Telefónica vuelve a poner sobre la mesa la venta de O2. La operadora se plantea colocar en bolsa su filial británica de servicios móviles antes del cierre de 2017, según informaba este lunes la agencia Bloomberg.

Aunque todavía no se ha tomado una decisión definitiva sobre el futuro de O2, Telefónica estaría estudiando la venta en el mercado de una participación minoritaria del grupo británico. La medida supondría un paso importante en la estrategia de la compañía española de telecomunicaciones para reducir sus niveles de deuda. Telefónica cerró 2016 con una deuda neta de 48.600 millones de euros.

La venta de O2 ha estado durante años en los papeles de la operadora, necesitada de recortar sus niveles de apalancamiento para evitar tensiones en las calificaciones de su deuda, que, en algunos casos, bordea los niveles considerados como bono basura.

De hecho, la compañía dirigida por José María Álvarez-Pallete llegó a acordar la venta de O2 al grupo de Hutchison, pero la operación se vio frustrada en mayo de 2016 por el veto de Bruselas, que consideró que la transacción reduciría en exceso la competencia y la innovación en el sector.

Telefónica cerró 2016 con una deuda neta de 48.600 millones de euros

En aquella ocasión, el acuerdo de venta se había cerrado en 10.250 millones de libras esterlinas, por entonces valoradas en unos 13.000 millones de euros. Los expertos descartan que la Telefónica pueda alcanzar a día de hoy un precio similar por la operadora británica, ya que aquellas valoraciones sólo estaban justificadas por las elevadas sinergias que esperaba obtener Hutchinson. Además, las incertidumbres generadas por el Brexit tampoco contribuyen al apetito inversor por la compañía.

En cualquier caso, la venta de O2 sigue siendo un paso clave en la estrategia de desapalancamiento de Telefónica. El grupo de telecomunicaciones español ya anunció el pasado febrero la venta de un 40% de su filial de infraestructuras Telxius, por 1.275 millones de euros.

Telefónica había recibido varios meses antes un revés, al verse obligada a cancelar la salida a bolsa de Telxius, por la intención de los inversores interesados de obtener unos precios muy inferiores a los previstos por el grupo que dirige Álvarez-Pallete.

La venta del operador británico a Hutchison se vio frustrada por el veto de Bruselas

En aquel entonces, se consideró que aquel fiasco comprometía la posible venta en bolsa en bolsa de O2, que ya estaba en las quinielas del mercado. Pero las medidas tomadas desde entonces por el grupo para reducir su deuda, la favorable evolución de su negocio y la mejora del ambiente general de los mercados han permitido a Telefónica plantearse de nuevo la operación, que esperan poder cerrar antes del fin de 2017.

Las acciones de Telefónica acumulan un repunte del 18,88% en 2017 y se sitúan en los 10,48 euros, tras escalar este lunes más de un 3%. Esto confiere al grupo de telecomunicaciones una valoración bursátil de 52.821 millones de euros.