El Gobierno cruzó el Rubicón el día después de la gran tormenta que descargó sobre Valencia. De la dana. Fue a finales de octubre cuando convalidó en el Congreso de los Diputados el Real Decreto que le sirvió para destituir a todos sus consejeros y designar a José Pablo López como presidente. Medio año después, la cuenta oficial de La 1 en la red social X compartía un mensaje en el aparecía la siguiente frase: “¡El primer chuminero de Lydia Lozano en RTVE!”.

El chuminero es un baile que popularizó la periodista del corazón en Mediaset. De repente, sonaba en plató una canción de Barry White y ella se levantaba y comenzaba a bailar. La radio y televisión pública española celebró como un logro que lo ejecutara en su canal principal el pasado lunes por primera vez. Lo hizo durante un multitudinario desfile que se celebró dentro de Prado del Rey, ante la mirada de trabajadores, de colaboradores, de artistas invitados, de amigos y de algunos periodistas que suelen ser habituales en los eventos de RTVE.

Conviene ser precisos a la hora de hablar de la realidad de la corporación. En marzo, La 1 perdió la segunda posición en el listado de canales generalistas españoles, en favor de Telecinco; pero en abril la recuperó (10,6%) después de registrar una mejora de su audiencia de 1,5 puntos con respecto al mismo mes del año. La corporación lo celebró en una nota de prensa que difundió un día antes de lo habitual con un dato de audiencia erróneo (10,7%), fruto de su afán por anticiparse al día 1.

Ahora bien, el resultado estuvo muy maquillado por la emisión de las semifinales de la Copa del Rey -a ida y vuelta- y de la final entre el Real Madrid y el F.C. Barcelona. Sin eso -que implica un desembolso millonario-, el cuadro final hubiera exhibido tonos más ocres.

Pese a todo, López puede decir que La 1 logró su mejor dato en abril en los últimos 11 años. También que algunos de sus predecesores también contaron con partidos de fútbol y no alcanzaron ese resultado. El panorama en mayo no será el mismo. El F.C. Barcelona no jugará la final de la Liga de Campeones, lo que hace prever que la audiencia de esa cita será menor. Eurovisión inflará el dato, pero quizás no haga desaparecer las sombras que amenazan la corporación, que son ciertamente oscuras.

Dura crítica interna

Una de ellas la señalaba este viernes en un comunicado el Consejo de Informativos de TVE. El órgano denunciaba la presencia de una colaboradora de La familia de la tele en El Vaticano, con un micrófono de la corporación en las manos. A su juicio, esto podría empeorar la imagen que los ciudadanos tienen de la cobertura que realizaron los profesionales de la casa sobre el fallecimiento del papa Francisco, el cónclave y la elección de León XIV.

Una parte de los profesionales de la corporación observa con recelo este producto de entretenimiento. Las veterana María Escario -jubilada- alzaba la voz estos días contra la idea de llevar la telebasura a la parrilla de La 1, consumada por López y por Sergio Calderón. Este último, por cierto, procedente de Fabricantes Studio, es decir, la antigua productora de Óscar Cornejo y Adrián Madrid. Siga usted la línea de puntos...

La familia Monster

El sindicato USO difundió el martes un duro comunicado en el que se refería a este formato como “la familia Monster”. UGT no ha dicho esta boca es mía a este respecto. Comisiones Obreras difundió el jueves un comunicado en el que criticaba la reducción de los complementos salariales para su personal en Cataluña, mientras se gastaba dinero en productoras externas.

El anterior presidente de la corporación, José Manuel Pérez Tornero, a quien Moncloa impuso en 2022 la figura de José Pablo López como director de Contenidos Generales, se expresaba de esta forma al respecto: “¿Para qué copiar a Tele 5? Para nada: la audiencia va a buscar prefiere original. Está claro que mantener la identidad de una radio-televisión pública en medio de tanta degradación y desinformación cuesta, pero es lo único inteligente que puede hacerse”.

Audiencia preocupante

La audiencia ha sido mala. Se estrenó con un 8,7% en su primer tramo y un 9,1% en el segundo. El segundo día, cayó, con un 8,7 y un 7,4%. Un día después, marcó un dato preocupante del 6,2%. Habrá que ver la paciencia que tienen los directivos de TVE con este formato. Su contrato contempla la producción de 65 capítulos por una cantidad de 5,3 millones de euros.

Los cachés de sus presentadores los ha negado RTVE -a través de su secretario general, Alfonso Morales- en las preguntas que se han planteado a través de Transparencia. En su última comparecencia parlamentaria, López se mostró desafiante ante las críticas que generó esta opacidad y afirmó que la corporación no va a participar en “el negocio” que se hace en este ámbito.

Defendió que su empresa publica los contratos que rubrica con sus productoras y eso es cierto, pese a no especificar la retribución de quienes participan en los programas. En el último listado difundido por RTVE, se observa que el programa de Andreu Buenafuente (El Terrat), que se estrenó el jueves con una cuota de pantalla del 12,8% y 1.233.000 espectadores, tiene un coste de 3 millones de euros.

En la parte alta de la lista también figura el contrato con La Cometa TV para la realización de Mañaneros, por 2,8 millones. Su formato 360 lo presenta Javier Ruiz, quien estaba llamado a ser uno de los rostros de referencia en la televisión que Carlos Núñez y José Miguel Contreras querían establecer dentro del Grupo Prisa. Su llegada a TVE ha incrementado la carga política en su franja matinal. Su audiencia media durante sus 12 primeras emisiones es del 10,5%, es decir, mejor de la que se había registrado desde el inicio de la temporada (8,9%).

David Broncano

Otra de las grandes apuestas de López fue La revuelta y es evidente que eso devolvió el access prime time de La 1 a los titulares tras varios años de resultados mediocres. El programa logró vencer en audiencia en dos meses a Pablo Motos, pero desde el inicio del año se ha desinflado. En abril (11,6%), marcó la peor audiencia desde su estreno y El Hormiguero incrementó su distancia con La 1 en esa franja hasta los 2,9 puntos.

La oposición parlamentaria ha criticado con dureza la línea editorial de los telediarios y los programas informativos de la primera cadena, aunque no puede decirse que este fenómeno sea nuevo. Con más o menos razón, ha sucedido en todas las etapas y bajo presidentes de todo color, aunque es evidente que cuestiones como que Javier Ruiz y Silvia Intxaurrondo adoptaran el término “sabotaje” para referirse a lo que sucedió en la infraestructura ferroviaria el domingo 4 de mayo puede hacer pensar al espectador que los programas informativos de la corporación siguen una línea progubernamental.

Los telediarios fueron segundos en abril, por detrás de Antena 3. No superaron la barrera del millón de espectadores de media (976.000), aunque ese dato estuvo influenciado por el apagón, como el del resto de las cadenas. Su cuota media de pantalla fue del 11% (10,3% hace un año), frente al 18,5% de Antena 3 (18,6%).

En paralelo, Mediapro factura a diario a RTVE por el programa Malas lenguas, presentado por Jesús Cintora. Su audiencia es mejor que la media de La 2, pero fracasó cuando se emitió de forma simultánea en La 1. El precio de este magacín -de canal temático- es de 2 millones de euros.