La décima etapa del Tour de Francia 2025, disputada el lunes 14 de julio, día de la Fête Nationale en Francia, ofreció uno de los desafíos más duros de la primera semana de carrera. Con salida en Ennezat y llegada en Le Mont-Dore Puy de Sancy, los corredores se enfrentaron a 165,3 km de puro esfuerzo y 4 450 m de desnivel acumulado, repartidos en ocho puertos categorizados y varios repechos no puntuables. Fue la primera gran prueba de montaña en lo que va de edición, un recorrido idóneo para escapadas audaces y piernas frescas.
Tras el pistoletazo de salida a las 13:25 CET, el pelotón mantuvo un ritmo frenético durante los primeros kilómetros, pero pronto se abrió la batalla por conformar la fuga del día. Fue un grupo numeroso, alrededor de 29 hombres, el que consiguió destacarse en el kilómetro 20, con nombres como Simon Yates, Thymen Arensman, Ben Healy y Ben O’Connor entre los más destacados. Poco a poco, la escapada se fue desmembrando conforme ascendían las primeras cotas: Loubeyrat (4,4 km al 6,3%), Tourtoule y Chanat-la-Moutyre, hasta quedarse en un quinteto de élite a falta de 40 km para el final.
La auténtica guerra comenzó en la parte final, tras coronar el Col de la Croix-Morand y el Col de Guéry: quedaban por delante 41 km de descenso y falso llano antes de encarar la dureza definitiva. En esa fase, Yates y Arensman demostraron solidez y dejaron atrás a sus compañeros de escapada, mientras que Healy, siempre al acecho, conservaba el tercer puesto provisional.
Con 3,5 km de ascensión continua hasta Le Mont-Dore, el trazado decidió el desenlace. Simon Yates, ciclista británico de Visma–Lease a Bike, lanzó un ataque fulminante en la base de la rampa final—una subida sostenida al 8% de media—y abrió un hueco inmediato. Aunque Arensman lo persiguió con uñas y dientes, no logró neutralizar la diferencia. La imagen de Yates festejando con los brazos en alto a apenas metros de la meta será uno de los grandes recuerdos de esta edición.
La victoria de Yates no solo supone su tercer triunfo en etapas del Tour—tras sus victorias anteriores en jornadas selectivas—sino que reafirma el gran estado de forma que arrastra tras su reciente triunfo en el Giro de Italia. Además, su exhibición en Le Mont-Dore devuelve la emoción del día de la Bastilla, después de varias etapas dramáticas pero menos montañosas.
En la clasificación general, la victoria de la escapada relegó al pelotón a un retraso de más de cuatro minutos, suficiente para que Ben Healy (EF Education–EasyPost) arrebatara el maillot amarillo a Tadej Pogačar. El joven irlandés se convierte en el primer líder de origen irlandés desde Stephen Roche en 1987, un hito histórico que alimenta la ilusión de su equipo lejos de las grandes escuadras favoritas. Por detrás, el grupo de favoritos abordó la subida con cautela; Pogačar y Jonas Vingegaard se mostraron vigilantes mutuamente, evitando desgarros importantes pero sin permitir grandes sorpresas.
La jornada transcurrió además con tensión en la lucha por el maillot de lunares: el francés Lenny Martinez sumó puntos clave en las cotas de segunda categoría, elevando su ventaja como mejor escalador y convirtiéndose en uno de los protagonistas de esta primera batalla montañosa.
Tras la primera semana agotadora y esta dura etapa en el Massif Central, el pelotón descansará mañana en Toulouse antes de retomar la competencia con nuevos retos, incluyendo un contrarreloj por equipos y la aspereza de los Pirineos. Pero la imagen del británico Simon Yates alzando los brazos en Le Mont-Dore perdurará como uno de los momentos más brillantes del Tour de Francia 2025.
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