El Gobierno de Colombia ha firmado la paz con la guerrilla de las FARC y, más allá de la lectura política, este acontecimiento “va a tener efectos económicos”, según asegura el director internacional de la Cámara de Comercio de España, Alfredo Bonet.

Una  consecuencia será de entrada que todos los recursos que durante años ha dedicado el país a la seguridad se aprovecharán a partir de ahora para impulsar partidas productivas. Y esta reasignación de recursos, junto con otros movimientos económicos, está llamada a incrementar el crecimiento económico de Colombia.

El Departamento Nacional de Planeación (DNP) del país latinoamericano estima que el acuerdo de paz podría hacer que el crecimiento del PIB colombiano pasara del 4% de los últimos años al 5,9%.

Este repunte adicional de 1,9 puntos porcentuales es lo que en el país se denomina el ‘dividendo de la paz’, todo un espacio de oportunidades para los inversores extranjeros. Así, el propio DNP estima que la inversión extranjera directa podría triplicarse a partir de ahora.

Actualmente hay más de 400 empresas españolas establecidas en Colombia

El ICEX no ha pasado por alto estas estimaciones y las incluye ya entre la información que pone a disposición de las empresas españolas con intereses en el extranjero, pese a que Colombia ha sido tradicionalmente un país atractivo, incluso en pleno conflicto armado.

Datos actualizados a julio de este año suman un total de 414 empresas españolas establecidas en Colombia, entre las que destacan firmas como Acciona, Amadeus, Santander, BBVA, CaixaBank, Dragados, El Corte Inglés o Mapfre.

El ‘dividendo de la paz’ que ofrece Colombia

Hablamos de la cuarta economía latinoamericana, un país comprometido con la apertura comercial y con su modernización, que, según señala Bonet, no ha podido crecer hasta ahora de acuerdo con su potencial.

“Se han estado desaprovechando recursos para invertir o exportar, se ha producido una fuga de capitales por la falta de seguridad en el país, se ha gastado de forma excesiva en seguridad privada, policía y defensa, y eso lo ha pagado el contribuyente colombiano”, añade.

Director Internacional de la Cámara de Comercio de España, Alfredo Bonet

Director Internacional de la Cámara de Comercio de España, Alfredo Bonet Europa Press

La lógica económica dice que una vez se liberen esos recursos, los ciudadanos deberían disponer de más margen para elevar el consumo nacional y el país podría dedicar más dinero a otras partidas. Además, la sensación de seguridad que proporciona la paz aumentará el interés de las empresas extranjeras en el país.

Bonet cree que la coyuntura actual de toda Latinoamérica, con un crecimiento plomizo, no es la mejor para esperar grandes repuntes de inversión española en el país, pero asegura que si hasta ahora ha habido interés comercial en el país, “con la paz habrá más”.

¿En qué sectores estarán las oportunidades? La respuesta es clara: en todos. Sin embargo, Bonet cree que es el agroalimentario el más interesante, puesto que hay regiones en Colombia en las que hasta ahora ni siquiera ha habido producción en este sector.

La inversión española en Colombia ha caído en los últimos años

Por su parte, la información que maneja el ICEX identifica entre los sectores clave para las empresas españolas con planes de entrar en Colombia el de las infraestructuras, el de las franquicias –100 montaditos y Marco Aldany ya se han asentado—o el turismo.

Destaca también el ámbito de las energías renovables. Solo el 0,2% de la energía del país proviene de fuentes renovables no convencionales, como la solar o la eólica, y el ICEX estima que hay un potencial de 29.000 megavatios (mv) solamente en éolica, 1.500 veces más que lo que existe en la actualidad, y dos veces más que la capacidad total.

Habrá que ver si la paz hace repuntar los flujos de inversión bruta de España en Colombia, que ha venido descendiendo año a año desde 2013,  cuando se situaba en 1.305,3 millones de euros, hasta los 418,4 millones de 2015. Entre enero y junio de 2016, estos flujos han alcanzado los 188,1 millones, lo que apunta a una nueva caída cuando finalice el año.

Por otro lado, los datos de comercio exterior del Ministerio de Economía indican que las exportaciones al país descendieron un 4% hasta julio, con 472,7 millones de euros, en paralelo a la caída de las ventas a México, Perú o Ecuador.