La Policía Nacional detuvo este jueves en el aeropuerto de Santiago de Compostela a Gerelys Angélica Sánchez Reyes, sobre la que pesaba una orden de busca y captura por matar a otra en Filadelfia, en Estados Unidos. Según ha explicado el cuerpo policial, fue un ciudadano el que llamó a los agentes para afirmar que vió a la autora de un caso de asesinato en EEUU y que conoció a través de redes sociales, ya que era muy mediático.

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Ante esto, el Grupo de Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) inició las primeras gestiones con el objetivo de comprobar la veracidad de los hechos denunciados. Así, tras confirmar que eran ciertos contactaron con la Interpol para gestionar la emisión de una orden internacional de detención.

Asimismo, el padre de la víctima interpuso en Palma de Mallorca, donde reside, una denuncia de asesinato y señala que la autora podía estar escondida en Santiago de Compostela. Ante esto, los agentes comenzaron una investigación conjunta entre varias unidades de la Policía Nacional y, tras diferentes gestiones, obtienen las primeras imágenes de la fugitiva en España.

También comprobaron cómo Gerelys Angélica se hospedó en varios alojamientos de la ciudad. Con todo, los agentes realizaron diferentes gestiones para saber quién la acompañó, pero sin resultado. El 26 de junio localizan a la fugitiva que se desplazaba en un autobús para ir al aeropuerto. Una vez allí, la mujer esperaba para coger un vuelo con destino a Bruselas. De esta forma, los agentes, después de recibir la orden oportuna, procedieron a detener a la mujer cuando se disponía a subir al avión en el aeropuerto de Santiago.

Los hechos que se le imputan ocurrieron el pasado 5 de abril en Frankford Avenue de Filadelfia, cuando la fugitiva tras un altercado verbal con Yuleisy Carolina Torrelles-Martínez, ciudadana española, la apuñaló varias veces hasta matarla. Además, la presunta asesina intentó quemar el cuerpo de la víctima utilizando líquido inflamable y acelerantes. Al no conseguirlo, enrolló el cadáver en una cortina de ducha, escondió el cuerpo y se llevó el dinero y el pasaporte español de la víctima.

De esta forma, hizo uso del documento oficial para huir a Madrid, el día 6 de abril, vía Múnich. Los amigos de la víctima alertaron a las autoridades que llevaban varios días sin tener noticias de ella. Ante esto, los agentes entraron en la vivienda y encontraron el cadáver envuelto en la cortina de baño y oculto en el interior de un futón, presentando numerosas heridas de arma blanca.

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