A falta de que el Consejo de Ministros de forma este martes a las nueve medidas anunciadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la intención de prohibir entrar en España a "todos los que participen de forma directa en el genocidio, la violación de los derechos y crímenes de guerra en la franja de Gaza" cobra relevancia —entre otros factores— de cara a este fin de semana. Vox vuelve a conjurar a todos sus socios internacionales y a los de Patriotas por Europa en una nueva edición de su cumbre internacional fetiche en Vistalegre.

Por ahora, solo se conoce que asistirá Javier Milei, el presidente de Argentina. Se espera la presencia de representantes de todas las delegaciones que componen Patriotas, incluida la francesa Marine Le Pen o el primer ministro húngaro, Viktor Orbán. La duda es si entre la lista de invitados se encuentra el partido de Benjamín Netanyahu, el Likud, como ocurrió en la anterior edición. Las palabras de Sánchez dan a entender un veto formal a los miembros del Gobierno de Israel que aún no se ha matizado. La respuesta de éste, vetando el acceso al país a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y a la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego —de ascendencia palestina— orientan hacia ese punto.

En el último año la relación entre Vox y las filas de Netanyahu se han reforzado con notoriedad. Especialmente con la apertura de la invasión israelí en Gaza y el enfrentamiento con Hamás que ha derivado en constantes ataques a civiles en lo que desde la comunidad internacional y ahora el Gobierno español definen como "genocidio". En concreto, esa afinidad llevó al ministro de Asuntos de la Diáspora y Lucha contra el Antisemitismo, Amichai Chikli, a participar en el VIVA24, también celebrado en la antigua plaza de toros, con el Gobierno en su punto de mira después del reconocimiento del Estado de Palestina.

Tras la presencia en ese mitin, Abascal viajó en los días siguientes a Jerusalén para reunirse con Netanyahu. En diciembre de 2023 ya visitó el país para recorrer uno de los kibutz afectados por el golpe de Hamás al inicio del conflicto, en Nir Oz. Se han sumado visitas de delegaciones de Vox Europa.

La intención de Vox es ir desvelando el listado de participantes según avanza la semana, para generar atención en el evento y expectación entre sus simpatizantes y militantes. Los detalles solo lo conocen en Bambú, que por ahora se blinda. Preguntados por la participación nuevamente de Chikli o de algún otro representante del Gobierno de Israel —el Likud es asociado externo al ex grupo europeo de Vox, el de Giorgia Meloni, los Reformistas y Conservadores Europeos—, distintas fuentes de Vox o de la Fundación Disenso guardan silencio. Otras aseguran que la lista de intervenciones de la jornada del domingo, que será la más potente, está por definirse. Como mucho se cerrará este martes.

Antes del cierre de esta edición estas fuentes nacionales de Vox aseguran que "a día de hoy no está confirmada la presencia de ningún miembro del gobierno israelí". Cargos medios del partido, ante la consulta de El Independiente radican en que mientras el desarrollo del sábado es conocido —una jornada dedicada a mesas de debate o como pasatiempo para las familias, con venta de merchandising—, lo que ocurra el domingo sigue siendo "sorpresa". Sí que reconocen que hay posibilidad de que Chikli acabe estando entre los invitados "como el año pasado".

Fuentes de la embajada de Israel en Madrid tampoco saben determinar si habrá presencia en ese acto: "No nos han confirmado nada. Ni desde el Gobierno ni desde Vox". Consultados por si estiman que esa prohibición a los que "participen directamente" en las operaciones en Gaza suponen un veto claro a los miembros del Ejecutivo de Netanyahu, esas mismas fuentes declinan posicionarse. Primero, por la delicadeza del asunto. Segundo, porque no hay nada escrito oficialmente, solo la comparecencia y las palabras de Sánchez. Esa prudencia también se aprecia dentro del Gobierno español. Se aboga por esperar a los acuerdos que salgan del Consejo de Ministros. Así lo comunican desde el ala de Sumar y fuentes socialistas de Moncloa.

Vox espera una confirmación israelí

La alusión desde Vox a que no ha habido una confirmación desde el Gobierno israelí da a entender que ha habido una invitación, una propuesta para asistir. No es de extrañar. En febrero de este año, de hecho, después de una amistad previa, la Embajada de Israel de España estableció formalmente relaciones con Vox. Al mismo tiempo lo hacía por sus respectivas embajadas en Francia con la Agrupación Nacional de Le Pen y en Suecia con los Demócratas Suecos, todo pese al pasado antisemita de ambas formaciones. Con otras formaciones se hará a cuentagotas. No, por ahora, con la alemana AfD o el FPÖ austriaco, que a día de hoy o tiene elementos neonazis dentro de sus organizaciones o coquetean con la tendencia. En esos tres primeros casos, incluyendo el de Vox, fue una orden directa del ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Saaar.

Por otro lado, la interacción ente Chikli y Vox es periódica. Se ha acentuado en diversos momentos, sobre todo cuando Vox cuestionaba las posiciones de PSOE y de Sumar desde el Gobierno contra el genocidio israelí. Recientemente, durante el festival de Eurovisión, en la que RTVE emitió un comunicado de condena al esa intervención militar y los crímenes humanitarios del Gobierno de Netanyahu, el apoyo masivo del tele-voto a la representante de Israel fue utilizado por Chikli para arremeter contra Sánchez. "Parece que los españoles han hablado y la bofetada la hemos escuchado hasta en Jerusalén", escribió en X el ministro para la Diáspora contra el presidente y los suyos.

Esa interacción se volvió a dar durante el lunes y tras la batería de medidas del Gobierno. En su perfil de X el ministro israelí reposteaba una publicación de Abascal en la que el dirigente de Vox achacaba el pronunciamiento de Sánchez "para tapar que su mujer, imputada por robar, declara ante el juez esta misma semana". Abascal siguió la postura del Gobierno de Netanyahu, que llamó a Sánchez y los suyos "corruptos" y "antisemitas". También compartía otra publicación de Abascal en la que afirmaba que "mientras Sánchez hablaba como el portavoz de Hamás, Hamás asesinaba a un español en Jerusalén" después de un ataque a tiros.

En el caso de que, de haber intención, el Gobierno de Sánchez precise que no puede producirse una entrada de Chikli u otros ministros, el israelí tendría que intervenir por video en Vistalegre como en el pasado han hecho otros socios que han excusado su ausencia.

Figuras del Gobierno de Netanyahu como Chikli vienen definiendo a Sánchez como un líder "comunista" al mismo nivel que Lula da Silva en Brasil o como el difunto Hugo Chávez en Venezuela. Extienden esa crítica a Díaz o Rego por sus declaraciones a favor de Palestina. Igualmente, niega la solución por la que aboga el Gobierno de España. Además de ese entendimiento con Vox, Chikli trasladó en una entrevista con el El Independiente su deseo de tejer buenas relaciones no solo "con la extrema derecha sino también como partidos como el PP en España, que son moderados". Sin embargo, habló directamente de la líder popular madrileña, Isabel Díaz Ayuso. De momento, no ha habido reuniones directas, solo con el representante del PP en el Parlamento Europeo, Antonio López-Istúriz".