Los Presupuestos Generales del Estado, que en cualquier país europeo se convierten en el verdadero debate del Estado de la nación, se tramitan en España como si de un mero objetivo político se tratase y no como un corolario de ingresos y gastos con incidencia en la política económica y en el crecimiento nacional. Por si fuera poco, a pesar de la existencia de una Ley de Transparencia, mantienen la vieja estructura de los años ochenta, que impide saber en qué se emplean exactamente estos recursos y, sobre todo, su grado de eficiencia económica. Es más, la liquidación nunca se corresponde con la estimación inicial y se informa en otro formato sin desglose alguno.

El goteo de dinero público para todo movimiento asociativo en España y premios de cualquier índole es interminable. Nada se sabe de su eficiencia económica. Es decir, por qué y para qué se gasta, si cumple su objetivo en caso de existir y por qué se mantiene en el supuesto de que no cumpla su función. Año tras año se repiten muchas de las partidas en una maraña de cifras que en ocasiones se justifican con el enunciado numérico de una ley o de un artículo de dicha norma.

Las ayudas que conceden los ministerios

La maraña de subvenciones y ayudas es muy extensa. Por ejemplo, del presupuesto anual de Justicia, las Asociaciones Judiciales reciben este año 465.000 euros y 1,4 millones la Fundación Pluralismo y Convivencia, que se encarga de promover la libertad religiosa a través de la cooperación con las confesiones minoritarias. Exteriores dedica 433 millones a organismos internacionales. Entre ellos se encuentra la Comisión Ballenera o a la Oficina de Pesas y Medidas, y figura una partida genérica de “contribución voluntaria en el ámbito político”  sin detallar. Este departamento emplea también 3,4 millones para subvencionar las Casas Árabe, África y Sefarad-Israel y más 2,3 millones para las Casas de Asia y América.

Exteriores concede ayudas a entes como la Comision Ballenera o la Oficina de Pesas y Medidas

Mientras, Defensa prevé casi 1,1 millones para organismos específicos, asociaciones e instituciones. Para reforzar su imagen social, la Fundación de la Guardia Civil recibe 19.000 euros y 20.000 la Agrupación Deportiva de la Policía para su equipamiento. Por su parte, la Asociación Recreativa Cultural de Fomento obtiene 7.000 euros y la Asociación de Padres de la guardería obtiene 180.000. Este ministerio destina también otros 500.000 euros al Consejo Superior del Colegio de Arquitectos y otros 125.000 a la acción cultural Bienal de Venecia.

El goteo de ayudas no cesa y se concentra en el capítulo 4 de los Presupuestos. Educación y Cultura dedica cerca de dos millones a subvencionar a las academias de farmacia, medicina, ciencias morales y política, jurisprudencia, ciencias exactas, ingeniería y gastronomía. Y casi otro millón a las academias de lengua vasca, catalana o gallega. Las asociaciones de padres de alumnos reciben 380.000 euros y más de 700.000 las federaciones y fundaciones del vidrio, cultura gitana o editores. Por su parte, Agricultura subvenciona con 450.000 euros a las carreras de caballos y 911.000 es el coste del convenio marco de colaboración con las cooperativas agroalimentarias.

Educación destina dos millones a financiar a las academias de gastronomía, farmacia o política

Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad emplea más de 1,1 millones en un cúmulo de asociaciones y ONG como la Asociación Nacional de Presencia Gitana, la Federación Scouts de España y también la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales. Hay que sumar 1,7 millones que reciben la Confederación de Asociaciones de padres y madres de alumnos, Ymca España o la Federación de familias numerosas. Las asociaciones juveniles obtienen más de 11,7 millones de subvención. Para el liderazgo de las mujeres en los órganos de decisión en las sociedades agroalimentarias se destinan 60.000 euros y 3,1 millones para impulsar el asociacionismo de los consumidores. Asimismo, Empleo concede más de 85 millones para las Agencias privadas de colocación de desempleados.

