En los despachos de las compañías de televisión españolas ha prendido una queja compartida: la de que el regulador del ramo las está “friendo a multas”. Las empresas alertan desde hace tiempo de la hiperregulación a la que están sometidas a través de la Ley General de Comunicación Audiovisual. Y denuncian una suerte de ojeriza contra el sector por parte del supervisor, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

“No, las televisiones no están perseguidas”, replican fuentes de la CNMC. “Las multas se imponen después de hacerles llegar varios requerimientos a las empresas. Y los expedientes se abren, en la mayoría de los casos, porque ha llegado una denuncia”. De hecho, en ocasiones se tratan de denuncias cruzadas entre las propias televisiones, que avisan al regulador de las malas prácticas en los programas estrella de sus rivales y que reciben, por ello, otras denuncias de vuelta. Es la otra cara de la competencia entre cadenas.

Lo cierto es que las televisiones españolas acumulan una cincuentena de expedientes que se han saldado con decenas de sanciones (cada expediente puede incluir varias multas) por importe de casi 36 millones de euros desde la creación de la CNMC en 2013, según datos internos del organismo a los que ha tenido acceso El Independiente.

Publicidad, contenidos... sólo 11 millones en multas

Las grandes sanciones vinieron impuestas por el área de Competencia del organismo: 15,5 millones de multa a Telefónica y DTS (Canal +) por la comercialización de los derechos del fútbol¸ 6,5 millones a Mediapro también por los derechos del fútbol, 2,8 millones a Atresmedia por incumplir varias condiciones para la fusión a Antena3 y LaSexta…

Por su parte, el área de Supervisión Regulatoria de la CNMC, la que se encarga del funcionamiento cotidiano del sector audiovisual, concentra el mayor número de expedientes contra las televisiones, pero la cuantía de sus sanciones son, en comparación, apenas menudeo. Concentra la práctica totalidad del número de sanciones (48 de un total de 51), pero, a pesar de que labor incide directamente en los contenidos emitidos y en la gestión de la publicidad insertada, los expedientes se han saltado con multas que suman conjuntamente sólo 11 millones de euros.

La inmensa mayoría de las multas oscilan entre los 30.000 y los 300.000 euros, y las menos suponen para los gigantes televisivos españoles pellizcos de mayor cuantía (algunas han superado los 500.000). La mayoría de los expedientes se deben a infracciones como superar el tiempo máximo de publicidad permitido, por exceso de interrupciones publicitarias, la introducción de formatos promocionales encubiertos en sus programas, incluir publicidad prohibida (singularmente la de bebidas alcohólicas) fuera del horario legal, incluir contenidos calificados para mayores en horario infantil…

¿Compensa o no compensa saltarse la ley?

“Nuestra actividad está fuertemente supervisada por la CNMC y la SESIAD en multitud de temas relativos a menores, cantidad y características de la publicidad emitida y otras cuestiones, lo que nos impone severas limitaciones y en ocasiones sanciones”, subrayan desde la patronal de las televisiones en abierto (UTECA), que agrupa a Mediaset (Telecinco y Cuatro), Atresmedia (Antena 3 y La Sexta), NET TV (Disney Channel y Paramount Channel), Ten-Secuoya, 13TV y Real Madrid Televisión.

Según las televisiones, “en contra de lo que muchos sugieren, las sanciones no nos compensan en ningún caso”. Y es que, en efecto, incluso desde la propia CNMC se considera que los importes máximos que permite la ley por saltarse los límites de publicidad o la calificación de los programas son tan bajos que a los grupos de medios les compensa seguir infringiendo la normativa.

“Las sanciones económicas no son disuasorias para las televisiones. Una multa de 100.000 o 200.000 euros para gigantes como Mediaset o Atresmedia no es nada. Pero son las sanciones que permite la ley. Es lo que hay. Si se quieren sanciones más altas, hay que cambiar la ley”, explican fuentes de la CNMC.

Mediaset y Atresmedia, los mayores grupos de televisión del país y que concentran cerca del 96% de la publicidad televisiva del mercado nacional, concentran con diferencia el mayor número de sanciones. Mediaset supera 5,5 millones en sanciones, según la documentación del supervisor, y Atresmedia ha alcanzado los 5 millones (aunque 2,8 millones se corresponden con una multa sola de la Sala de Competencia).

“Aunque el importe de las sanciones no es disuasorio, el anuncio de las sanciones sí lo es. Que se publiciten las multas, y la mala imagen que a las televisiones les genera, les importa mucho más que la cuantía”, matizan desde el supervisor. La CNMC hace públicas mediante comunicados la apertura y la resolución de todos sus expedientes.

La CNMC no tiene equipo para controlar más

“¿Se podrían poner más multas? Sí. Pero para eso deberíamos poder controlar de manera permanente los 26 canales en abierto y los cien de pago. Con el equipo que tiene la CNMC no se puede hacer más”, se declara desde el regulador presidido por José María Marín Quemada. “En cualquier caso, la política adecuada no es aumentar aún más la supervisión de la CNMC. No hay regulador que pueda controlarlo todo. La mejor política es la autorregulación. Pero no hay voluntad”.

En paralelo, las televisiones tradicionales se quejan del agravio comparativo que supone la hiperregulación que consideran que ellas soportan, frente a la flexibilidad que disfrutan los operadores online y otros nuevos formatos, y es que para “los que utilizan nuevas formas de distribución la normativa es laxa o inexistente”, se quejan desde Uteca. “Es por ello, y por la obsolescencia de ciertos aspectos, que se hace urgente y necesario modificar el marco normativo, para ajustarlo a la realidad actual y para equiparar las obligaciones de todos los prestadores de servicios”.