Ronaldinho se convirtió en toda una leyenda dentro y también fuera de los terrenos de juego. De esto último ha dado cuenta Kevin-Prince Boateng, que coincidió con el atacante en el Milan, club al que había llegado el brasileño procedente del Barcelona. Boateng estaba entonces con Jennifer, su primera mujer, que se enteró que la engañaba por culpa de Ronaldinho.

Así lo ha contado, a modo de anécdota, el propio Kevin-Prince Boateng, que en España jugó en Las Palmas y también en el Barcelona. «A veces iba a fiestas con él», comenzó diciendo al ser preguntado por Ronaldinho en el canal FIVE de Youtube.

«Un día mi esposa se quedó en casa. Siempre le decía que iba a jugar al póquer. Una noche mi teléfono vibró a las 4 de la mañana. Vi que era Ronnie. Mi esposa dijo: '¿Qué te pasa? ¡Contéstalo!' Pero no quería hacerlo porque pensé que probablemente estaba de fiesta y tal vez borracho», continuó Boateng.

«Puse el sonido más bajo para que no pudiera oírlo hablar tan alto. '¿Dónde estás?', me gritó por teléfono. Se oía música a todo volumen de fondo», prosiguió. «En mi cama', le respondí. 'Ven. Dile a tu mujer que vas a jugar al póquer. Así fue como mi esposa descubrió que le mentía sobre el póquer», reveló Kevin-Prince Boateng.

La admiración de Boateng hacia Ronaldinho

Aunque Kevin-Prince Boateng y Ronaldinho coincidieron desde 2010 hasta 2011 en el Milan, a ambos le une desde entonces una gran amistad. Es por ello por lo que Boateng, jugando en Las Palmas en 2017, se refirió a Ronaldinho como «el mejor de todos los tiempos». «Gracias por los grandes momentos que diste al deporte, fue un honor compartir tiempo contigo, dentro y fuera del campo», le escribió en redes sociales.

«El mejor jugador con el que he jugado es Ronaldinho, a pesar de que cuando llegó al Milan ya no tenía muchas ganas de jugar o estaba un poco cansado. Cuando tenía ganas demostraba que era el mejor», explicó Kevin-Prince Boateng en una entrevista para Fox Sport.

«Para mí es el mejor de todos, mejor que Zidane, Maradona, Pelé, puedes decir todos los que quieras», reiteró. «Había días en los que llegaba a los entrenamientos y decía que tenía ganas de jugar y hacía de todo. Te decía antes de la sesión a quienes les haría un caño, y lo hacía. Te decía que remataría tres veces consecutivas al larguero, y lo hacía», justificó, para finalizar, Boateng.