El aumento de la población mundial obliga a desarrollar nuevos métodos de cultivo que sirvan para satisfacer la demanda de alimentos, y más con el objetivo declarado de Hambre Cero para 2030. En esta línea, en los últimos años se han impulsado los huertos hidropónicos como una opción a los cultivos más tradicionales. En ellos, las plantas crecen sin la necesidad de suelo agrícola, simplemente con agua y disoluciones minerales. Los cultivos de hortalizas como la lechuga, el tomate, el pimiento y el pepino dan buenos resultados con la aplicación de este sistema.

Hace no mucho tiempo se pensaba que las plantas crecían gracias al agua, la radiación solar y la tierra. No fue hasta el siglo XIX cuando un grupo de investigadores descubrieron que las raíces absorben los nutrientes esenciales a través de iones inorgánicos disueltos en el agua, por lo que en realidad el suelo sólo actúa como medio de reserva y conservación. Un descubrimiento que ha permitido el desarrollo de tecnología aplicable a nuestro tiempo y las actuales necesidades. Hoy, los huertos hidropónicos son un método más de cultivo, si bien están más extendidos en países con condiciones desfavorables, ya que permiten cultivar gran variedad de alimentos con la mínima cantidad de suelo y agua. Esta alternativa suponía una gran oportunidad para afrontar una situación que traía de cabeza a varios gobiernos. Con este tipo de cultivo se encontró una buena solución a un problema al que se estaban (y se siguen) enfrentando instituciones, empresas y organizaciones del sector agrario: poner freno a la contaminación de suelos y acuíferos ocasionada por los drenajes de los cultivos.

Menor consumo de agua y fertilizantes

La empresa murciana Ritec, empresa socia de AgritechMurcia, participa en el proyecto europeo Drainuse Life, que permite la reutilización de los drenajes de los cultivos sin suelo bajo invernadero, lo que garantizará un mejor aprovechamiento de un bien muy escaso como es el agua en algunas zonas. El sistema creado reduce el consumo de agua entre un 20% y un 50%, así como la utilización de un 40% menos de fertilizantes. Junto a este sistema, esta misma empresa también ha desarrollado otros sistemas de drenaje para analizar la cantidad de fertilizantes y riego necesaria para conseguir que el nivel de contaminantes sea cero y dar solución a los graves problemas que se soportan en el Campo de Cartagena y La Manga del Mar Menor.

Los cultivos de hortalizas como la lechuga, el tomate, el pimiento y el pepino dan buenos resultados con la aplicación de este sistema.

Los cultivos de hortalizas como la lechuga, el tomate, el pimiento y el pepino dan buenos resultados con la aplicación de este sistema. Flickr

“Hemos desarrollado un sistema integral en el cual se ajustan los nutrientes y el agua que necesitan las plantas”, explica José Luis Peregrín, director general de Ritec; “a continuación se retiran los drenajes de este sistema de hidroponía para después analizarlos y procesarlos, se desinfectan y se vuelven a utilizar. Todo en un ciclo cerrado para poder optimizar al cien por cien el recurso del agua. Este es el punto de partida y el objetivo final es que los residuos sean cero”.

“En el mundo del riego existen tres revoluciones”, añade Peregrín: “La primera fue hace cincuenta años con la fabricación de los sistema de riego por goteo. La segunda fue el fertirriego, cómo aplicamos tanto la nutrición y el riego a la misma vez. Y la tercera, es en la que nos encontramos en la actualidad, que es la toma de decisiones sobre cuánto y cuándo regamos. Es el nuevo reto. Con las tres juntas se la optimización del riego y de los nutrientes”.

Ritec ha desarrollado un sistema de cultivo hidropónico de circuito cerrado que aporta a la planta los nutrientes y riegos necesarios para posteriormente recoger los drenajes utilizados, que tras ser analizados y limpiados, pueden volver a utilizarse.