El turismo español se ha embarcado en una tendencia alcista que le lleva de récord en récord desde hace años. El aluvión de llegadas de turistas internacionales y la recuperación plena de la demanda del viajero nacional ha llevado, a la par, a los aeropuertos nacionales a marcar también un nuevo máximo histórico de volumen de viajeros en 2016.

La red de aeropuertos estatales, integrados bajo el paraguas de Aena, registraron el año pasado un récord de 230 millones de pasajeros, un 11% más que el año anterior, según ha anunciado el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, en un desayuno informativo.

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Los registros del año pasado pulverizan el anterior récord de 210 millones de pasajeros alcanzado en aquel lejano año precrisis de 2007. Desde entonces las cifras fueron cayendo o creciendo al ritmo del parón o alza de la demanda internacional y nacional en el sector de la aviación, y al calor de una a momento errática política de tasas por parte de Aena.

El fuerte incremento registrado en 2016, en el que el tráfico aéreo se ha visto impulsado por el desvío de millones de turistas europeos que han dejado de viajar a destinos turísticos rivales por la inestabilidad política -singularmente Egipto, Túnez y Turquía- y por la combinación de crecimiento de la oferta de vuelos y guerra de precios que ha dejado la caída de la cotización del petróleo, ha dejado muy atrás las previsiones que manejaba la propia Aena.

Hasta hace unos meses, la estimación del gestor de los aeropuertos españoles pasaba por cerrar el año con un crecimiento del 6,2% del tráfico de viajeros, frente al 11% que finalmente se ha registrado. Y, de momento, la apuesta de las compañías aéreas nacionales e internacionales por el mercado español parece lo suficientemente sólida para, cómo mínimo, no prever un parón en 2017.

El Gobierno se da otro mes para decidir sobre las tasas

El Gobierno debería haber aprobado antes del pasado 30 de septiembre el nuevo Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA), que entre otras cuestiones debe fijar el marco de tarifas de Aena para los próximos cinco años. Con el Ejecutivo en funciones durante un año, la decisión se fue postergando. Y con el Ejecutivo habiendo tomado posesión muy a finales del pasado octubre, la aprobación del nuevo marco regulatorio sigue pendiente.

El ministro De la Serna confía en que el Consejo de Ministros dé por aprobado el documento en el plazo de un mes -otro mes a pesar de los cuatro meses que lleva ya de retraso- con el objetivo de que entre en vigor antes del 1 de marzo, que es cuando deben empezar a aplicarse las nuevas tasas aéreas de Aena.

El Gobierno debe decantarse entre las dos opciones enfrentadas que existen en torno a las tasas del gestor de los aeropuertos. Aena ha solicitado que las tarifas se congelen durante el próximo lustro, después de haberlas recortado ya un 1,9% en 2016. Por su parte, las aerolíneas reclaman una rebaja del 2,59% anual de las tasas que pagan y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aboga por un recorte del 2,02% cada ejercicio hasta 2021.