Tendrían que pasar 27 años desde la muerte de Franco para que llegara al mundo Isabel Peralta. Tres décadas de transformación que, sumados a los 23 que cuenta el DNI de esta joven española, alcanzan el medio siglo que más ha cambiado a nuestro país. Una España que pese a su afición a la autoflagelación ha protagonizado un cambio social meteórico reconocido y reconocible internacionalmente.
Isabel Peralta se hizo famosa por sus mensajes contra los judíos y abiertamente filonazis en un acto de homenaje a la División Azul. Ha sido condenada por la Audiencia Provincial de Madrid a un año de prisión y una multa de 1.080 euros por un delito de odio, por un acto organizado frente a la embajada de Marruecos. Su ideología nazi le ha costado ser expulsada de trabajos y, en parte, de su familia.
Ahora es miembro de Núcleo Nacional, un colectivo creado en 2024 que aglutina a varios grupos de ultraderecha. Asegura que no es líder de esta organización, y nos atiende en calidad de portavoz, nos enseña las instalaciones de lo que asegura que es “una asociación de carácter deportivo y cultural que engloba o abarca a personas que vienen de varios tipos de corrientes ideológicas”.
El resto de España los conoce por sus recientes manifestaciones con escenificación fascista por las calles de Madrid. Van encapuchados y airean proclaman nostálgicas por el centro de Madrid. Un puesta en escena impactante que ensayan en su local. Entrevistamos a Peralta durante el traslado del cuerpo de José Antonio Primo de Rivera desde el Valle de los Caídos, entonces se autodenominaba fascista ahora es "nacionalsocialista". ¿Y Núcleo Nacional es nacionalsocialista ? "La organización tiene unos valores muy claros que son sangre y suelo".
Nos advierte que los que la entrevistan suelen insultados en redes sociales, pero queremos saber qué se predica detrás de la parafernalia escénica de la organización y cómo ven el ecosistema de la ultraderecha, que 50 años después de la muerte del dictador sigue viva.
Pregunta: ¿Qué papel puede desempeñar vuestra organización en el contexto actual, en el que las formaciones y partidos de derecha están en auge?
Respuesta: Muchas personas nos acusan de ser agitadores, de buscar o tener como objeto sembrar el caos en la sociedad, generar odio. Realmente yo creo que cuando la verdad es perseguida es negada incluso por aquello que se llama día de ciencia, cuando está penado por ley, eh, verdades. inmanentes a la naturaleza humana, que antes, en otras épocas, eran tomadas como valores absolutos. Yo creo que nuestra doctrina política simplemente viene a ser un poco la voz de de la razón, de la naturaleza. Entonces, creo que nuestro papel es ese, es ser una contraposición a las fuerzas eh políticas que intentan destruir la justicia, la verdad y la propia naturaleza. Ese creo que es nuestro papel a día de hoy.
P: En relación con otros partidos, como Vox, ¿Qué posición mantiene vuestra organización, cómo lo veis?
P: Partimos de la base de que Vox es un partido democrático, plenamente adaptado a la Constitución y construido sobre sus preceptos. Por esa razón, es esencialmente contrario a nosotros. Quien se adscribe al sistema parlamentario actual debe aceptar principios incompatibles con nuestra doctrina política y con la visión que proponemos para la organización de la sociedad.
Consideramos que Vox es un 'partido del sistema'. Aunque pueda tener buenas intenciones y algunas de sus propuestas -como el control migratorio- puedan parecer razonables, su acción política está limitada por el marco constitucional y legal vigente. Esto hace que las medidas que Vox propone en materia de inmigración sean, en la práctica, inviables. Los partidos que aceptan este sistema no pueden resolver realmente los problemas que denuncian. En nuestra opinión, representan una parodia de ideas que, en última instancia, buscan restaurar un orden distinto al actual.
P: Pero si no articula en un proyecto político cómo podéis participar en el juego del resto de la sociedad.
R: Han pasado menos de cien años desde que el mundo se organizó como lo conocemos hoy -setenta y cinco o setenta y seis, más o menos-, y en ese tiempo ha cambiado por completo la psique humana, sobre todo la psique de masas. Pensamos que hoy no es posible una revolución. Tampoco creemos posible apartarse de los valores democráticos, porque la mayoría los da por asumidos. Se considera que el sistema es así, que el statu quo no puede cambiarse. Pero yo no comparto esa visión. Creo que, llegado el momento, será posible volver a formas políticas distintas, más orgánicas, y en esa dirección es donde entendemos que debemos actuar.
P: Para llevar a cabo este proyecto tenéis que imponerlo por la fuerza, entiendo, que no hay otra manera de hacerlo sin excluir otra parte de la sociedad.
