Las relaciones policiales entre España y Marruecos atraviesan su mejor momento. El resultado se manifiesta, sobre todo, en el sur de la península. En cuatro meses, la Policía Nacional ha intervenido 50 toneladas de hachís, según revelan distintas fuentes a El Independiente. La cantidad crece en cinco mil kilos más si se cuenta la cocaína. La colaboración con el reino alauita ha sido clave, y los mandos consultados no dudan en calificar de "momento dulce" el intercambio de información entre los dos países.

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Marruecos es uno de los mayores productores del mundo de hachís. El norte de África alberga grandes plantaciones, muchas veces controladas por organizaciones criminales de todo el mundo. En los dos últimos años, la colaboración con las autoridades españolas ha ido en aumento, siendo especialmente "fluida" en los últimos cuatro meses, en los meses del pasado verano.

Fruto de este trabajo han sido las últimas dos grandes operaciones, entrelazadas entre sí, que los agentes de la Policía Judicial han llevado a cabo. El resultado es la aprensión de 20 toneladas de costo que tenía como destino distintos puntos de Europa. Al menos dos grupos criminales estarían involucrados, y se ha detenido a 20 personas de nacionalidad marroquí, española y neerlandesa, por el momento.

En este caso, la mercancía estaba oculta entre pimientos que venían en camiones procedentes de Marruecos. Los investigadores se sorprendieron con el formato en el que la droga estaba envuelta. Entre los fardos, las pastillas estaban cubiertas con papeles de colores y llamativos. "Buscan llegar al público joven, que es quien más suele consumir esta sustancia", explican.

Estos grupos tenían una infraestructura en la zona sur de la península para llevar a cabo la recepción de los vehículos y su traslado bajo vigilancia a un lugar seguro donde la extraían para su distribución a otros puntos de Europa. Los vehículos llegaron a través del Puerto de Algeciras y los interceptaron en Cádiz y en Granada tras un recorrido protegido por otros turismos lanzadera que realizaban labores de vigilancia para custodiar el estupefaciente y alertar de controles policiales.

Nuevos grupos de fuentes

El Ministerio del Interior ha decidido aumentar la presión contra los narcos. El aumento de la presión policial en el Guadalquivir, que se había convertido en una autopista de cocaína, ha llevado a las organizaciones a retomar con mayor fuerza las vías terrestres. Es el caso de las 20 toneladas de hachís intervenidas la semana pasada.

Además, según ha podido saber El Independiente, desde agosto la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Oriental ha puesto en marcha nuevos grupos de análisis de información y fuentes. Están integrados en los equipos antidroga (UDYCO), y dependen de las comisarías provinciales y de las brigadas de Policía Judicial.

Estos equipos están desplegados por toda la zona este de la comunidad autónoma, aunque el más importante está en Málaga. La Costa del Sol se ha convertido en la zona cero de grupos criminales de todo el mundo. Han encontrado un hueco donde llevar a cabo sus operaciones y sentirse seguros. Prueba de ello es el aumento de los tiroteos en la zona de Marbella, Mijas y Fuengirola, un territorio que a veces se extiende hasta Estepona, frontera con Cádiz.

"Los equipos se han profesionalizado, ya no son tan individuales, así se evitan riesgos", resume un mando consultado. Ahora, estos grupos de fuentes y análisis de información los integran varios agentes. Eso asegura contrapesos, y "previene la corrupción". Es más complicado corromper a varios policías a la vez que a uno solo. Los jefes consideran "clave" la creación de estos grupos para "futuras investigaciones".

La 'narcoboda'

El "momento dulce" con Marruecos ha coincidido con la celebración de la 'narcoboda' de Moussa Falkoun, celebrada a finales de agosto a 40 kilómetros de Melilla, como desveló este periódico. Las fuentes consultadas desligan que las relaciones estén "en su mejor momento de los últimos años" con el festejo.

El enlace fue retransmitido por distintas cuentas de Instagram y TikTok. En las imágenes se podían ver bandejas de langostas y marisco, lluvia de billetes de 50 euros, invitados con pasamontañas y Kalashnikov en ristre o una comitiva de todoterrenos y coches de lujo sin matrícula.

"Entre los asistentes al evento se encontraban celebridades destacadas, políticos y algunas figuras del mundo del crimen y el tráfico de drogas, especialmente de los Países Bajos y Bélgica", explicaron distintas fuentes policiales. Cuerpos de seguridad de toda Europa se interesaron por el evento, sobre todo para poner rostros a los invitados. Muchos de ellos forman parte de las cúpulas de distintas organizaciones y llevaban años en paradero desconocido.

Fuentes marroquíes consultadas por El Independiente señalaron entonces que los ecos de los festejos llegaron a oídos de Abdellatif Hammouchi, jefe de la Dirección General de la Supervisión del Territorio (DGST), la inteligencia interna de Marruecos. La Brigada Nacional de Policía Judicial de Casablanca lanzó dos redadas que condujeron a la detención de 34 personas. También incautaron distintas armas de fuego. Semanas después también cayó el novio, el narcotraficante Moussa Falkoun.

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