El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no ha dejado pasar su primera intervención en el debate de investidura para ofrecer diálogo y pedir apoyo al conjunto de los grupos parlamentarios de cara a la tramitación inminente de unos nuevos Presupuestos para 2017. Esta llamada se ha producido un día después de que Bruselas remitiera una carta exigiendo unas nuevas cuentas públicas para el año que viene, que incluyan el necesario ajuste de 5.500 millones de euros para reducir el déficit del 4,6% del PIB en 2016 al 3,1%.

El jefe del Ejecutivo ha avanzado desde la tribuna que, si resulta investido, presentará sin dilación ante la Cámara Baja los objetivos de estabilidad y un techo de gasto para el próximo año para comenzar su tramitación parlamentaria.

El tiempo apremia ya que, según indicaron a El Independiente en fuentes solventes, el plazo que tiene España para presentar un nuevo Presupuesto negociado ante Bruselas está tasado: 21 días, tres semanas. El gran escollo será alcanzar un acuerdo con el PSOE.

El objetivo del Gobierno es, una vez formado el nuevo Ejecutivo, poder tramitar las cuentas anuales a lo largo del mes de diciembre para su aprobación a lo largo de la primera quincena del próximo mes de febrero.

Rajoy ha ofrecido, como en otros aspectos, diálogo en tanto que los Presupuestos son “la piedra angular” del devenir futuro de la economía española. “Resumen en cifras la orientación de la política económica”, ha dicho.

Recuerda los años de la amenaza del rescate

Además, el candidato a la investidura ha avisado de que no valen un presupuesto cualquiera, sino unos que logren corregir la deriva del déficit público.

Según ha dicho, no solo es “lo mejor para España”, sino la forma de evitar las “conocidas consecuencias en términos de pérdida de confianza”, en referencia a la situación que atravesó España en 2012, cuando se libró de un rescate completo por parte de la UE. En este caso, el Gobierno ya ha avisado en varias ocasiones que el incumplimiento de la senda de déficit conllevaría una inevitable sanción reforzada del 0,5% del PIB.

Para cerrar el capítulo, Rajoy ha insistido a los grupos políticos que la obligación del Gobierno es “respetar” la estabilidad presupuestaria, y la del Parlamentario “que no se ignore”.

Por otro lado, el presidente del Gobierno en funciones ha avanzado que una vez formado el Gobierno procederá a convocar de forma "inmediata" la Comisión del Pacto de Toledo para abordar la acuciante situación del sistema público de pensiones, y en paralelo convocará a los agentes sociales para dar un "giro e impulso" al diálogo social.