La democracia en Venezuela ha sido herida de muerte por el populismo y por la corrupción que caracterizaron la mal llamada revolución del Socialismo del Siglo XXI. Y resulta insólito que Iñigo Errejón se pretenda erigir como el Lucifer que auspicia semejante anacronismo para un pueblo iberoamericano.

Errejón es un agente de la dictadura que impera en Venezuela. Lo cierto es que lograremos salir de la narcodictadura si no se produce cuanto antes una intervención humanitaria con el concurso de las distintas fuerzas democráticas del mundo que ya reconocen que nuestro país sufre un colapso económico como consecuencia de la pérdida de cerca del 50% del Producto Interno Bruto (PIB).

La caída del PIB que sufrió España en los tiempos de la guerra civil y la que experimentó EEUU a partir de 1929, cuando se originó la Gran Depresión, quedaron cortos en comparación con el colapso descomunal engendrado por el chavismo.

Iñigo Errejón pretende cambiar el infierno venezolano presentándolo como un modelo a seguir por los españoles

Errejón pretende cambiar el infierno venezolano presentándolo como un modelo a seguir por los españoles. Quiere trucar las verdaderas causas de este colapso económico que padecemos en Venezuela, que son los tipos de cambios múltiples protegidos por Hugo Chávez y Nicolás Maduro que sirvieron para hacer negocios oscuros.

Errejón quiere ocultar que las reservas internacionales se mantienen en niveles envilecidos. No hay materias primas, no hay insumos, han caído las importaciones en un más del 70% porque no hay divisas, toda vez que Chávez y Maduro han convertido a Venezuela en un país dependiente únicamente de la renta petrolera.

Es una barbaridad que Errejón quiera desdibujar la verdad de que además Venezuela es el único país del mundo con la mayor hiperinflación como consecuencia de una recesión de más de cuatro años continuos, y está además entre los primeros ocho países que en el mundo han sufrido este tipo de colapso económico.

Nuestro país es víctima de un régimen que declinó su producción petrolera a menos de un tercio de lo que se generaba en 1999

Nuestro país es víctima de un régimen que declinó su producción petrolera a menos de un tercio de la que se generaba en la época en que Chávez llegó al poder en 1999, además de destruir el aparato productivo con sus esquemas populistas que pisoteó el principio del derecho de propiedad.

Por eso hoy, de más de 13.000 empresas que eran pujantes en Venezuela, apenas sobreviven cerca de 3.000, y el país lleva 11 años  seguidos ocupando los primeros lugares en el ranking mundial de inflación, y actualmente tiene, para nuestra vergüenza, el primer lugar en riesgos.

El salario de los venezolanos es peor que el de los haitianos y los cubanos. Con los ingresos actuales no se pueden ingerir ni siquiera 700 calorías, y es por eso que los venezolanos acusan niveles de desnutrición al extremo de que hay una pérdida de 11 kilos promedio de manera involuntaria. Este impacto social que se deriva del colapso económico ha colocado a la población venezolana en niveles de pobreza alarmantes.

Le recuerdo a Errejón que cuando Chávez llegó al poder el nivel de pobreza era del 40% y ahora es del 90%

Le recuerdo a Errejón que cuando Chávez llegó al poder el nivel de pobreza era del 40%, después de haber recibido más de 976.000 millones de dólares por concepto de la renta del petróleo. Hoy el umbral de la pobreza supera el 90%.

La desesperada migración ha catapultado a más de cuatro millones de venezolanos a buscar mejores destinos en otras partes del mundo. Se trata de una de las pérdidas más cuantiosas para Venezuela, porque  se trata del talento humano, hombres y mujeres que se formaron en los mejores centros de estudios de Venezuela y del mundo y que hoy, por falta de medicinas, alimentos y seguridad,  huyen del país. Pero lo insólito es que endeudaron a Venezuela y hoy debemos más de 150.000 millones de dólares, siendo la nación con mayor hipoteca en el mundo entero.

Desmiento los mitos que ha querido montar Errejón diciendo que la crisis de Venezuela es consecuencia de una guerra económica o de las campañas sucias de los medios de comunicación o las barreras del imperialismo o las conspiraciones de empresarios y oposicionistas. Eso es absolutamente falso.

Las medidas económicas adoptadas por Maduro han atrofiado más la situación económica

Las medidas económicas adoptadas por Maduro han atrofiado más la situación económica al poner a circular una masa monetaria inorgánica. Es más leña para la candela con ese esquema perverso de quitarle ceros a la moneda incrementando la brecha fiscal.

