El pasado enero, en plena alarma social porque los precios de la electricidad se estaban disparando, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, improvisó una rueda de prensa para anunciar de urgencia medidas para tratar de atajar el problema. Pero la principal reforma desvelada entonces aún está lejos de entrar en vigor y no se espera su puesta en marcha, como pronto, hasta este verano, según confirman a El Independiente fuentes conocedoras del proceso.

La estrategia del Gobierno era contener los precios de la luz de manera indirecta. En lugar de reformar el mercado mayorista eléctrico o el sistema de fijación de precios eléctrico, el Ministerio de Energía impulsó reformas en el funcionamiento del mercado de gas natural para bajar sus precios y con ello –dado que el gas se utiliza para generar electricidad cuando hay picos de demanda- lograr rebajar de manera indirecta los precios de la luz.

El Ejecutivo quiere obligar a los dos grandes operadores gasistas, Gas Natural Fenosa y Endesa, a que inyecten un volumen determinado de gas en el mercado mayorista de gas (Mibgas) y, al tiempo, fijar una horquilla de precios a la que deben comercializarlo. Pero esa medida que se anunció en enero en pleno subidón de la luz para tranquilizar los ánimos -y que incluso ya estaba prevista en la normativa con anterioridad pero sin desarrollar- no verá la luz al menos hasta junio o julio, según las mismas fuentes.

Una reforma a la espera de saber cómo hacerla

Más de un año después de su puesta en funcionamiento, el mercado mayorista de gas natural en España que sirve para marcar los precios no funciona. El 16 de diciembre de 2015 empezó a operar el Mercado Ibérico del Gas (Mibgas) para que los importadores de gas y los comercializadores tuvieran una plataforma en que comprar y vender el producto, y con el objetivo de crear más competencia, mayor transparencia a la formación de precios y, con ello, que el precio final que paguen los consumidores acabara bajando.

Sin embargo, sólo un 5% del gas que se consume en España pasaba a principios de año por el Mibgas, el resto se sigue comprando en el mercado libre. Así que el plan del Ministerio de Energía era, para que el mercado empiece a tener actividad, forzar a los grandes grupos a utilizarlo. El Gobierno quiere que Gas Natural Fenosa y Endesa ejerzan como creadores de mercado obligados, al tiempo que lo que sí se ha puesto en marcha es un tercer creador de mercado voluntario (cuya actividad ha recaído en el bróker Gunvor International).

La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) es la encargada de elaborar una metodología para determinar el volumen mínimo de gas que Gas Natural y Endesa tendrán que aportar el mercado y el margen de precios al que tendrán que comercializarlo. Según varias fuentes del sector, esa metodología previsiblemente no estará lista hasta junio. Y posteriormente el Ministerio de Energía debe aprobarla y trasladarla a una orden ministerial, lo que demoraría su eventual entrada en vigor al menos unas semanas más, si no meses.

Las compañías eléctricas y la propia CNMC, en cualquier caso, creen que los cambios introducidos en el mercado del gas tendrán un efecto muy limitado en el precio de la electricidad. “Algo que había que anunciar en plena subida de la electricidad”, explica un ejecutivo de una compañía eléctrica. “Pero las medidas ni servían para contener los precios eléctricos entonces ni va a servir para atajar futuras subidas estacionales cuando estén en vigor. Por eso parece que no hay prisa por ponerlas en marcha”.