España ha registrado la primera muerte por mpox (antes conocida como viruela del mono) desde el año 2022, un suceso que ha vuelto a poner el foco sobre la importancia de la vigilancia epidemiológica y la protección de los grupos más vulnerables. Según informa EFE el fallecido es un hombre de entre 30 y 40 años, con infección por VIH en estado avanzado (sida) y que no había recibido la vacuna contra la mpox según consta en el último boletín epidemiológico del Instituto de Salud Carlos III.

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Un repaso a la situación actual de la mpox en España

Desde el inicio del brote mundial en 2022, España se ha consolidado como el país europeo con mayor número de casos notificados de mpox, superando los 8.800 positivos confirmados. De estos, la gran mayoría se registraron en el primer año del brote, pero en lo que va de 2025 ya se han contabilizado 273 nuevos casos, principalmente en las comunidades de Cataluña y Madrid.

El mecanismo de transmisión más frecuente es el contacto sexual, especialmente entre hombres que tienen sexo con hombres (HSH), quienes representan más del 70% de los casos. Sin embargo, también se han documentado contagios por contacto estrecho no sexual, aunque en menor proporción.

El hombre fallecido presentaba una inmunodepresión severa debido a una infección avanzada por VIH, lo que lo situaba en el grupo de mayor riesgo para desarrollar complicaciones graves de la mpox. La falta de vacunación fue un factor determinante en la evolución fatal del caso, lo que subraya la importancia de la inmunización en personas inmunodeprimidas y otros colectivos vulnerables.

Hasta la fecha, esta es la tercera muerte por mpox en España desde 2022, todas ellas en personas con factores de riesgo añadidos. La letalidad general de la enfermedad en Europa sigue siendo baja, pero se incrementa notablemente en pacientes con sistemas inmunitarios debilitados.

España sigue siendo así el país europeo con más positivos notificados, a día de hoy, se han confirmado un total de 8.811 casos, 7.521 de ellos el año que estalló el brote. En lo que va de 2025, se han contabilizado 273, por delante de Francia (4.487), Alemania (4.358) y Países Bajos (1.504), según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).

Estado de la vacunación y prevención

Uno de los datos más relevantes del último informe epidemiológico es que el 96% de los nuevos casos en 2025 se han producido en personas no vacunadas o cuyo estado vacunal es desconocido. Solo un pequeño porcentaje había recibido la pauta completa de vacunación, lo que evidencia la necesidad de mejorar la cobertura vacunal, especialmente en los grupos de mayor riesgo.

La vacuna contra la viruela humana ha demostrado ser eficaz como profilaxis pre y posexposición frente a la mpox, aunque la disponibilidad y el acceso siguen siendo retos en algunos contextos. Las autoridades sanitarias insisten en la importancia de la vacunación, así como en la vigilancia activa y el diagnóstico precoz para frenar la transmisión.

Aunque la mayoría de los casos de mpox cursan de forma leve y autolimitada, las complicaciones graves pueden incluir neumonía, sepsis, encefalitis y pérdida de visión. Estas complicaciones son más frecuentes en personas inmunodeprimidas o con otras comorbilidades. El tratamiento específico es limitado y, en España, solo el antiviral tecovirimat está aprobado para uso compasivo en casos graves.

A pesar de la disminución global de casos respecto a los primeros meses del brote, la mpox sigue siendo una amenaza para la salud pública, especialmente para los colectivos más vulnerables. La vigilancia epidemiológica se ha reforzado, pero las autoridades sanitarias insisten en que no se han observado cambios significativos en las características clínicas y epidemiológicas de la enfermedad desde 2022.

El caso reciente de fallecimiento en un hombre inmunodeprimido y no vacunado es un recordatorio de la importancia de la prevención, la vacunación y la protección de los grupos de riesgo. La experiencia española demuestra que, aunque la mpox no suele ser grave en la mayoría de los casos, puede tener consecuencias fatales en personas con sistemas inmunitarios debilitados, lo que exige mantener la alerta y las medidas de prevención.

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