Escampa en los mercados financieros. Tras meses con el foco de la duda posado sobre Francia, la derrota de la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, en la segunda ronda de las elecciones presidenciales galas es vista entre los inversores como la prueba definitiva de que la amenaza del populismo está remitiendo.

Y sin embargo, las muestras de alegría en los parqués en la apertura de este lunes han sido más bien escasas. Las principales bolsas europeas han arrancado la sesión con movimientos muy tenues, que, por lo general, se inclinan hacia el lado de las caídas. El EuroStoxx 50 firmaba en los primeros instantes del día recortes en el entorno del 0,15%, mientras que el Cac 40 galo se dejaba cerca de un 0,5%. En España, el Ibex 35 también restaba un 0,4%.

La falta de entusiasmo de los inversores tras la victoria del candidato de En Marché!, Emmanuel Macron, debe entenderse desde el punto de vista de que los mercados ya la habían celebrado ampliamente en las semanas previas. Desde que Macron concentró el mayor número de votos en la primera ronda de las elecciones galas, los mercados habían puesto en precio que sería definitivamente el elegido para ocupar el Palacio del Elíseo.

Desde aquella votación, celebrada el pasado 23 de abril, las bolsas europeas se habían disparado hasta sus niveles más elevados desde, al menos, 2015. El EuroStoxx 50 ha remontado más de un 6,5%, la prima de riesgo francesa se ha reducido casi a la mitad, desde los más de 80 puntos que llegó a registrar en los días previos, y el euro se ha alzado hasta el entorno de los 1,10 dólares, un nivel que no supera desde las elecciones presidenciales estadounidenses del pasado 8 de noviembre.

Por eso, los expertos consideran que cualquier repunte en los mercados motivado por el resultado electoral francés tendrá poco alcance. "En general, esperamos que los actores del mercado vean la victoria de Macron como un alivio, pero que tendrá sólo un impacto positivo limitado en los mercados el lunes por la mañana, dado que su victoria ya había sido puesta en precio después de la primera vuelta", observaba antes de la apertura Morgane Delledonne, analista de ETF Securities.

Desde inicios de año, los inversores habían fijado en los comicios galos uno de los puntos fundamentales en el devenir futuro de la economía y, por ende, de los mercados financieros. El riesgo de que un partido de tendencias antieuropeas como el Frente Nacional se hiciera con el poder, abriendo una nueva brecha en el mercado común europeo, ha sido considerado uno de los principales riesgos en el escenario actual.

Cambio de escenario

Ahora, la victoria de Macron abre un nuevo escenario, con notables implicaciones para el futuro de Francia y Europa. En clave local, los expertos esperan a conocer la configuración del Parlamento galo, tras las elecciones que tendrán lugar el próximo mes de junio. Aunque desde un principio se ha temido que el nuevo presidente no cuente con apoyos suficientes para implementar las reformas que plantea en su programa, las últimas encuestas parecen dibujar un escenario más favorable.

"Incluso sin mayoría absoluta es probable que Macron pueda implementar muchas medidas favorables al crecimiento", indican en Oxford Economics, donde confían en que el partido del nuevo presidente francés pueda llegar a un entendimiento amplio con el Partido Republicano con el que comparte muchos diagnósticos.

Para la firma británica, "el programa de Macron tiene el potencial para reforzar el crecimiento y crear trabajos y su completa implementación, la cual incluye reformas de la educación y del mercado de trabajo, puede añadir 0,5 puntos porcentuales a nuestro escenario base de PIB y 1,2 puntos a nuestro escenario potencial de PIB para 2022. La clave es un plan de inversión pública de 50.000 millones y menores impuestos corporativos, que estimularán el gasto del sector privado y el empleo, así como reforzarán la competitividad de las exportaciones".

Más importante aún para los mercados es el impacto que los resultados electorales franceses puede tener en la política monetaria europea, ya que, como observa Julien Lafargue, estratega de renta variable europea de J.P. Morgan Banca Privada, tras la derrota del populismo galo, "el enfoque en la zona euro ahora pasará de la política hacia el BCE".

Según el experto del banco norteamericano, "un menor riesgo político, junto con un telón de fondo macroeconómico sólido y los primeros indicios de un repunte de la inflación subyacente apuntan a una salida gradual del régimen actual de política extremadamente acomodativa".