Patricia Araque, cofundadora de la consultora de economía digital Ellas al Cuadrado, lo tiene claro: "Al modelo superwoman que le den". Lo dice sin complejos, y con la tranquilidad que le da tener su propia empresa y ser feliz trabajando cuatro horas al día. "Hay que tomarse la vida con más calma. No se trata de montar una start-up para trabajar más y dedicar tu vida a engordar una cuenta de resultados, sino de vivir mejor haciendo lo que más te gusta".

Muchas mujeres a las que asesora llegaron al emprendimiento pensando que montando su empresa o haciéndose freelance tendrían más libertad de horarios. "Sin embargo, muchas acaban viviendo peor porque no saben por dónde empezar. Pero no es verdad que para ser emprendedor tengas que trabajar 20 horas al día ni mucho menos que haciéndolo vayas a tener más éxito".

Su consultora nació hace ocho años con el objetivo de aumentar el número de mujeres poniendo en marcha proyectos digitales y construyendo tecnología, tanto en España como en Latinoamérica, con una perspectiva más realista de lo que acostumbra este sector: "Hemos importado la idea de que la única manera de ser emprendedores de éxito es la de Silicon Valley, basada en crecer muy rápido y levantando financiación antes incluso de tener claro un modelo de negocio, cuando en realidad las empresas más exitosas crecen de media, como mucho, a un ritmo del 5%. Las cosas, también en la economía digital, llevan su tiempo".

Araque, que es embajadora para España del International Women’s Entrepreneuship Day, iniciativa promovida por Naciones Unidas, ha visto "muchas familias destrozadas porque les contaron un cuento de hadas del emprendimiento o entraron en aceleradoras de start-ups donde acabaron preocupándose más de conseguir financiación que de darle forma a su proyecto y luego todo se fue al traste".

"Ha sido muy irresponsable transmitir la idea de que esto era fácil", afirma tajante. "Lo fundamental es tener claro desde el principio el nivel de riesgo que cada uno pueda asumir".

De hecho, uno de los primeros consejos que da esta experta en economía digital a sus alumnas es el contrario al que normalmente se escucha en las escuelas de negocio: "Ni se te ocurra dejar tu trabajo para emprender", añade. "Empujar a la gente que no tiene una red familiar que le pueda echar una mano a dejarlo todo por montar una empresa es una locura que la mayor parte de las veces acaba mal, pero se han mitificado los casos de éxito excepcionales".

Tranquilizadora de 'start-ups'

Araque acaba de poner en marcha una Tranquilizadora de start-ups. Este programa piloto, que nace con el apoyo de la Embajada de Estados Unidos, asesora emprendedoras en España. Su objetivo se centra en plantear el emprendimiento "poniendo la calidad de vida en el centro, y para eso hay que empezar abordando el día a día de otra manera".

En sus talleres ayuda a desarrollar herramientas para aprovechar mejor el tiempo. Araque, por ejemplo, solo mira su email dos veces al día y tiene desactivadas todas las alertas del móvil. "Menos la del parquímetro", bromea. La formación tiene lugar en El Puente, un laboratorio de innovación social y creatividad ubicado en El Matadero de Madrid y dura 12 semanas.

Para ayudar a las emprendedoras a dar forma a su proyecto y modelo de negocio, les enseña a liberar nueve horas a la semana: "Es el punto de partida para poder hacerlo compatible con su vida y no sentirse abrumadas", explica. "Es posible aprovechar mejor el día sin tener que darle la espalda a la familia y los amigos, pero hay que deshacerse de los ladrones de tiempo".

¿Es posible poner en marcha una empresa dedicándole solo nueve horas a la semana? "La tecnología permite desarrollar proyectos que sean menos intensivos en trabajo y permitan paquetizar servicios, pero para ello hay que ser realistas. Si quieres facturar un millón de euros al año, éste no es tu modelo".

Lo que Araque recomienda es empezar dándole forma a lo que llama "un producto chiquitico". Lo mismo puede ser unas clases de chino que una plataforma de venta online de artesanía, "la clave está en basarse en la tecnología para que te ahorre horas de trabajo y te permita vivir mejor y no al revés. No estamos inventando la rueda", reconoce. "Es algo muy normal en cualquier tipo de negocio, pero en el mundo tecnológico se ha entrado en una deriva de dopaje empresarial con las rondas de financiación que mucha gente acaba dedicando su vida a una empresa sin tener ni siquiera claro lo que vende".

En otoño, la Tranquilizadora de startups está previsto que se establezca también en Líbano y, en una fase posterior, en Marruecos y Egipto.