El fulminante cese del director del FBI James Comey es el último de los esperpentos del histriónico, excesivo e incontinente presidente número 45 de la historia de EEUU. Transcurridos los primeros cien días de su mandato, se sigue comportando como si se encontrara en campaña electoral. El problema es que el fuego es ahora real y está generando ya dudas sobre si no será Donald el presidente más breve de la historia de los EEUU.

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