La relación entre Aitana y el youtuber Plex ha pasado de ser un rumor persistente a convertirse en un hecho prácticamente confirmado, gracias a una serie de encuentros captados por la prensa y descritos por testigos cercanos.

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Según informa Europa Press, la última cita de la pareja, ocurrida en la vivienda de la cantante en Madrid, refleja la combinación de pasión y cautela que ha caracterizado su incipiente romance.

Todo comenzó con una cena en el restaurante cubano Zara, ubicado en el céntrico barrio de Chueca. Según relatan fuentes presentes en el local, la pareja compartió "besos, arrumacos y miradas cómplices" durante la velada, rodeados de un grupo de amigos íntimos. 

Aitana lució un vestido de Vivienne Westwood en tono azul petróleo, con drapeados en la cadera y un escote asimétrico, acompañado de un bolso de Loewe y zapatos de plataforma, elección que reforzó su imagen de estilo audaz. 

Plex, por su parte, mostró una actitud "obnubilada" ante la artista, según testigos que describieron su comportamiento como el de "dos enamorados".

A pesar de la aparente espontaneidad, ambos optaron por salir del restaurante por separado, intentando eludir a los fotógrafos. 

Sin embargo, su estrategia de discreción se vio interrumpida al ser captados subiendo juntos a una furgoneta negra con cristales tintados, que los trasladó a la discoteca Vandido.

El ambiente festivo de la discoteca —donde reservaron una zona privada valorada entre 1.000 y 1.500 euros— dio paso a un momento de tensión. Según reveló el programa TardeAR, la pareja habría discutido después de que alguien intentara tomar fotografías sin autorización, lo que llevó a confiscar temporalmente los teléfonos de sus amigos. 

Este incidente, sin embargo, no impidió que horas más tarde Plex visitara el domicilio de Aitana, donde permaneció durante sesenta minutos antes de que la cantante acudiera a los ensayos de su próxima gira.

La mañana del miércoles 4 de junio, cámaras de Europa Press captaron al influencer llegando a la casa de Aitana en su furgoneta particular, minutos después de que ella regresara. Durante esa hora de intimidad, la artista aprovechó para supervisar la renovación de su jardín, donde operarios descargaban palmeras y un árbol de grandes dimensiones. 

Este detalle doméstico contrasta con la imagen mediática de la pareja, mostrando un lado más cotidiano de su relación.

Aunque ningún representante ha confirmado oficialmente el romance, la secuencia de eventos —desde viajes internacionales hasta estas citas madrileñas— sugiere una conexión que trasciende la amistad.

La estrategia de ambos para mantener su vida privada incluye el uso de vehículos con cristales oscuros y encuentros en espacios controlados, aunque las filtraciones a medios especializados siguen alimentando el interés público.

Mientras Aitana se centra en los preparativos de su gira y el lanzamiento de su álbum 'Cuarto azul', colaboración que incluye a Alaska, Plex continúa expandiendo su imperio digital, que cuenta con 14 millones de suscriptores en YouTube. 

Esta fusión entre el mundo de la música y el entretenimiento digital marca un nuevo capítulo en las relaciones públicas entre famosos, donde la discreción y las redes sociales coexisten en un frágil equilibrio.

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