Un indulto más y un nuevo desprecio. Con motivo del aniversario de su ascenso al trono, Mohamed VI ha vuelto a despachar su perdón real. En esta ocasión 19.673 personas condenadas, entre ellas 23 sentenciadas a muerte, han sido indultadas total o parcialmente. Pero en el listado no figuran quienes el monarca alauí ha convertido en sus principales enemigos: el exministro Mohamed Ziane, de 83 años y uno de los presos más viejos del mundo, y Naser Zefzafi, líder del Movimiento Hirak del Rif, y sus principales colaboradores. Todos han sido condenados por su activismo político y sus críticas pacíficas al régimen marroquí.

"Es la prueba de que no tienen ninguna voluntad política de solventar estos casos", arguye una fuente cercana a Ziane en conversación con El Independiente. Desde el Partido Nacional Rifeño también han denunciado que los manifestantes rifeños tampoco han sido agraciados con el indulto. "Cada año, el régimen marroquí anuncia indultos reales. Este año, violadores, asesinos, traficantes y corruptos vieron sus penas reducidas o anuladas. Una generosidad que habla mucho. Sin embargo, los presos políticos rifeños siguen tras las rejas. Excluidos deliberadamente, como si su dignidad molestara. Como si exigir derechos fuera un crimen imperdonable", denuncia la formación.

Al calor de de la bautizada como fiesta del Trono, que conmemora el 26 aniversario de su entronización, Mohamed VI ha concedido más de 19.000 indultos. Entre ellos, figura un perdón excepcional a otras 17.258 personas condenadas: 17.121 recibieron la remisión del resto de su pena; 114 vieron conmutada la cadena perpetua por una pena menor; y 23, la pena de muerte por cadena perpetua. Además, también han resultado beneficiadas 2.415 personas condenadas, de las cuales 2.239 están encarceladas. De ellas, a 2.218 se les ha proporcionado una condonación parcial de la condena.

Ziane, cada vez más deteriorado

Nada, en cambio, para los principales rostros de la represión política en Marruecos. Y eso a pesar de que la salud de Ziane es cada vez más quebradiza y corre el riesgo de morir entre rejas. "Físicamente ha perdido mucho peso. No pesa más de 55 kilos porque no puede comer la comida de la prisión. Es incomible y la administración no le autoriza a que se le proporcione comida de fuera", alegan en su entorno. "Por lo demás, está convencido de sus ideas".

Mohamed VI no le perdona las palabras que pronunció en las páginas de El Independiente, cuando le llamó abiertamente a abdicar y optar por una vida despreocupada y de placeres, lejos del poder y de Marruecos. Ziane, de madre malagueña, fue un influyente ministro en tiempos de Hasán II. A pesar de las solicitudes de su familia española alegando razones humanitarias y su avanzada edad, Rabat ha ignorado las súplicas para que lo libere.

Apodado el "preso más viejo del mundo", lleva tres años en prisión y le quedan otros cinco en el horizonte después de que el año pasado un tribunal le condenara a un lustro de prisión por el "desvío de fondos electorales públicos” del Partido Liberal de Marruecos, un cargo que él niega. "Algunos dicen que han sido los responsables del aparato de seguridad los que se han opuesto a su liberación, pero tememos que sea el rey el que no quiere su excarcelación por las declaraciones que hizo en El Independiente", explicaron el año pasado allegados a Ziane, que -pese a su reclusión y a las denuncias de que le prohíben acceso a libros, periódicos e incluso material para escribir- insiste en sus palabras y su preocupación por la deriva del país vecino.

El desprecio del majzén, el círculo que rodea al monarca alauí y que toma las decisiones en sus largas ausencias del país, también alcanza a alguno de los disidentes que una vez Ziane defendió como letrado frente a los tribunales del país. El más destacado de los olvidados por la gracia real es Naser Zefzafi, el líder del Movimiento Hirak del Rif, el rostro que lanzó el mayor órdago al reinado de Mohamed VI en el otoño de 2016 con multitudinarias protestas en la región norteña del Rif.

El levantamiento tuvo como detonante la brutalidad policial que segó la vida de Mouhcine Fikri, un pescadero triturado por un camión de basura activado por un agente cuando trataba de recuperar el pescado que le habían confiscado las autoridades. Y prendió sobre la base de décadas de marginación. La represión del régimen marroquí fue despiadada: cientos de personas fueron detenidas. Zefzafi fue detenido en mayo de 2017 y condenado a 20 años de cárcel.

"Un Estado que protege a violadores"

Tampoco han resultado indultados algunos de sus colaboradores en las revueltas como Mohamed Jelloul (10 años), Nabil Ahamjik (20 años), Mohamed Haki (15 años), Samir Iguid (20 años) y Zakarias Adahchur (15 años), detenidos en 2017 y condenados un año más tarde por "atentar contra la seguridad del Estado", entre una retahíla de cargos que las organizaciones de derechos humanos internacionales consideran fabricadas y destinados a ahogar la indignación popular.

Desde el Partido Nacional Rifeño, fundado en 2021 en París, insisten en que "el mensaje es claro": "En Marruecos, es mejor violar que luchar. Mejor corromper que resistir. Mejor matar que reclamar la libertad de tu pueblo". "Esta política vergonzosa revela el verdadero rostro del régimen: un sistema autoritario donde la injusticia es institucional, y la represión del Rif es doctrina estatal", agregan. A su juicio, "los indultos selectivos no son errores, son decisiones deliberadas". "Refuerzan una jerarquía inmoral: los criminales 'perdonables' y los rifeños libres como amenaza permanente".

"El pueblo rifeño no olvidará. Cada exclusión fortalece nuestra determinación. Cada injusticia agranda la brecha entre el Rif y este régimen colonial opresor. Un Estado que protege a violadores y condena a resistentes no es un Estado de derecho. Es un Estado canalla".

"Lo que pasa en Marruecos me recuerda al garrote vil"

El perdón real ha ignorado, además, a los presos saharauis que permanecen en cárceles marroquíes, algunos de ellos condenados a décadas entre rejas. Siguiendo la misma pauta que hace un año. Ya entonces la oposición y los defensores de derechos humanos marroquíes coincidieron en calificar de "incompleto" el indulto de Mohamed VI, calificado por el Gobierno como "un gesto de humanidad".

A principios de 2024 Ziane rompió su silencio, forzado por su reclusión, y en unas declaraciones a este diario volvió a cargar contra ese establishment que reina en Marruecos y ahora le niega el indulto. “Lo que pasa en Marruecos no es propio del siglo XXI. Esto es el franquismo duro. Me recuerda al garrote vil al que fui condenado en España”, denunció Ziane, el hijo de una malagueña y un marroquí que está cada vez más convencido de que morirá en prisión.