Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, se ha reafirmado en su cargo mientras que aumenta la presión por parte de los algunos socios de Gobierno investidura y la oposición por su responsabilidad en la tragedia en la valla de Melilla. Grande-Marlaska, ha asegurado que "está tranquilo" y que no se ha planteado dimitir "en modo alguno".

"No me he planteado dimitir en modo alguno. Vuelvo a repetir que la Guardia Civil actuó en parámetros de legalidad, proporcionalidad y necesidad", ha manifestado en declaraciones a los periodistas antes de asistir a la toma de posesión de la nueva presidenta del Consejo de Estado, Magdalena Valerio.

El titular de Interior ha defendido su actuación: "Yo no me parapeto tampoco en la Guardia Civil porque yo soy el que da la orden de que todo ataque violento a la frontera española debe ser contrarrestado en parámetros de legalidad, proporcionalidad y necesidad y en política basada en el respeto absoluto a los derechos humanos".