Es el primer gran acuerdo entre la patronal vasca y todos los grandes sindicatos de Euskadi desde hace casi dos décadas y se ha alcanzado esta tarde para blindar los convenios territoriales frente a la primacía de los convenios de ámbito nacional. De este modo, las centrales y los empresarios vascos sellan la paz y reconducen sus maltrechas relaciones de los últimos años en un acuerdo con el que se inicia una nueva etapa en la negociación de los convenios colectivos en el País Vasco. El acuerdo establece que a partir de ahora tendrán prioridad los convenios vascos sobre los convenios estatales, tanto para los actualmente vigentes en Euskadi, como para los que entren en vigor a partir de ahora.

El acuerdo firmado entre ELA, LAB, UGT y CCOO tendrá vigencia indefinida y estará en vigor hasta la firma de otro que lo sustituya, salvo denuncia expresa de alguna de las partes a partir del 31 de diciembre de 2020. La patronal vasca, Confebask, tiene previsto someter a revisión el acuerdo y ratificación en su próxima Comité Ejecutivo.

Este paso se alcanza después de varias reuniones anteriores entre ambas partes y en las que se habían dado pasos significativos para lograr el consenso cerrado hoy y que permitirá un nuevo clima en las relaciones laborales. Al nuevo marco establecido hoy debe sucederle ahora la negociación de los nuevos convenios, muchos de ellos inexistentes tras haber decaído por la aplicación de la última forma laboral del PP y haberse impuesto la vigencia de los convenios estatales, cuyas condiciones son muy inferiores a las mantenidas históricamente por los convenios sectoriales suscritos en el País Vasco. El acuerdo tiene carácter interprofesional.

El “ámbito vasco de negociación colectiva”

De esta forma queda protegido y priorizado el llamado “ámbito vasco de negociación colectiva”. Desde la patronal se venía denunciando en los últimos años el elevado clima de conflictividad que se vive en el País Vasco y que en ocasiones complicaba los niveles de competitividad de las empresas vascas. Las diferentes patronales territoriales se han reiterado en sus críticas a los representantes sindicales por el alto número de conflictos registrados en el tejido empresarial vasco, pese a que las condiciones laborales y salariales de los trabajadores vascos que se encuentran entre las mejores de todo el Estado. Sin embargo, desde las centrales sindicales se venía denunciando una progresiva pérdida de condiciones de trabajo y salariales por la aplicación de ajustes y de deterioro laboral en los últimos años de la crisis, en especial tras la entrada en vigor de la última reforma laboral.

Desde el Gobierno vasco, la consejera de Trabajo y Justicia, María Jesús San José, se ha mostrado esperanzada en que tras este pacto avancen la negociación colectiva y el diálogo social en Euskadi y se pueda restablecer un clima de acercamiento entre empresarios y trabajadores. La consejera ha considerado el pacto firmado hoy como "una señal inequívoca de que es el camino del diálogo y el de la negociación el que debe apuntalar las condiciones laborales de los trabajadores vascos": "Avanzar en la negociación colectiva para que el mayor número de trabajadores esté bajo el paraguas de convenios colectivos es ahora más factible, porque la vía del diálogo se abre nuevamente con el acuerdo alcanzado entre todos”.

El Ejecutivo de Iñigo Urkullu se ha fijado como uno de sus objetivos para esta legislatura incidir en el ámbito laboral para alcanzar un clima de paz social y de diálogo que permita dar pasos hacia la implantación de nuevas políticas de empleo encaminadas a “los más afectados por la crisis”.