“Esta es la carta que he enviado al comité del premio Nobel. Es para nominarte al Nobel de la Paz, que te mereces mucho y deberías conseguir”. “Viniendo de ti en particular, esto significa mucho. Muchas gracias, Bibi”. “Gracias por todo lo que haces”. Estas son las primeras palabras que han intercambiado el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respectivamente, en la noche de este lunes -la madrugada del lunes en España-.

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Es la tercera vez que el israelí visita la Casa Blanca durante este, el segundo mandato de Trump, y esta vez lo ha hecho mientras los negociadores de Israel viajaban a Qatar para negociar de forma indirecta con Hamás los posibles detalles de un acuerdo, ha publicado el New York Times.

Trump había insistido que quiere conseguir un alto el fuego en Gaza, como prometió durante la campaña electoral, y había creado fuertes expectativas, asegurando que Israel y Hamás podrían llegar a un nuevo acuerdo de alto el fuego esta misma semana. Pero la gran pregunta del día era si realmente puede conseguirlo y qué puede ofrecer a cambio para que Netanyahu pueda venderlo en casa como una victoria y no lo perciba como una derrota.

Hasta el momento, Israel y Hamás solo se han puesto de acuerdo para altos el fuego cortos, el último de ellos en marzo, que han servido para el intercambio de prisioneros y rehenes. Y a la vista está que las expectativas de Trump no siempre se cumplen, aunque ahora ambas partes pueden necesitar más un parón.

Pero Netanyahu no ha venido a Washington pensando en darle a Trump esa ansiada paz.

“Creo que la alianza entre Israel y Estados Unidos, la alianza entre el presidente Trump y yo, ha provocado una victoria histórica. Es una victoria increíble”, ha insistido Netanyahu en su intento de mostrar sintonía con el estadounidense. El israelí mostró desde el primer momento que no había acudido a la capital americana con la intención de comprometerse a dejar de atacar Gaza, como aspiraba Trump, pero tampoco ha esquivado el tema. 

“Trabajamos en la paz con nuestros vecinos palestinos, aquellos que no quieren destruir, y elaboramos un plan donde nuestra seguridad, la soberanía de la seguridad, siempre esté en nuestras manos”, ha dicho antes de empezar a cenar con el estadounidense, sentados ambos, junto a sus equipos, a la mesa. Netanyahu ha afirmado que los palestinos deben poder “gobernarse a sí mismos”, siempre y cuando ninguno amenace a Israel. 

“Eso significa que ciertas competencias, como la seguridad general, siempre estarán en nuestras manos, eso es un hecho, y nadie en Israel aceptará nada diferente porque no nos suicidamos. Queremos la vida, valoramos la vida para nosotros mismos y para nuestros vecinos, y creo que podemos lograr la paz entre nosotros y todo Oriente Medio con el liderazgo del presidente Trump y trabajando juntos”.

Si los palestinos quieren "deberían poder irse"

“La gente dirá que no es un Estado completo. No es que no nos importe, pero juramos que nunca más. Nunca más es ahora. No volverá a suceder”. Netanyahu también ha aplaudido la idea de Trump de que los palestinos salgan de Gaza y sean reubicados, porque, en su opinión, “eso se llama libertad de elección”. “Si la gente debe quedarse, pueden quedarse, pero si quieren irse, deberían poder irse”.

Antes de encontrarse con Trump, Netanyahu se ha reunido con el enviado especial de Trump a Oriente Medio, Steve Witkoff; y con el secretario de Estado y asesor de seguridad nacional Marco Rubio.

Israel ya había dejado claro que quiere seguir combatiendo hasta acabar del todo con Hamás, y Hamás, que rechaza entregar al resto de rehenes hasta que Israel retire a sus soldados y acepte dejarle controlar Gaza. Asimismo, el grupo busca que los esfuerzos de Trump de paz no sean solo temporales, sino que realmente acaben con la guerra. 

En lo que va de conflicto, más de 57.000 personas han sido asesinadas en Gaza, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, cifra que incluye a civiles y a combatientes. Por otro lado, Netanyahu quiere continuar atacando Irán, lo que también choca con el deseo de Trump de conseguir una salida diplomática a ese otro conflicto.

Conversaciones nucleares con Irán

Trump también había creado expectación con respecto a un posible acuerdo con Irán, sobre el que aseguraba que EEUU estaba trabajando con Israel. Pero Estados Unidos ya afirmó que estaba tratando de llegar a un acuerdo nuclear con Irán y después lo bombardeó -aunque no está claro cuánto consiguió destruir el ataque, ni cuándo podría volver Irán a enriquecer uranio-, con lo que la credibilidad de Trump ha quedado aún más tocada.

Junto a Netanyahu, el estadounidense ha vuelto a comparar la decisión de bombardear Irán con la de lanzar las bombas atómicas contra Japón en la Segunda Guerra Mundial, que tomó su predecesor Harry Truman. “Y la foto de Truman ahora está en el hall, en una localización buena, porque paró un montón de combates, y esto ha parado también un montón de combates”.

Armas a Ucrania

Por otro lado, el estadounidense ha contestado a algunas preguntas de la prensa, y ahí ha asegurado que EEUU está listo para enviar más armas a Ucrania, pese a que la semana pasada canceló parte de esos envíos. “Vamos a enviar más armas. Tenemos que hacerlo porque tienen que poder defenderse”, ha dejado claro el presidente.

“Los ucranianos están recibiendo fuertes ataques ahora. Están recibiendo fuertes golpes. Tendremos que enviar más armas, principalmente armas defensivas, porque mucha gente está muriendo en este desastre. Estoy deteniendo guerras. Detengo guerras porque detesto ver morir a gente. No son estadounidenses, los que están siendo asesinados allí son todos rusos y ucranianos, 5.000, quizás 7.000 la semana pasada. 7.500 la semana anterior, en su mayoría soldados, pero la gente en pueblos y ciudades está siendo atacadas. Y si puedo detener eso… tienen padres, hermanas y hermanos”, ha remarcado.

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