Frente al modelo lineal o el "usar y tirar" (que sigue la secuencia de extracción, fabricación, utilización y eliminación) emerge la economía circular, intersección entre los aspectos ambientales y económicos, con un secuencia de aprovechamiento que integra la redistribución, el reciclaje, la reutilización y la recuperación de la energía. Es decir, pensar y diseñar los productos y servicios para que su vida no acabe tras ser utilizados y gastados. El objetivo es ampliar su existencia sostenible.

Pongamos el ejemplo de un circuito urbano de Fórmula Uno. El Gran Premio de Europa se celebró en Valencia entre 2008 y 2012 sobre un trazado que pisó el balcón al Mediterráneo de la ciudad. Asfalto especial, estructuras de anclaje, bloques de cemento, vigas de acero y subestructuras... el desmantelamiento de toda la zona de boxes se llevó a cabo utilizando un sistema de economía circular.

¿Qué se ha hecho con aquel rugir de los motores de los bólidos? El trabajo desarrollado por las empresas Surus Inversa y Lezama Demoliciones significó un ahorro para las arcas públicas del 97%, y una reducción del presupuesto inicial de 700.000 a 20.000 euros. Así se logró la recuperación del 75% de los bienes de las instalaciones mediante la reutilización y el reciclaje. “Dos pilares del cambio de paradigma que supone la economía circular, que acaba con el principio de usar y tirar”, explicó en su día Surus Inversa en un comunicado.Para conseguir esto, realizaron una subasta online de los activos de los tinglados (661 lotes: mobiliario, suelos, luminarias, depósitos de agua, equipos de aire acondicionado, puertas de acceso a boxes y sanitarios, entre otros).

La operación se hizo efectiva a través de su portal de subastas industriales, que reincorpora al mercado productos en buen estado, evitando que acaben en vertederos, con el impacto medioambiental que ello conlleva. Hubo 1.713 pujadores y 58.718 pujas para adquirir los activos. Con ello se financió el desmantelamiento y se reutilizaron todos los equipos instalados. Según Surus, se redujo un 60% los residuos que se habrían generado con un modelo tradicional de desmantelamiento.

Materiales secundarios

Un modelo claro de fundamentos de economía circular lo representa Zicla, empresa que genera soluciones para las ciudades con productos reciclados, con el objetivo de proteger el medio ambiente e impulsar el desarrollo sostenible. “Fabricamos localmente con residuos locales y reciclamos los productos cuando su vida útil termina, garantizando de esa manera el cierre del ciclo de los materiales”, explica Alfredo Balmaceda, Co-Managing Director de Zicla. Su función es asesorar a otras empresas que generan residuos para que puedan transformarlos en materiales secundarios, facilitando su retorno al mercado, donde sean aceptados por calidad y precio. Hasta la fecha han realizado casi un centenar de proyectos.

”Nuestros productos han sido eco-diseñados para reducir su impacto sobre el medio ambiente tanto en la fase de fabricación, como instalación y uso, así también cuando llegan al final de su vida útil. Todos son fabricados con materiales reciclados, cuya trazabilidad está certificada por una ecoetiqueta; son 100% reciclables y al final de su vida útil, los aceptamos a coste cero en nuestra fábrica para triturarlos y reciclarlos nuevamente. Asimismo, cuando es posible, son modulares y reparables por partes”, detalla Balmaceda.

Moda sostenible con productos reciclados

El mundo de la moda también apuesta por la economía circular. Ecoalf es una marca de moda sostenible cuya materia prima son tejidos de origen reciclado: botellas, redes de pesca, algodón y lana, neumáticos e incluso posos de café. Con las redes recogidas de los puertos, por ejemplo, producen un nailon de muy alta calidad, con las botellas de plástico dan forma a tejidos de poliéster ultraligero, y con los neumáticos se fabrican chanclas.

Podemos prestar atención también al caso de una reconocida marca de calzado como Timberland, que se ha impuesto como objetivo para 2020 que todos sus artículos tengan al menos un material reciclado, orgánico o renovable. Hoy fabrican suelas con polvo de neumáticos viejos o zapatos con botellas de plástico (utilizadas 233 millones).

Tasa de reciclado: objetivo 65% para 2030

Europa tiene una tasa de reciclado del 44%. Con la aplicación de los principios de la economía circular (prevención, reutilización, reparación, reacondicionamiento y reciclaje de residuos para conseguir un mejor parovechamoentos de los recursos disponibles), se pretende llegar al 50% en 2020 y al 65% en 2030. El caso de España, hoy, registra unas cifras de reciclado del 33-34%. El valor económico, a nivel europeo, es un ahorro para los consumidores de 600.000 millones de euros.

El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación, y Medio Ambiente publicó en febrero el borrador de la futura Estrategia Española de Economía Circular. Se presentan 70 medidas con el objetivo de alcanzar un modelo de desarrollo y crecimiento innovador, competitivo y sostenible, rediciendo al máximo la generación de residuos, para el que se pretende involucrar a empresas, sociedad civil y consumidores.

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