comentado.

“Las fracturas de cadera son más frecuentes en el sexo femenino representando alrededor del 75% de los casos, y lo habitual es que tengan lugar por un traumatismo de baja energía, después de una caída de un paciente de edad avanzada con fragilidad ósea por osteoporosis”, apunta el cirujano ortopédico.

A juicio del especialista del Hospital Universitario La Luz, los principales factores de riesgo para presentar este tipo de fracturas son todas aquellas situaciones que impliquen una pérdida de la consistencia ósea, así como aquellas situaciones que aumenten el riesgo de caídas de los pacientes: “Entre estos factores están la edad avanzada, el sedentarismo, las fracturas osteoporóticas previas, la menopausia precoz, además de enfermedades que puedan producir osteopenia u osteoporosis”.

Las posibles complicaciones

El doctor Pérez Simanca señala en este sentido que las alteraciones funcionales después de la lesión pueden ir desde la incapacidad para realizar una actividad independiente al día, pasando por limitaciones de la deambulación de forma independiente, hasta la incapacidad permanente.

"Por ello, es importante conocer los factores que influyen en la recuperación funcional después de sufrir una fractura de cadera. Dentro de los factores de peor pronóstico, se encuentra la edad muy avanzada, la movilidad reducida, así como un mayor deterioro cognitivo antes de la fractura, aparte de un menor porcentaje de movilización precoz después de la cirugía, un retraso en el tratamiento quirúrgico, la presencia de úlceras por presión durante la hospitalización, la presencia de comorbilidades, y un mayor porcentaje de reingreso hospitalario”, mantiene este experto.

Por el contrario, sostiene el doctor Pérez Simanca, los factores asociados a un menor deterioro funcional son el tratamiento quirúrgico precoz, y la sedestación y movilización precoz del paciente, de ahí su insistencia en la importancia de este tipo de protocolos, como el puesto en marcha en el Hospital La Luz.

“La cirugía precoz, la movilización precoz, y el tratamiento rehabilitador ayudan a evitar las úlceras por presión y a recuperar la deambulación, reduciendo las complicaciones y la estancia hospitalaria, aparte de evitar los reingresos que puedan frenar la recuperación funcional”, concluye este especialista.