P: Hitler ganó unas elecciones. Nosotros, en cambio, ya no podríamos presentarnos. En mi caso, por ejemplo, tengo prohibido el sufragio pasivo, es decir, no podría ser candidato. Además, existen límites legales que nos impedirían acceder al poder por esa vía. Ese experimento ya se hizo una vez y, salió bien, no volverá a repetirse.
Aun así, no considero necesario recurrir a la violencia de forma generalizada. No la entiendo como algo negativo, sino como un elemento inherente a la naturaleza humana. El problema no está en la violencia en sí, sino en su aplicación. La violencia puede tener un sentido útil. Puede servir para organizar, incluso para ordenarse uno mismo. Si, por ejemplo, un día no quieres levantarte de la cama y una fuerza interior te impulsa a hacerlo en contra de tu voluntad, eso ya es una forma de contraposición, de tensión entre fuerzas: una violencia interna. Y, como decía Heráclito, esa contraposición es lo que organiza y mueve el mundo.
P: Pero al reconocer que la violencia forma parte de la naturaleza humana, ¿no estás legitimando que otros la ejerzan también contra ti o contra vuestras ideas?
R: Sí. Y de hecho, si alguien ejerce violencia contra mí, del mismo modo que hoy se ejerce contra el pueblo español, considero legítima la autodefensa. Es evidente que existe violencia contra nosotros; ya ocurre. Somos la única ideología frente a la cual se tolera que, desde un parlamento, un ministro diga abiertamente que hay que dar muerte a los nazis o que la violencia contra el fascismo es lícita. Nadie imaginaría a un político diciendo “muerte a los peruanos” o “violencia contra los peruanos”, pero sí se acepta cuando se habla de los nazis. El propio concepto de antifascismo implica ir contra nosotros, y eso lo asumimos plenamente. Sabemos que esa violencia existe y la aceptamos como algo real y constante.
P: La se cumplen ahora 50 años de la de la muerte de Franco. ¿Cómo cómo percibís dentro de vuestra organización la figura de Franco?
R: Personalmente considero que a Franco hay que estudiarlo objetivamente. No creo que sea una figura política cualquiera. No creo que hablar de Franco equivalga a hablar incluso, por ejemplo, de Miguel Primo de Rivera y creo que ha sido una de las figuras más denostadas de nuestra historia moderna. Ahora bien, independientemente de que ideológicamente no concuerde con muchos de los puntos de Franco y de la doctrina que finalmente se llevó a cabo durante el franquismo, sobre todo tras el movimiento de los tecnócratas, la expulsión de la vieja guardia de la organización del Estado, creo que fue un político que ejerció sus funciones de una manera eficiente, que ha sido útil para la sociedad.
Deberíamos de tener en cuenta todo esto, no simplemente la versión que se ha dado del franquismo, sino realmente cómo estructuró un país, cómo consiguió una serie de números. Mirarlo objetivamente, porque no se le puede culpar a los españoles de que Franco hubiese matado a no sé cuántos o a no sé cuántos miles en en las cunetas y que esto sea la única versión que se pueda aceptar sobre sobre Franco. Yo a Franco lo considero un político bueno, muy bueno, aunque vuelvo a repetir ideológicamente no promulgue aquello que yo considero útil ni una doctrina ni siquiera saludable a largo plazo.
P: La forma de llegar al poder de Franco, ¿te parece una vía para vosotros?
R: No, no me parece una vía ni muchísimo menos. Me parece un sueño, en cualquier caso a día de hoy, me refiero a algo que que es irrealizable a día de hoy, que no es real, no sería realista, no algo bueno como tal por sí mismo.
P: Pero si se dieran las circunstancias.
R: Si el pueblo español reclamase esa solución, entonces sería muy probable. Pero el problema viene aquí de que la mayoría de la gente de nuestra sociedad sigue con sus vidas, independientemente de que pueda molestarle, pueda suscitar una emoción enérgica en ellos, ver por las noticias que se ha violado a una niña de 14 años por un magrebí que han traído aquí y que se está manteniendo con el dinero de todos los españoles. Sí se cabrean momentáneamente, instantáneamente, incluso pueden llegar a en un acto de valentía, poner un Twitter o incluso en niveles ya muy extremos ir a una manifestación a protestar, pero luego vuelven a su casa, se ven una película de Netflix y al día siguiente se les ha olvidado absolutamente todo.
P: Eres consciente que no todo el mundo piensa como tú. Ni siquiera en tu entorno más cercano, habrá que que piensen de manera muy distinta, otros muy parecidos. ¿Dónde caben los que no piensan como como los que sí que ven de manera positiva que haya inmigrantes en el país porque se piensa que es una cosa buena, enriquecedora para el país?
