Este domingo, el Gobierno de España se ha comprometido con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, a elevar su gasto en defensa hasta el 2,1% del PIB. Sin embargo, en la cumbre de La Haya, la OTAN ha planteado un objetivo del 3,5% del PIB y el presidente de Estados Unidos, Donald, Trump, ha exigido a los aliados atlánticos que sea el 5%. Para España, cualquiera de estos dos incrementos supondrían un gasto presupuestario extraordinario que amenazaría con tensionar el déficit, la deuda y el Estado de Bienestar.

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En 2025, España alcanzará el 2% del PIB, invirtiendo en total 33.123 millones de euros en defensa. Sin embargo, las nuevas exigencias de Trump están provocado un cisma entre España y EEUU y cumplir con sus imposiciones costaría adicionalmente a los españoles 107.200 millones de euros —si se incrementase el presupuesto en defensa un 1% anualmente hasta el 5% en 2028—, según los datos que ha publicado este miércoles Gestha, el sindicato de los técnicos del Ministerio de Hacienda.

Partiendo del Informe de Progreso Anual 2025 del Gobierno de España, Gestha ha calculado cuánto costaría para las arcas públicas un aumento del gasto en defensa hasta 2028 tomando como base el 2% que España ya ha alcanzado en el presente ejercicio. De esta forma, si España aumentase exclusivamente un 0,1% del PIB su contribución al presupuesto en defensa, esto acarrearía un coste adicional de 9.285 millones de euros hasta 2028.

Por su parte, en un escenario en el que progresivamente se alcanzase el 5%, en 2026 el gasto ascendería hasta el 3% —lo que representarían 50.068 millones—, en 2027 se elevaría hasta el 4% —es decir, 68.159 millones— y en 2028 se llegaría a la cifra que pide Trump, el 5%, lo que supondría un desembolso de 86.988 millones. Frente a un escenario en el que se hubiera gastado el 2% del PIB durante este periodo, la demanda de Trump costaría a los españoles 107.235 millones de euros adicionales, una cuantía que equivale a cuadriplicar el presupuesto de 2024 destinado a prestaciones por desempleo.

"Aumentar el presupuesto hasta el 5% supone tres opciones: quitar dinero de otras partidas del Estado de Bienestar, endeudarse o subir impuestos. Este acuerdo no tiene lógica económica, solo beneficia a EEUU, que es el mayor exportador de armas del mundo. Europa compra más del 50% de su armamento a los norteamericanos, un aumento del gasto en defensa supondría comprar más armas y con ello, enriquecer las arcas públicas de los estadounidenses", explica para este diario María Ángeles Ruiz Ezpeleta, profesora de EAE Business School.

En esta misma línea, Armando Jiménez San Vicente, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria señala a El Independiente que, en concreto, Europa compra el 63% del aramamento a Estados Unidos. "La estrategia de Trump en aumentar el gasto en defensa se alinea con la estrategia de los aranceles. Necesita reducir la deuda estadounidense, que a cierre de 2024 se situaba en 32,6 billones de euros. Son cifras inmensas. Por eso está presionando tanto a la Reserva Federal en reducir los tipos de interés... Necesita reducir la deuda", concluye Jiménez San Vicente.

EEUU es el tercer país que más gasta en defensa de la OTAN

En 2024, EEUU ha sido el tercer país que más ha gastado en defensa de los 30 países que conforman la OTAN. En concreto, un 3,38% del PIB, aunque es una cifra lejana del 5% que exige actualmente. De hecho, la economía que más se aproximaría a esta demanda sería Polonia (4,12%), seguida de Estonia (3,43%).

Por su parte, España se ha colocado en la última posición de la clasificación. Muy alejada del promedio de la OTAN (2,71%), en el pasado ejercicio ha destinado un 1,28% de su PIB. No obstante, desde 2021, España ha aumentado un 43,2% su gasto en defensa frentre a la media OTAN que es del 24,6%.

Aunque si algo tienen claro los ciudadanos españoles es que se resisten a incrementar el gasto en defensa si ello supone un aumento tributario. Solo un 10% de los españoles estaría dispuesto a pagar más impuestos para financiar un alza del gasto en defensa, según revela una encuesta publicada este miércoles por Funcas. De hecho, se trata de la política pública con menor respaldo social para ser reforzada vía fiscal. Muy por detrás de partidas como sanidad (46%), educación (40%), cuidados a mayores (33%) o pensiones (30%).

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