El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha descartado introducir una nueva bajada del IRPF en el Presupuesto de 2018, cuyo límite de gasto comenzará a negociarse en cuestión de semanas, y, en todo caso, ha avanzado que el Gobierno podría tocar el impuesto al final de la legislatura.

Durante un desayuno organizado por el diario Cinco Días, Montoro ha recordado que la reducción del impuesto en 2015 y 2016 ha tenido un impacto superior a los 12.000 millones de euros, y que “ahora no toca”. Y es que, aunque la recaudación tributaria en lo que va de año está superando todas las expectativas, en el caso concreto del IRPF los números no están cuadrando.

Es por eso que el ministro de Hacienda sostiene que la filosofía del Gobierno es seguir reduciendo impuestos para generar mayor actividad, a medida que el déficit publico se siga corrigiendo, pero estima que esto solo será posible a partir de 2019.

La lectura política

Sin embargo, Montoro no ha escondido que tras esta decisión hay un trasfondo político y que una rebaja impositiva así puede ser una buena moneda de cambio al final de la legislatura y una forma de atraer votos, más con un Parlamento tan dividido como el actual.

“Tenemos que tener en cuenta que (2018) sería el segundo año de legislatura, nos quedan dos más, y tenemos que tener zanahorias en la negociación, porque si no ¿qué vendemos?”, ha dicho, para añadir que, de hecho, “las bajadas de impuestos siempre se han llevado a cabo al final de la legislatura”.

El gasto subirá

En el mismo foro, Montoro ha avanzado también que, de cara a los Presupuestos de 2018, el techo de gasto –límite que se establece como punto de partida para la negociación del Presupuesto--, aumentará. Sin embargo, el ministro de Hacienda ha dejado claro que esta subida se ceñirá a la regla de gasto que establece la Ley de Estabilidad Fiscal, y que para el próximo año establece un tope de incremento del 2,3%.

“No vamos a gastar por encima de ese rango, sería contradictorio”, ha dicho. Por otro lado, Montoro ha indicado que, dentro de ese mayor margen de gasto del Estado, los funcionarios tendrán una subida salarial superior al 1% en 2018, aunque ha asegurado que la cuantía habrá que negociarse con los sindicatos.

No dimitirá

Montoro, a sus 67 años y tras su maratoniana carrera política,  también ha dejado claro que no tiene intención de dejar su cargo aunque prospere la reprobación que ha planteado el PSOE, después de que el Tribunal Constitucional declarara nula la amnistía fiscal que puso en marcha en 2012.

Montoro ha vuelto a defender la medida adoptada sacando a relucir los 40.000 millones de euros aflorados y que ahora tributan como rentas y patrimonio. También los 97.000 millones que, “con nombres y apellidos”, han salido a la luz en el extranjero. Y dicho esto ha cargado contra anteriores Gobiernos –“habría que preguntar a los que estaban antes por qué no estaban aflorados esos millones”—y, en especial, contra la prensa. “El Ministro de Hacienda ha cumplido con su obligación”, ha sentenciado.

En este sentido, el ministro no ha dado importancia a la posibilidad de que prospere la reprobación que el PSOE ha promovido y cuya formalización se debatirá mañana. Tras recordar que viene presentándose a las elecciones desde 1993, ha dicho que “la reprobación no tiene efectos prácticos”, como ya ocurriera con el ministro de Justicia, Rafael Catalá. Además, ha recordado que ya ha sido reprobado en parlamentos autonómicos “de vez en cuando porque no han gustado los Presupuestos”.

Pero, por si no fueran suficientes estos argumentos, Montoro ha resumido que no se va porque es un cargo electo con una tarea pendiente: “¿Si me voy a ir? No, porque tengo trabajo. Uno no llega aquí ni se va cuando quiere, estoy a invitación y a disposición de”, ha resumido.

Acto seguido ha desplegado duras críticas contra los periodistas afirmando que nunca ha tenido su apoyo.  “No se preocupen, que algún da llegaré a mi término”, ha afirmado, antes de criticar que los periodistas nunca ven “los números”, los resultados de su gestión. “El respeto que me tienen, se lo tengo yo a ellos, pero el mío es intelectual”, ha concluido.