La inseguridad en Venezuela es de tal magnitud que también ocupa el primer lugar en el planeta a una tasa de 87 crímenes por cada 100.000 habitantes. Las bandas hamponiles pululan al amparo de un régimen que les garantiza impunidad. El año pasado fueron asesinados más de 28.000 seres humanos.

La situación tiende a agravarse porque la República tiene bonos vencidos de PDVSA y de la propia República  que superan los 5.500 millones de dólares, más los juicios pendientes con las empresas Conoco Philips. Tenemos deudas a vencerse por más de  100.000 millones de dólares, y no hay cómo hacerles frente.

Venezuela no está en capacidad de captar inversiones internacionales porque en el país no hay gobernabilidad

Venezuela no está en capacidad de captar inversiones internacionales porque en el país no hay gobernabilidad ni seguridad jurídica. Lo que hay es una ilegalidad que se agrava cuando el régimen pretende seguir aprobando presupuestos deficitarios y endeudando aún más a Venezuela con China y con Rusia al margen de la legítima Asamblea Nacional.

Le advierto a los españoles que si las medidas que ellos quieren para España son las recetas aplicadas por Chávez y Maduro en Venezuela no van a pasarlo bien porque el aumento del precio de la gasolina que deja un nivel rezagado y los desesperados aumentos de salarios fueron devorados por una inflación que va camino a  1.370.000 por ciento. Igual ocurre con el desabastecimiento y la hiperinflación que asumen niveles insospechables. Ni siquiera para el Fondo Monetario Internacional que se equivocó en sus últimas predicciones.

Por lo tanto, lo que corresponde es salir a buscar ayuda financiera, hacerlo sin complejos y decirle al mundo sin ningún tipo de pruritos, que los venezolanos hemos aprendido la lección de que ya no podemos seguir dependiendo del petróleo;  que seguirá siendo una palanca para impulsar el desarrollo integral, porque poseemos las mayores reservas de crudo en el planeta, pero no es la única opción.

Venezuela necesita acabar con esos perniciosos esquemas de controles de precios y de cambios... ¿Es lo que quiere Errejón para España?

Hay que comenzar a invertir en la economía del conocimiento,  incrementar la inversión en educación, porque la educación y el talento humano es el petróleo, que nunca se va a agotar. Venezuela necesita acabar con esos perniciosos esquemas de controles de precios y de cambios, y establecer una política de precios justos, impulsar una reforma fiscal y comercial con aranceles que estimulen la actividad industrial, con un IVA que no sea un obstáculo para las inversiones. Es una tarea urgente la reconstrucción de nuestra industria petrolera, mientras levantamos  de sus cenizas a PDVSA. ¿Será ésta la tragedia que aspira Errejón para los españoles?

Errejón debe de estar al tanto de que ante la ruina en que Chávez y Maduro dejan al país nos vemos ahora en la obligación de utilizar esos recursos que captemos en la comunidad internacional para financiar programas sociales con subsidios directos y focalizados  para que no haya ningún tipo de sesgo ni sectarismo. Es necesario vigorizar el salario para que los venezolanos vayan progresivamente recuperando su dignidad.

Desde luego, nada de esto será posible llevar a cabo si no hay un liderazgo político que esté comprometido moralmente con estos cambios, que dejemos como parte de la historia la reelección indefinida, que la nueva República los poderes sean verdaderamente autónomos, que no se vuelva a tener jamás a un Contralor ni un Defensor del Pueblo al servicio de intereses político-partidistas;  que necesitamos hacer de la moral la gran bandera que sepulte el populismo y la corrupción que son los verdaderos enemigos de la democracia; que vamos a hacer posible la reconstrucción de nuestra infraestructura.

Venezuela tiene mucho potencial para convertirnos en un portento en fármacos, que podamos comercializar dentro y fuera del país; que podamos desarrollar un polo petroquímico; que podamos hacer de la industria del turismo una fuente generadora de riqueza.

Una última cosa, Errejón, si lo que Maduro hace en Venezuela te gusta tanto, ¿por qué no te vas a vivir un tiempito a Caracas? Allí no hay agua potable, escasea el gas, hay cortes de luz diariamente, no hay buen servicio de transporte ni seguridad pública.


Antonio Ledezma es reelecto alcalde metropolitano de Caracas. Vive en el exilio en España