R: Supuestamente los fascistas, como te he explicado antes, teniendo en cuenta lo que significa fascismo, somos aquellos que tienen que ejercer la violencia y que tienen que imponer a los demás una manera de pensar, pero realmente esto a día de hoy no es así. Es todo lo contrario. A nadie de ningún espectro ideológico se le va a echar del trabajo por su pensamiento político.
Creo que los que estamos a día de hoy perseguidos, censurados, somos nosotros. A los que se cierran sistemáticamente cuentas en redes sociales somos nosotros. Los que tienen problemas en su entorno laboral, estudiantil, familiar somos nosotros. Y yo no soy ningún skinhead. Es decir, no creo que mucha gente piense que a mí me echan del trabajo porque me dediqué a pegar patadas a la máquina de refrescos porque Coca-Cola sea judía. Es decir, soy una persona razonable medianamente y aún así es por puro pensamiento lo que les lleva a tomar esta vía.
P: Pero si mi forma de ver el mundo entiende que es preferible, bueno y valioso tener a personas de otras razas, de otros países porque consideramos que es que bueno para el país. ¿Por qué debe de primar tu visión sobre la mía?
R: La mía mantiene el orden, el orden que alguien cristiano puede atribuir a Dios.- alguien que no crea el cristianismo quizá puede atribuir simplemente a la naturaleza. La mía mantiene un estado de cosas y es que los pueblos existen, la diferenciación de las razas humanas existe y la estructuración del mundo también existe y es en torno a estos valores de identidad, e idiosincrasia. Entonces, yo realmente estoy intentando preservar eso. Esa idea lo que está haciendo es destruir un orden natural. Esa idea es nociva.
Nosotros somos racistas, pero es que para nosotros el racismo es como para un comunista creer en el comunismo o un liberal creer en el liberalismo; es creer en las razas. Partimos de esa base. Y para creer en las razas tenemos que afirmar su existencia y querer preservarla. Aquel que defiende una doctrina en la que se busque la mezcla de razas, realmente lo que está haciendo es ir en contra de su sangre y no solo de su sangre, sino ir en contra del mundo y de la organización del mundo.
P: Pero si yo simplemente te digo no creo en Dios.
P: Yo tampoco, hablo de la naturaleza. Hablo de que existe un orden natural y que hay que mantenerlo.
P: Un antropólogo te podría dar otra versión de la naturaleza humana. Pero bueno, para no enredarnos en esto, de ahí viene un poco el lema de sangre y suelo.
R: Por supuesto. En a día de hoy el derecho que aplica es Ius soli que básicamente viene a decirnos que en un plazo de dos años alguien de bueno ciertos territorios de Sudamérica y judíos sefardís puede adquirir la nacionalidad española en el plazo de cinco años, por ejemplo, refugiados. Aquí entra todo lo que es mundo árabe principalmente. En el plazo de diez años un italiano, un italiano que genéticamente no hay una diferencia con nosotros, que en cuanto a nivel conductual, educativo, tampoco existe esa diferencia, pero él tiene que esperar 10 años para poder adquirir la nacionalidad española. Y una vez la adquiera tiene exactamente los mismos derechos que un español de nacimiento, que un español de sangre. Esto a día de hoy no estamos viendo el problema. Nuestra idea es casi profética porque la gente no ve el problema. Qué bien estamos brindando una nueva oportunidad a un refugiado sirio que viene huyendo de la peor de las barbaridades. Ese futuro va a ser que cuando tenga la nacionalidad, tenga hijos y sus hijos ya nacen con esa nacionalidad y nos superen, van a votar, por ejemplo, y van a decidir sobre los destinos nacionales en base a intereses que nunca, absolutamente nunca van a ser los nuestros.

P: ¿De qué le sirve a alguien joven que viene a vuestro centro esto de las razas? ¿Qué le aporta?
R: Por lo general, cuando uno viene aquí viene simplemente porque le preocupa que en su barrio no pueda salir a dar un paseo por la calle a ciertas horas o porque entiende que la inmigración en Vallecas supone un foco de conflictos impresionante y que su abuela no vive tranquila. No tienen que estudiar ni entender nada sobre razas ni genética para entender y ver que la mezcla de razas y el pretendido mundo multicultural es un problema. No se necesita estudiar para ello.
P: ¿Eso ayuda a que determinados grupos de jóvenes actúen con violencia contra los inmigrantes.?
