Telefónica necesita sanear el balance y reducir deuda para mantener para evitar que las agencias de calificación acaben cumpliendo la amenaza de rebajarle el rating (la nota que se le concede a su deuda), lo que encarecería el coste de financiarse en los mercados.

El grupo, ahora comandado por José María Álvarez Pallete, intentó reducir deuda primero con la venta de su filial británica O2 y luego con la colocación en bolsa de parte de su compañía de infraestructuras Telxius. Pero la Comisión Europea ventó la venta de O2 a Hutchinson y Telefónica acabó por cancelar la OPV de Telxius ante el escaso interés mostrado por los inversores.

Con estos mimbres, y con la necesidad de proteger su rating, Telefónica ha decidido hacerlo con una rebaja del dividendo los dos próximos años. Un recorte esperado por muchos, pero negado con insistencia desde la compañía hasta ahora. El grupo tenía previsto retribuir a sus accionistas a razón de 0,75 euros por título. Pero el accionista tendrá que conformarse con 0,55 euros este año y con 0,40 euros en 2017.

La compañía subraya como objetivo fundamental “fortalecer el balance, acelerando sustancialmente la reducción deuda por la vía orgánica” para así mantener “ratios de apalancamiento compatibles con niveles de rating BBB/Baa2”.

La compañía ha conseguido en el último trimestre, gracias al incremento de la generación de caja, reducir su deuda neta hasta el entorno de los 45.000 millones de euros, frente a los 52.600 millones que acumulaba el pasado junio. Pero necesita continuar aliviando su endeudamiento, y van a tener que asumir el esfuerzo los accionistas.

Telefónica pasará a repartir 0,55 euros por acción este año, 0,35 euros ya este noviembre mediante un scrip dividend –los accionistas pueden recibir el pago en acciones- más otros 0,20 euros en efectivo en el segundo trimestre de 2017. Inicialmente este segundo pago en efectivo iba a ser de 0,40 euros por título. Y para el año 2017 la retribución será de 0,40 euros, en dos pagos en efectivo que se ejecutarán en el último trimestre de este año y en el segundo trimestre de 2018.

Telefónica considera que con la decisión de rebajar el dividendo es compatible con su objetivo de “remunerar de forma atractiva al accionista, con una rentabilidad por dividendo consistente con el mercado y un payout sostenible”, según explica la empresa en el comunicado remitido a la CNMV.

El recorte de dividendo aprobado por el consejo de administración llega después de que Telefónica haya reducido el beneficio un 22% en los nueve primeros meses del ejercicio, hasta los 2.225 millones de euros, por el impacto de tipo de cambio de las divisas. La cifra de negocios del grupo ascendió a 38.315 millones de euros, un 6,7 % menos que en el mismo periodo del año anterior, pero habría crecido un 0,8% con un tipos de cambios constantes y sin cambios en perímetro.