Anita Williams está retomando su vida habitual tras su participación en Supervivientes, mientras intenta superar el abrupto final de su relación con José Carlos Montoya, quien, según ella, terminó las cosas sin darle explicaciones. En este momento, su prioridad es reconectar con su hijo, Thiago, de 3 años, después de más de tres meses lejos de él por haber estado Honduras.

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Según ha informado Europa Press, Williams, actualmente, compagina su rol de madre con sus apariciones televisivas —el viernes pasado, en el programa ¡De Viernes!, manifestó que, aunque aún siente algo por Montoya, está lista para seguir adelante si él no desea retomar el contacto— la influencer catalana parece considerar la posibilidad de escribir unas memorias. En este libro, detallaría su historia de amor con Montoya, abordaría su controvertido paso por La isla de las Tentaciones (donde fue infiel a Montoya con Manuel González en menos de 24 horas), y ofrecería su perspectiva sobre Supervivientes, donde muchos esperaban una reconciliación con el andaluz.

En esta potencial autobiografía, Williams también relataría aspectos difíciles de su juventud, su experiencia en prisión —donde estuvo 4 meses por suplantación de identidad—, su vínculo con el padre de su hijo, y el maltrato físico y psicológico que sufrió a manos de dos de sus exparejas.

"Escribo muchas cosas, pero no lo sé, tengo que pensarlo", respondió Williams cuando se le preguntó sobre la posibilidad de un libro, dejando abierta la puerta a esta idea.

Sin embargo, antes de embarcarse en ese proyecto, debe adaptarse a la vida después de Supervivientes, lo cual no está siendo sencillo. Ha compartido con sus seguidores que padece una molesta secuela: la falta de sueño. "No me acostumbro a este pelo ni a no dormir. Creo que ya no es jet lag, sino bastante insomnio", confesó en Instagram. También admitió que aún no se siente cómoda con el radical corte de pelo que Laura Madrueño le hizo en el reality a cambio de una lasaña y una videollamada con su hijo.

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