Las negociaciones entra los bancos y los sindicatos para regular la jornada laboral y evitar las horas extra sin remunerar han alcanzado un punto muerto que debería desatacarse el próximo 22 de marzo, fecha en la que se ha convocado la próxima reunión de la mesa negociadora.

Las patronales y los representantes de los trabajadores se habían fijado como límite para alcanzar un acuerdo el 15 de marzo, pero, ante la falta de entendimiento, han establecido una prorroga hasta el 10 de abril.

"La posibilidad de acuerdo está muy lejos, pues las propuestas de AEB y CECA no sirven para avanzar de verdad en la erradicación de las prolongaciones de jornada que de manera sistemática se dan en el sector. A pesar de ello, en CCOO no tiramos la toalla y haremos un esfuerzo por la negociación con propuestas equilibradas que esperamos compartir con otros sindicatos", señala la institución en un comunicado interno, tras la reunión mantenida hace unos días con las entidades financieras.

Para CCOO, las propuestas de las patronales no sirven para erradicar los extensos horarios

Entretanto, UGT se queja de que "en el texto propuesto [por AEB y Ceca] hay demasiadas inconcreciones y falta de compromisos: demasiados 'podrán' y 'es voluntad de las partes'. No hay planteamientos concretos y los pocos que hacen parecen muy poco serios, como por ejemplo: 'Se evitará la convocatoria de reuniones y la realización de actividades de formación en días no laborables y festivos y tardes del mes de agosto'. Todo un 'avance' en sus compromisos de buenas prácticas".

Uno de los pocos puntos en los que empresa y trabajadores están de acuerdo es el establecimiento de una herramienta informática que permita a la persona registrar la jornada diaria realizada desde cualquier dispositivo proporcionado por la empresa.

La mesa negociadora volverá a reunirse el día 22 y amplía el plazo para negociar hasta el 10 de abril

Sin embargo, surgen fricciones en otros frentes. "Hay puntos que no se recogen [en la propuesta de las patronales] como que el registro sea un sistema fiable y no manipulable, y que sea obligatorio y universal para toda la plantilla. Eso sí, admiten que sea diario", sostiene UGT.

"Otro punto de controversia es la consideración de jornada máxima. Para nosotros la jornada se deriva del cumplimiento del horario que cada uno realiza, ya sea el establecido por Convenio Colectivo o el pactado en acuerdo de empresa. Pedimos que nos aclarasen qué entienden ellos por trabajo efectivo, término que se repite varias veces en documento", añade el sindicato que lidera Josep María Álvarez.

CCOO, por su parte, explica que las patronales mantienen que la jornada máxima de trabajo efectivo anual es la establecida en ambos Convenios (1.680 horas en cajas de ahorro y 1.700 en banca), "ignorando deliberadamente que el cómputo anual de horas de trabajo efectivo que deben realizar las plantillas es, en todos los casos, inferior a esas cifras".

Explica que las patronales no reconocen que se puedan producir excesos sobre la jornada si no se superan las 1.680/1.700 horas y requieren la “autorización previa de quien ejerza la función de superior del trabajador”. CCOO tilda la propuesta de "absurda e inviable".

En cualquier caso, los representantes de los trabajadores de CCOO sí admiten que en caso de superarse el número de horas de trabajo efectivo (a partir de las 17.00 o 1.680) podrían “compensarse los excesos correspondientes dentro de los cuatro meses siguientes, en la forma y momento que se acuerde entre el trabajador y su jefe o responsable directo”.

Entre enero y septiembre de 2016, 101.500 empleados realizaron horas extra no remuneradas

Entre enero y septiembre de 2016, últimos datos disponibles, 101.500 empleados del sector financiero y de seguros realizaron horas extraordinarias que no fueron remuneradas, según las estadísticas de la EPA (Encuesta de Población Activa), que elabora el INE. Esta cifra supone un 8% del total de empleados en el sector, según la misma encuesta. Las cifras quedan por debajo de las reales, en opinión de los representantes de los empleados.

Esta situación, desde hace años denunciada por los sindicatos y que se ha materializado en numerosas sanciones a los bancos como resultado de las miles de inspecciones laborales, ha forzado a la banca sentarse a hablar con los representantes sindicales para pactar un acuerdo marco sobre el control y registro de la jornada de trabajo.