A los sindicatos ya no les valen las cirugías, los tiempos cambian y necesitan rejuvenecer de verdad. En CCOO quieren aprovechar el 11º Congreso Confederal que celebrará los días 29 y 30 de junio y 1 de julio para abordar ese proceso, que pasa por incrementar la base de afiliados, mermada por el efecto de la crisis y el empleo, rebajar la edad del sindicato y dar más protagonismo a la mujer.

El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, que será relevado en dicho Congreso, tras ocho años en el cargo, no se ha escondido a la hora de afirmar que CCOO necesita savia nueva. Estrenando incluso sala de prensa en la sede del sindicato de Fernández de la Hoz, ha dicho que “hay que repensar el sindicato”. “Ver de dónde venimos y  a dónde queremos ir”, ha resumido.

Mientras que la crisis aupaba a Podemos hasta el Congreso de los Diputados, la afiliación de CCOO se mantuvo estable hasta 2012, cuando el paro sacudía al mercado laboral con especial intensidad –la tasa de paro rondaba el 26%-, pero se mantenían los niveles de subsidios.

Sin embargo, desde ese año, el paro de larga duración, que aún hoy supera los 1,5 millones de personas, ha llevado a que muchos desempleados consuman el derecho al cobro de toda prestación. Eso ha impactado en la afiliación de CCOO, que ha descendido en 250.000 personas, hasta alrededor de los 900.000 simpatizantes al corriente de los pagos.

Esta tendencia se ha revertido en los últimos seis meses. Sin embargo, el año 2016 se cerró para el sindicato con unos 700 afiliados más. Por ello, Toxo ha señalado que el objetivo ahora es recuperar la base de afiliados previa a la crisis, pero que eso “llevará un tiempo”.

Para ello, un informe debatido a nivel interno por el sindicato, que deberá someterse a votación en el Congreso Confederal, prevé trabajar intensamente en la vinculación de los jóvenes al sindicato incluso antes de que empiecen a trabajar. CCOO quiere ir en busca de simpatizantes a institutos y universidades “preparando su llegada al mercado laboral”, ha dicho Toxo.

Otro nicho de futuros afiliados es para el sindicato el trabajo en el hogar, donde se concentran 700.000 mujeres. Pero también el de los autónomos, donde hay una bolsa de unos tres millones de trabajadores. Y todo ello sin desatender a técnicos, profesionales y a los propios pensionistas, una vez los trabajadores alcanzan el retiro.

Formar a los sindicalistas

El sindicato se plantea el desarrollo de acciones potentes en un horizonte de cuatro años para conseguir captar esos 250.000 afiliados, pero también para formarlos. Toxo ha dicho que se prepara una “fuerte inversión en formación sindical”.

Esta cuestión tiene que ver con la edad de las cúpulas sindicales. Existe una preocupación entre los agentes sociales en los últimos años relacionada con la falta de renovación entre los negociadores de los convenios colectivos. Por ello, el sindicato se quiere preparar para que llegado el momento del recambio haya nuevos sindicalistas formados capaces de tomar el testigo.

CCOO ya ha llevado a cabo una experiencia piloto en este sentido, con la creación de una escuela de formación superior de sindicalistas para 200 jóvenes. La idea es que estos ciclos de formación se celebren cada año para propiciar “una renovación sólida de las estructuras de la organización”, en palabras de Toxo.

Esta regeneración ya se está dejando notar en los puestos de dirección del sindicato, y la intención de CCOO es que se extienda aguas abajo. En los últimos años, en los que ha acometido una reestructuración y redimensionamiento de sus federaciones sectoriales, hasta dejarlas en siete, la edad media de los equipos de dirección se ha reducido en alrededor de cuatro años.

Ese mismo proceso de cambio ha hecho que cada vez más mujeres aparezcan en los organigramas. Y no solo en las federaciones sectoriales, donde existen ámbitos más feminizados como la sanidad o la educación. Todo apunta a que cuando pase el 11º Congreso Confederal serán mujeres las que manden en las federaciones de Andalucía, Extremadura y el País Vasco.

Más transparencia para evitar casos de fraude

Otro de los asuntos que tendrá que abordar el sindicato en su próxima cita confederal será cómo avanzar en la transparencia para evitar verse salpicado por casos de corrupción. Para ello, se prevé limitar los mandatos en todos los órganos de dirección. Actualmente, el límite de 12 años se aplica únicamente a los secretarios generales.

Además, el sindicato espera hacer públicas el estado de cuentas y las fuentes de recursos de cada una de sus organizaciones, así como los certificados de retenciones y la declaración de bienes, al principio y al final de cada mandato, de sus responsables. Por último, CCOO se dispone a crear un centro de gestión financiera para centralizar el manejo de sus recursos de manera centralizada.

De la defensa al ataque

El fin último de esta nueva filosofía de CCOO es dar un giro a su estrategia. Hasta la fecha, el sindicato considera que ha tenido una actitud “defensiva”, como muestran las huelgas desplegadas en 2012 a propósito de las primeras medidas del Gobierno de Mariano Rajoy.

En adelante, CCOO quiere pasar de a una actitud “ofensiva”, más enfocada en la recuperación de los derechos perdidos, especialmente en materia salarial.