Las partidas más sorprendentes

Hay partidas llamativas para todos los gustos, sin que se aclare en muchos casos su pretensión o justificación. Por ejemplo, los gastos de representación de los embajadores y jefes de misión superan los cuatro millones de euros. El Tribunal Constitucional asigna 1,3 millones para pagar trabajos técnicos realizados por empresas privadas y profesionales. Esta partida, para informes sin especificar y de asesoría externa, se repite en todos los ministerios y organismos. Así, Sanidad dispone de 10,5 millones.

Presidencia presupuesta 9,8 millones para pagar productividad a sus funcionarios y más de 300.000 van a gratificaciones. Exteriores dedica 34,3 millones a alquiler de edificios para sus actividades mientras que Justicia emplea 9,5 millones. En este sentido, la Mutualidad General de Funcionarios Civiles, adscrita al ministerio de Hacienda, dedica 825.000 euros para el pago de comunidades de propietarios.

El recibo de la luz que paga el palacio de la Moncloa supera los seis millones de euros

A más de 6,1 millones asciende el recibo de la luz de La Moncloa y a 5,4 millones el de Hacienda sin contar la Agencia Tributaria y el resto de sus organismos autónomos. El concierto sanitario privado del presidente del Gobierno es de 150.000 euros, mientras que la cobertura informativa de sus actos nacionales e internacionales cuesta 39 millones. Justicia subvenciona con 83.030 euros al Grupo de Estados contra la Corrupción (CREG). Hacienda destina 11,3 millones para las actividades de la Orquesta y Coro de RTVE, presupuesta 53 millones para liquidar el antiguo ente público y financia con 332 millones la nueva corporación.

Por su parte, Interior abona 599.000 euros a la Conferencia Episcopal por atender el culto en centros penitenciarios y 18.000 euros a la Comisión Islámica. Economía destina 75.000 euros al fomento del Buen Gobierno en las empresas en América Latina y 15 millones al Fondo Verde del Clima. En la sección de Gastos de Diversos Ministerios aparece una partida colchón de 336 millones para atender a todo tipo de retribuciones que pudieran reconocerse en favor de los funcionarios de carrera. Exteriores tiene diversas partidas para financiar los centros culturales y fundaciones en Latinoamérica, desde la Fundación Carolina (2,6 millones) al Parque de España en Rosario (165.000 euros) o el Centro en Guatemala (310.000 euros).

La mutualidad de Defensa tiene un presupuesto de 700.000 euros para casos de parto múltiple mientras que para este mismo gasto la de Justicia dispone de 163.000 euros y 3,3 millones la mutualidad de funcionarios civiles. El gasto previsto para prótesis es de 34,4 millones, 3,6 millones y 41,2 millones respectivamente. Educación y Cultura destina 155.000 euros a la organización de festivales cinematográficos, así como 6,8 millones a programas de difusión de la dramaturgia, teatro y actividades circenses de las empresas privadas. Y a los 30,4 millones de subvención a la Liga de Fútbol, este ministerio añade 2,7 millones más para obras.

El seguro de los funcionarios de Defensa tiene asignada una partida de 700.000 euros para partos múltiples

Energía presupuesta más de 310 millones para ayudar a los costes de explotación de las sociedades mineras productoras de carbón. Las Confederaciones Hidrográficas del ministerio de Agricultura abonan 34,3 millones de impuestos a los ayuntamientos por el Ibi especial de los cauces de los pantanos e instalaciones. Y la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, dependiente del ministerio de Economía, financia con casi tres mil millones los costes del sector eléctrico y con otros 736 millones los extracostes de generación eléctrica.

Y aparecen moteadas por todos los ministerios diversas partidas relativas a premios de todo tipo. Por ejemplo, Fomento destina casi 100.000 euros a premios de ingeniería y de arquitectura. Educación y Cultura apoquina casi 600.000 euros para los premios de artes plásticas, literarios, de tauromaquia o de televisión. Y para los premios del Instituto de la Juventud hay una dotación de 174.000 euros.