Las grandes operadoras de telecomunicaciones se han lanzado a una carrera para llevar la fibra óptica a todos los hogares españoles como parte de la estrategia de comercialización de su oferta convergente. Una carrera que ha colocado a España como el país con mayor despliegue de fibra, más que Alemania, Reino Unido, Francia e Italia juntos (sí, más que la suma de las redes de las cuatro potencias europeas juntas).

La contratación de servicios de fibra se ha disparado, pero es más lento que el boom del despliegue de la red

Telefónica, Vodafone y Orange (y en proporciones más modestas, por ejemplo, Euskaltel) han realizado inversiones milmillonarias para batir ese récord. Según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), las compañías habían sumado un total de 29,2 millones de accesos de fibra óptica hasta el hogar (FTTH) al cierre del tercer trimestre del año pasado. Fuentes del sector apuntan a que el despliegue hoy por hoy ya ha superado los 30 millones de accesos.

Las grandes telecos han seguido disparando el despliegue y han conseguido llevar en tan sólo un año la fibra a 10 millones de hogares españoles más (al cierre de 2015 había poco más de 20 millones de accesos FTTH en el país).

Lo de sumar 30 millones de hogares es sólo figurado, dado que en España tan sólo hay poco más de 18 millones hogares realmente, a los que habría que sumar locales y empresas. En cualquier caso, en los registros de la CNMC se contabilizan los accesos de fibra no los hogares. Así que en grandes ciudades un mismo hogar puede tener a su disposición accesos de tres o cuatro compañías simultáneamente (y por tanto se contabiliza como tres o cuatro de esos hogares figurados).

En España hay 18 millones de hogares. Los 30 millones son accesos a la fibra, y cada vivienda puede tener varios

Y todos estos hogares a los que llega la fibra son únicamente clientes potenciales de los servicios que ofrecen las operadoras. De hecho, aunque la cifra de hogares españoles que han contratado servicios con esa fibra óptica crece con fuerza, aún resulta modesta en relación al desaforado despliegue. El pasado enero, último dato disponible en los registros de la CNMC, se superaron por primera vez los 5 millones de clientes. Son 30 millones de accesos de fibra ya instalados, y sólo 5 millones de ellos en servicio.

El despliegue de fibra está encabezado por Telefónica, que ya ha llevado su red a las puertas de 17 millones de hogares y se ha marcado como objetivo alcanzar los 25 millones de unidades inmobiliarias en 2020. Vodafone y Orange han desplegado también sus propias redes también a un ritmo acelerado, pero con un alcance menor. En cualquier caso, ambas compañías han suscrito acuerdos con Telefónica para alquilar su red y para poder captar clientes con su oferta comercial en las zonas en que no tienen red propia.