El Real Madrid ha solicitado el aplazamiento de su partido de la primera jornada de LaLiga EA Sports 2025-26 frente a Osasuna, argumentando la falta de tiempo suficiente para el descanso y la preparación tras su participación en el Mundial de Clubes.
El club blanco, considera que el calendario no le permite cumplir con las semanas mínimas de vacaciones y pretemporada que exige el convenio colectivo de futbolistas.
La petición del Real Madrid consiste en retrasar el encuentro, inicialmente programado para el 19 de agosto, hasta el 29 de octubre. Esta solicitud cuenta con el apoyo de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y del propio Osasuna, pero ha encontrado resistencia en LaLiga, que no considera justificado el cambio de fecha y niega la existencia de un acuerdo previo para facilitar este tipo de aplazamientos.
La posición de Louzán y la RFEF
Rafael Louzán, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha optado por una postura de respeto y prudencia ante la solicitud del club merengue. En declaraciones recientes, Louzán afirmó: "Hay unas circunstancias, decidirá el juez de competición", subrayando que la decisión final no le corresponde a él ni a la Federación, sino al Juez Único de Competición.
Louzán ha evitado valorar públicamente la petición del Real Madrid, remarcando la importancia de respetar los procedimientos y las competencias establecidas. Según el reglamento de la RFEF, solo pueden autorizarse aplazamientos por causas de fuerza mayor, y no se contempla específicamente la falta de tiempo para preparar la temporada como motivo suficiente.
El papel de LaLiga y la controversia
LaLiga, presidida por Javier Tebas, ha respondido negativamente a la solicitud del Real Madrid, indicando que no existen los requisitos necesarios para el aplazamiento y que el calendario ya fue ajustado en la medida de lo posible. Además, LaLiga sostiene que, en caso de que el Juez Único de Competición decida aplazar el partido, será la propia Liga quien determine la nueva fecha y horario del encuentro.
La controversia se agrava por la diferencia de interpretaciones entre las partes implicadas. Mientras la AFE y los clubes afectados insisten en que existía un compromiso verbal para facilitar el aplazamiento en caso de llegar a la final del Mundial de Clubes, LaLiga niega que se haya formalizado tal acuerdo. Esta situación ha provocado tensiones y declaraciones cruzadas entre los diferentes actores del fútbol español.
¿Qué puede suceder ahora?
La decisión está ahora en manos del Juez Único de Competición de la RFEF, quien deberá analizar las circunstancias y determinar si procede el aplazamiento solicitado por el Real Madrid. Si el juez acepta la petición, LaLiga será la encargada de fijar la nueva fecha del partido. En caso contrario, el club blanco deberá disputar el encuentro en la fecha inicialmente prevista, lo que podría afectar su preparación y rendimiento en el arranque de la temporada.
En resumen, la situación evidencia la complejidad de la gestión de calendarios en el fútbol moderno y la necesidad de consensos claros entre clubes, federaciones y organismos competentes para evitar conflictos que puedan perjudicar la competición y la salud de los jugadores. La resolución de este caso sentará un precedente importante para futuras ediciones y para la relación entre las instituciones del fútbol español, según informa Europa Press.
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