Es sin duda una de las noticias más esperanzadoras de los últimos tiempos en relación al problema de las acumulaciones masivas de plástico en los océanos. Después de centenares de expediciones de investigación y pruebas con distintos prototipos, la ONG holandesa The Ocean Cleanup ha presentado la primera solución tecnológica potencialmente capaz de acabar con este acuciante problema en el plazo de dos décadas.

El principio en el que se basa esta nueva tecnología es bastante sencillo: se trata de una barrera flotante de 600 metros de longitud y forma de U, que está dotada de una “falda” subterránea de tres metros de profundidad. El invento, que funciona como una especie de “costa artificial”, está diseñado para transportarse de forma pasiva con la ayuda del viento y las olas, dejando que concentre y recoja los fragmentos de plástico que encuentra por el camino. Debido a la forma de esta barrera, los escombros marinos tienden a canalizarse hacia el centro de la superficie acotada por la barrera, que se mueve a una velocidad ligeramente superior a la deriva del plástico. Periódicamente, un navío se trasladará al lugar donde esté operando la barrera para remolcar grandes remesas de desechos hasta tierra firme. Una vez allí, se reciclará todo el material, y los beneficios derivados de ello se reinvertirán en proseguir y ampliar las operaciones de limpieza.

 

 

El primer modelo a gran escala de este nuevo sistema de limpieza (al que se ha bautizado como “System 001”) salió de la bahía de San Francisco el pasado sábado 8 de septiembre rumbo a una localización situada a 240 millas de la costa. Allí se realizarán pruebas durante dos semanas, antes de dirigirse al gran continente de basura del Pacífico Norte, ubicado a 1.200 millas. Se calcula que esta gigantesca mancha, que crece y se concentra por la acción de las corrientes predominantes en esta zona, contiene 1,8 trillones de microfragmentos de plástico. Su superficie es de entre 700.000 y 15.000 kilómetros cuadrados; dos veces la extensión del estado norteamericano de Texas.

El “System 001” tiene acopladas placas de energía solar, sistemas anti-colisión, cámaras, sensores y antenas satélite para comunicar su posición geográfica en todo momento y recopilar información valiosa para avanzar en el conocimiento de este fenómeno de contaminación ambiental de escala. Los creadores de esta tecnología confían en poner en funcionamiento 60 barreras adicionales en el plazo de dos años.

Una vez esté plenamente operativo, se espera que este sistema de recogida pasiva de plástico sea capaz de retirar el 50% de la gran macha de basura del Pacífico en cinco años. Sus previsiones más optimistas apuntan a la desaparición del 90% de la basura oceánica de plástico en el año 2040.

Boyan Slat, CEO de The Ocean Cleanup se ha mostrado “increíblemente agredecido por el enorme apoyo que hemos recibido durante los últimos años de personas de todo el mundo, gracias al cual hemos sido capaces de desarrollar, probar y lanzar un sistema con el potencial de mitigar este desastre ecológico”. Fundado en 2013, esta ONG con base en Rotterdam emplea en estos momentos a cerca de 80 ingenieros e investigadores.