"Hace 30 años no supimos evitar el genocidio de Srebrenica. Hoy nos inclinamos ante las víctimas. La mejor forma de honrar su memoria es parar el otro genocidio que se está cometiendo ahora en Gaza.". Así de categórico se ha expresado este viernes Josep Borrell, el que fuera hasta hace unos meses el jefe de la diplomacia de la Unión Europea.

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Unas 150.000 personas han participado este viernes en la conmemoración del 30 aniversario del genocidio de Srebrenica. Unos actos en los que se ha denunciado precisamente que la comunidad internacional falló al no impedir el crimen en el que más de 8.000 hombres y niños bosnios musulmanes fueron asesinados por fuerzas serbobosnias.

Los restos de siete víctimas de la masacre de más de 8.300 civiles musulmanes el 11 de julio de 1995 ha sido enterrados hoy en el cementerio del Memorial de Srebrenica-Potocari, situado en el este de Bosnia Herzegovina, durante la ceremonia de conmemoración.

Aún hay 7.581 personas desaparecidas durante la guerra de Bosnia (1992-1995), de las que se estima que unas mil pudieron haber sido asesinadas en la matanza de Srebrenica, ha indicado en el acto Emza Fazlic, portavoz del Instituto para las personas desaparecidas de Bosnia-Herzegovina. Más de 6.700 han sido sepultadas en el cementerio de Potočari hasta ahora, informa Efe.

En contra del negacionismo del genocidio

Como cada año, la ceremonia estuvo acompañada por la Marcha de la Paz, en la que miles de personas recorren a pie cerca de 100 kilómetros por el mismo camino que tomaron los supervivientes en su huida hacia zonas seguras hace tres décadas. Este año, más de 6.600 personas participaron en la marcha.

Líderes internacionales asistieron al acto central, entre ellos el presidente del Consejo Europeo, António Costa, y representantes diplomáticos del Reino Unido, Países Bajos, Alemania y otros países europeos. En sus intervenciones, reafirmaron el compromiso de Europa con la verdad, la justicia y la memoria, y condenaron firmemente el negacionismo del genocidio, que sigue presente en algunos sectores políticos y sociales de la región.

Munira Subašić, presidenta de la asociación Madres de Srebrenica, lanzó un emotivo mensaje durante la ceremonia, advirtiendo que “el odio que llevó al genocidio sigue vivo” y llamó a las autoridades internacionales a no mirar hacia otro lado frente a las injusticias actuales. “Europa debe despertar”, dijo entre lágrimas.

En actos paralelos celebrados en otros países, el Parlamento alemán dedicó una sesión especial a la fecha. Aunque la mayoría de los representantes reafirmaron la responsabilidad de mantener viva la memoria de Srebrenica, sectores de la ultraderecha volvieron a cuestionar la calificación de genocidio, generando polémica y rechazo.

La fecha adquiere una relevancia especial este año, tras la resolución adoptada en 2024 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, que declaró el 11 de julio como Día Internacional de Reflexión y Conmemoración del Genocidio de Srebrenica. Es el único crimen de estas características reconocido como genocidio por tribunales internacionales en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

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