El Acuerdo de Schengen por el que se eliminan los controles fronterizos en un espacio que ahora abarca 29 países está en crisis justo cuando acaba de cumplirse su 40 aniversario. Polonia acaba de anunciar que va a reintroducir la vigilancia en los límites con Alemania y Lituania para prevenir "el descontrolado flujo de inmigrantes". Alemania lo hizo en 2023 por la misma razón.
La presión sobre los gobiernos de Friedrich Merz y Donald Tusk viene por parte de los populistas de Alternativa para Alemania y los polacos Ley y Justicia y Konfederacja que recurren al temor a las oleadas de migración para agitar a sus electorados. AfD es el principal partido de la oposición como consecuencia de los resultados de las elecciones del pasado 23 de febrero. Los conservadores de la Unión se niegan a pactar con la ultraderecha pero AfD marca la agenda sobre migración.
"Nuestra paciencia se está acabando", ha dicho Donald Tusk, primer ministro polaco al anunciar la medida este martes, después de un consejo de ministros. Entrará en vigor el 7 de julio. "Seguimos defendiendo la libertad de circulación en Europa, pero la condición es la voluntad compartida de todos los vecinos, [a través de] una acción simétrica y unida, para minimizar el flujo incontrolado de migrantes a través de nuestras fronteras", ha añadido.
Reacción frente a Berlín
Tusk ha criticado anteriormente las acciones del Gobierno de Merz, que renovó los controles y las expulsiones en mayo, en plena campaña electoral en Polonia. La migración es uno de los temas recurrentes de los partidos ultraconservadores y populistas. El 1 de julio lograron una victoria al conseguir que el candidato apoyado por Ley y Justicia (PiS), Karol Nawrocki, ganara las presidenciales.
El primer ministro polaco ha dicho que había hablado varias veces con el canciller alemán, "informándole de que la paciencia de Polonia en este asunto se está agotando, especialmente tras los cambios en las prácticas que dificultan determinar si las personas que regresan a Polonia deben ser enviadas aquí".
En el transcurso de 14 meses, entre enero de 2024 y febrero de 2025, Alemania devolvió a Polonia a más de 11.000 migrantes que habían cruzado ilegalmente la frontera entre Polonia y Alemania. Ya con el Gobierno de Merz la policía federal alemana ha rechazado a 6.193 migrantes en las fronteras terrestres, según un comunicado del que se hace eco la agencia Efe.
Muchos de los repatriados son ucranianos. Otros son no europeos, procedentes de Asia y África, que han solicitado asilo en Polonia, y deberían esperar allí la resolución del caso, o simplemente han pasado por el país tras entrar irregularmente en la UE.
En marzo, Tusk advirtió de que Polonia podría dejar de cumplir los acuerdos que permiten tales devoluciones. Los controles con Lituania se deben a que algunos migrantes que entran irregularmente en Letonia y Lituania a través de la frontera con Bielorrusia se dirigen posteriormente hacia el oeste a través de Polonia.
Ua bomba en manos de los populistas
Tusk también reiteró sus críticas a la oposición populista del PiS y Konfederacja por apoyar las llamadas "patrullas ciudadanas" que se han reunido en el lado polaco de la frontera alemana con el objetivo de impedir el regreso de los migrantes. Para Tusk, es "vergonzoso y escandaloso… apoyar a activistas que perturban el trabajo de los servicios estatales, como la guardia fronteriza, incluyendo ataques a los agentes".
Ley y Justicia (PiS) y Konfederacja), de extrema derecha, sostienen que los ciudadanos se han visto obligados a tomar cartas en el asunto debido al fracaso del Gobierno a la hora de plantar cara a Alemania en defensa de los intereses de Polonia. Tanto la migración como la animadversión hacia Alemania son temas que manejan en Polonia estos partidos populistas contra el Gobierno que encabeza el liberal Donald Tusk.
"La frontera occidental de Polonia está dejando de existir", advirtió la semana pasada Mariusz Błaszczak, dirigente del PiS. Sławomir Mentzen, líder de Konfederacja, acusó a la guardia fronteriza polaca de cooperar con Alemania en la aceptación de migrantes ilegales.El Gobierno ha condenado esos ataques. "No se juega con la seguridad de Polonia. No es el momento ni el lugar para ese tipo de acciones", declaró Tomasz Siemoniak, ministro del Interior de Polonia.
La victoria del conservador Nawrocki ha dado alas al PiS y Konfederacja que ven este triunfo como la antesala de lo que puede suceder en las legislativas de 2027. Donald Tusk reaccionó convocado una moción de confianza el pasado 11 de junio. Logró superarla y prometió que iba a acelerar las reformas. Está previsto que realice un cambio de gobierno a mediados de julio.
Pero Tusk sabe que la oposición va a aprovechar cualquier ocasión para crear confusión y trasladar la idea de que no hay control sobre las fronteras y excesiva condescendencia con Alemania. El ideólogo del PiS, Jarosław Kaczyński, que acaba de ser reelegido como líder del partido, está lanzado a recuperar el poder que perdieron como consecuencia de los resultados de las elecciones del 15 de octubre de 2023. Si pactaran el PiS y Konfederacja, tendrían opciones de poder gobernar, según la actuales encuestas, pero son dos partidos que compiten entre ellos en realidad.
Te puede interesar
2 Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registradoLo más visto
hace 8 horas
Javier García del Castillo, totalmente de acuerdo con usted.
hace 11 horas
Se llama abiertamente populista al que aplica sentido común, y no se le llama populista a los ecologistas radicales que despues a escondidas suben el consumo del cabón para obtener energía, a los que aceptan la inmigración ILEGAL (ilegal, leñe, que lo dice el nombre) y esconden en todas las estadísticas lo problemas asociados a la misma, a los que aplican las mismas normas a todas las regiones de Europa aunque no tengan nada que ver unas con otras, etc, etc. Por mal camino va Europa. Se está autodestruyendo con tanta estulticia.