Ante la XIII Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos, el Frente Polisario eleva el tono y alerta de que las concesiones hechas por Madrid a Rabat en los últimos años alimentan lo que considera una deriva peligrosa. “La respuesta de España al chantaje marroquí no puede ser la cesión permanente”, lamenta Oubbi Buchraya, asesor especial del secretario general del Polisario para recursos naturales y asuntos jurídicos en conversación con El Independiente.

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Una crítica que coincide con la advertencia lanzada por Abdulah Arabi, representante del Polisario en España, convencido de que, si nadie lo frena, “una vez consolidada la ocupación del Sáhara Occidental, el siguiente objetivo será Canarias”, en declaraciones a Europa Press.

Buchraya expresa un malestar profundo con el giro de la política española hacia el Sáhara desde marzo de 2022, cuando Pedro Sánchez respaldó el plan de autonomía de Marruecos para la ex provincia española. “Visto lo visto, ya no se puede descartar nada”, afirma cuando se le preguntan por la posibilidad de que la cumbre de este jueves concluye con nuevas cesiones. Para el dirigente saharaui, España responde al chantaje “con cesiones permanentes”, ignorando —critica— la dimensión regional de la resistencia saharaui.

El pueblo del Sáhara Occidental ha frenado las aspiraciones expansionistas de Marruecos hacia los países vecinos, incluida España

“El pueblo del Sáhara Occidental ha frenado las aspiraciones expansionistas de Marruecos hacia los países vecinos, incluida España”, sostiene, en referencia tanto a las plazas norteafricanas como a la relación con Canarias. “El premio que recibimos es exactamente lo contrario de lo que merecemos”, se queja.

Buchraya reivindica que su pueblo ha asumido durante décadas una lucha que —asegura— ha contenido la presión marroquí en la región. “No pedimos que España reconozca la República Saharaui, pero al menos que entienda que esta resistencia ha contribuido a proteger también sus intereses”.

España, aún potencia administradora

El discurso de Arabi, dirigido a España, avanza en la misma línea. Medio siglo después de la retirada española, recuerda, Madrid sigue siendo “potencia administradora” del Sáhara Occidental, pese a los Acuerdos Tripartitos de 1975 declarados nulos por la justicia internacional. Lo prueba —subraya— que España continúa gestionando el espacio aéreo del territorio, un hecho que firma desde las islas Canarias.

Para el representante del Polisario, Marruecos “impondrá la agenda” en la RAN, como ha venido haciendo desde que Sánchez “dinamitara” en 2022 el consenso histórico de la política exterior española sobre el Sáhara. “Marruecos sigue marcando los tempos y el rumbo de las relaciones, y cabría preguntarse hasta qué punto esas relaciones resultan estratégicas para España”, esboza.

La justicia europea cambia el tablero

Arabi sitúa la reunión bilateral en un contexto decisivo: las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE de octubre de 2024, que establecieron que el Sáhara Occidental tiene “un estatuto separado y distinto” del de Marruecos, subrayando la ausencia de soberanía marroquí y el derecho exclusivo del pueblo saharaui a decidir sobre su futuro.

El Polisario, advierte, estará “vigilante” ante cualquier acuerdo que pueda afectar al territorio. Y si ocurre, “transitará cualquier vía a su alcance” para defender los intereses del pueblo saharaui.

En paralelo, Buchraya recuerda que Marruecos se encuentra en una posición “minoritaria” en su entorno inmediato: Mauritania y Argelia reconocen a la República Árabe Saharaui Democrática. “Los pueblos de la región saben que el futuro pasa por que el Sáhara ejerza su derecho a la libertad”, afirma.

El mensaje final de ambos dirigentes converge en una misma advertencia: España no puede ignorar ni su responsabilidad histórica ni el riesgo de que las concesiones a Rabat —denuncian— alimenten nuevas ambiciones territoriales. Y subrayan que el movimiento saharaui seguirá resistiendo.

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