R: En Núcleo Nacional no conozco ningún caso, ninguno de una denuncia, una simple denuncia por violencia contra ni migrantes, ni antifas ni ningunas de estas características. Es como el tema de la del supremacismo, es un poco el submundo que se enarbola en torno a nuestras ideas y que se erige un arquetipo completamente contrario a lo que realmente somos o pensamos o decimos. Eso de la violencia contra inmigrantes, de patear inmigrantes, de salir de caza, quizá en los años 90 se daba. A día de hoy no. Y si en el marco de esta organización nos enteremos de que algunos elementos se dedican a salir de caza, pues evidentemente ese tipo de elementos serían expulsados del grupo, porque no es lo que nosotros defendemos. Nosotros no queremos inmigración, pero nosotros no defendemos que un señor marroquí que se levanta a las 6 de la mañana para atender su frutería y que se duerme a las 12 de la noche sea nocivo, o merezca una paliza. Nosotros queremos que se vayan del país porque consideramos que están destruyendo nuestra identidad.
P: ¿Qué te pareció lo que pasó este verano en Murcia?
R: A mí me parece útil y me parece bueno. Porque vuelvo a repetir, ahí lo merecían. Yo cuando fui a Torre Pacheco, lo primero que me encontré fue que los las regletas de los negocios estaban en árabe directamente escritas. Me puse a investigar datos, censo, cuántas personas migrantes vivían en este pueblo. Creo que alcanzaba el ahora mismo, no recuerdo correctamente, pero creo que alcanzaba el 38% de inmigración.
Georgia Meloni es la política italiana que más que más inmigración ha traído al país desde la Segunda Guerra Mundial
P: Muchos de esos inmigrantes que están allí trabajando están allí porque empresarios españoles los contratan para sacar adelante una producción que necesitan para vivir ellos, sus familias.
R: Es uno de los principales errores económicos de nuestro siglo. Pretende suplir el avance técnico en el cual se debería de investigar, se debería de fomentar eh por mano de obra barata. Mano de obra barata que a lo largo a la larga perjudica más al país.
P: ¿Qué te parece el el la política alemana actual con la subida de los partidos de ultraderecha?
R: Son pantomimas, no son partidos de ultraderecha. Alternativa para Alemania es el único partido de Alemania con una camarilla judía dentro de la propia organización de grupo. Entonces, son partidos que surgen de la necesidad de coartar la decisión de la gente de votar una solución útil. Ha habido un aumento muy grande del apoyo a partidos alemanes que sí que serían análogos al núcleo nacional, pero en Alemania, evidentemente, con muchísimas más restricciones que en nuestro país. Se crean, se financian, se fomentan y se propagan grupos que no van a hacer absolutamente nada, como no lo ha hecho Georgia Meloni. Georgia Meloni es la política italiana que más que más inmigración ha traído al país desde la Segunda Guerra Mundial.
P: Qué te parecen figuras como Alvise.
R: Es muy tópico, pero realmente es un vendepatrias esa es la palabra que le que le define a la perfección. Es un hombre cuyos intereses eran genuinos, eran independientes, altruistas incluso, pero el sueldo de Alvise público solamente, evidentemente lo que gana como como eurodiputado y como presidente de Se acabó la fiesta, no sabemos lo que gana por redes sociales y por distintos medios de de financiación distintos,
P: Los chicos que vienen por aquí, ¿Qué piensan de todos estas personas, de Alvise, de Meloni, de de la ultraderecha en Alemania?
No se los creen. Muchos de ellos tienen una visión política suficiente como para entender la corrupción que supone el dinero y ver además cómo en ciertas ocasiones han preferido traicionar una doctrina política que consideramos buena por cuatro perras. Por ejemplo, en Torre Pacheco vemos como no recuerdo muy bien, creo que fue Dani Esteve de Desokupa, que es igual es otro salvapatrias de pacotilla, que ya la ha liado varias veces en Ferraz junto con Alvise disuadiendo a la gente de asistir. Hizo exactamente lo mismo en Torre Pacheco, cuando la Policía se le acerca y le dice que esto se tiene que disolver, lo que hace es coger y públicamente decir que no les han dejado pasar, que esto es un infierno, que no sé qué, que no sé cuántos y que se va a dar una merecida semana de vacaciones.
P: Entiendo que no tenéis buena relación con estas personas.
R: Absolutamente no. Su camino es muy distinto al nuestro, al final buscan sí hacer cierta política, sí, dar voz a ciertas ideas. Pero creo que es demasiado floja. Es decir, ahora mismo me jugaría mi vida a que ninguno de ellos moriría por sus ideas. Y te lo digo en serio, si tuviese la oportunidad la la apostaría porque sé que no lo van a hacer.
P: ¿Y tú lo harías?
R: Sí, por supuesto.
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